En un año marcado por la incertidumbre política en medio de las elecciones más imprevisibles de las últimas décadas, los comerciantes conmemoraron la consolidación, todavía débil, de la economía brasileña tras años de dura recesión.
Sao Paulo, 28 de diciembre (EFE).- Unos 50 mil globos biodegradables tiñeron hoy el cielo del centro de Sao Paulo de amarillo, azul, verde y naranja durante una celebración que, desde hace 26 años, despide el fin de un ciclo y da las bienvenidas al año que entra.
En una cita convocada por la Asociación Comercial de Sao Paulo (ACSP), los comerciantes de la ciudad más poblada y desarrollada de Brasil despidieron los «enormes desafíos» enfrentados en 2018 y celebraron las «conquistas» previstas en 2019, según explicó el presidente de la entidad, Alencar Burti.
«En 2018, Brasil y los brasileños enfrentaron enormes desafíos y, por eso, el diseño (de los globos) de este año rinde homenaje a ese país que tanto amamos», dijo Burti, citado en un comunicado.
En un año marcado por la incertidumbre política en medio de las elecciones más imprevisibles de las últimas décadas, los comerciantes conmemoraron la consolidación, todavía débil, de la economía brasileña tras años de dura recesión.
Asimismo, la categoría celebró la recuperación de la confianza de los consumidores y el aumento de las ventas en los establecimientos comerciales, sobre todo en las semanas que antecedieron las fiestas navideñas.
Las compras para Navidad en los centros comerciales de Brasil crecieron en 2018 un 5.5 por ciento respecto al año anterior y unos 73 mil puestos de trabajo temporal fueron generados, de acuerdo con la Asociación Brasileña de Comerciantes de Centros Comerciales.
De igual modo, las ventas del comercio minorista de Brasil crecieron un 2.2 por ciento en los diez primeros meses del año y un 2.7 por ciento en los últimos 12 meses, según apuntaron datos oficiales.
La cita organizada por la Asociación Comercial de Sao Paulo tuvo inicio en 1991, cuando algunos repartidores que trabajaban en la institución lanzaron papeles picados desde las ventanas del edificio.
En el año siguiente, los trabajadores optaron por soltar unos 100 globos, lo que pronto se convirtió en una tradición anual. La Asociación Comercial paulista pasó entonces a organizar la actividad de manera oficial y trasladó el local de soltura de los globos al patio de un histórico edificio ubicado en el corazón de Sao Paulo.
