México tiene seis refinerías distribuidas en los estados de Nuevo León, Tamaulipas, Guanajuato, Hidalgo, Veracruz y Oaxaca. Sin embargo, éstas fueron construidas en la década de los 70 y no fue sino hasta finales de 2015 cuando se comenzó a invertir en ellas mediante asociaciones público-privadas. Pemex, acusó el director de Amegas, «ha sido abandonado a su suerte» desde hace años.
El resultado: en el Plan de Negocios 2017-2021 de Pemex, la petrolera acepta que pasó de ser la tercera productora de petróleo del mundo en 2004 a la octava en 2015. Descendió cinco lugares en once años. Y ahora el país no está preparado para el proceso de liberación de los precios de las gasolinas al mercado internacional.
Ciudad de México, 28 de diciembre (SinEmbargo).– «Ya no hay Magna ni Premium», anunciaba un letrero el 23 de diciembre en una gasolinera de Morelia, Michoacán. Cuatro días después, la Secretaría de Hacienda informó que los precios promedio de la gasolinas serán a partir del primero de enero de 15.99 pesos por litro de Magna (la más consumida), y de 17.79 y 17.05 pesos la Premium y el diésel, respectivamente.
De acuerdo con cifras y expertos de México y el extranjero, la presente administración desplumó a Petróleos Mexicanos (Pemex), la gallina de los huevos de oro, al dejar deteriorar las seis refinerías y demás infraestructura de la petrolera. Sumado a ello, aceleró, sin que el país estuviera listo, el proceso de liberación de los precios al mercado internacional.
Y ahora, en el sexto país consumidor de gasolina a nivel mundial, hay escasez de combustibles en al menos 15 estados y se aproxima el denominado «mega gasolinazo».
«La escasez se ha atribuido a una serie de factores, incluyendo el robo de combustible, los problemas de mantenimiento de la petrolera estatal (Pemex) y la especulación por el cambio al modelo de la fijación de precios para enero», escribió el periodista Christopher Woody en el diario especializado Business Insider.
«Estos retos y el resultado de la escasez vienen en un momento en que la capacidad de refinación y transporte de Pemex está rezagada por el fuerte crecimiento de la demanda», añadió.
Juan Pablo González Córdoba, director de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), aseguró en entrevista con SinEmbargo, «que Pemex ha sido abandonado a su suerte desde hace años porque no se invirtió en su infraestructura. La red de poliductos que hay en el país para el transporte, muchos ya oxidados y sin la tecnología de otros países, se dejó de construir desde hace 30 años al igual que las refinerías».
De acuerdo con el empresario, la petrolera del Estado «fue condenada a morir con la Reforma Energética» porque, para generar más competencia, la Ley de Hidrocarburos estableció que debe bajar el potencial que tiene de agente preponderante en el mercado para quedar en un 20 por ciento.
Sin embargo, añadió el especialista, hasta dentro de tres años habrá la infraestructura necesaria para que las nuevas marcas produzcan con mejores precios y de mayor calidad.
«Por Ley, Pemex debe bajar el 80 por ciento de todos sus contratos que tenga de exploración y refinación, [esto] ata a Pemex. Del cuerpo que tenía le quieren dejar nada más la cabeza», aseguró.
El texto del diario extranjero Business Insider añade que en el corto plazo, las deficiencias en el suministro y los problemas con el cambio de los precios de mercado «parecen haber contribuido al descontento público generalizado con el Gobierno de Peña Nieto, así como con funcionarios de Pemex y autoridades estatales».
PEMEX IMPORTA MÁS DE LO QUE PRODUCE
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En 2015, las seis refinerías en México tuvieron una capacidad de producción de 1 millón 640 mil barriles al día incluyendo todos los petrolíferos, lo que colocó al país en el número 15 a nivel mundial por abajo de las grandes como Exxon, Shell, Total o BP, las cuales vendrán a explorar aguas profundas en el Golfo de México. También hay una refinería en Estados Unidos en asociación con Shell, de acuerdo con datos de la petrolera.
«El suministro de hidrógeno, vapor y electricidad (insumos) son los aspectos críticos de la confiabilidad de las refinerías», reconoció Pemex en su actual Plan de Negocios. Este documento reveló que Pemex pasó de ser la tercera productora de petróleo del mundo en 2004 a la octava en 2015. Descendió cinco lugares en once años.
De enero a noviembre, Pemex produjo menos combustible de lo demandado, importado y exportado, publicó ese informe. Se prevé que las importaciones de combustibles privados de Estados Unidos a México aumentarán el próximo año por el incremento en la demanda.
La empresa productiva del Estado produjo 332.9 miles de barriles diarios de gasolinas y 222.3 miles de barriles diarios de diésel frente a los 817 miles de barriles diarios de gasolina y 334.2 de diésel vendidos (demandados) en el mismo periodo.
Asimismo, la importación de gasolina ha crecido en promedio anualmente un 17 por ciento desde 1994 hasta el 2014. En contraste, la capacidad de refinación ha aumentado en el mismo periodo 4.1 por ciento por año, de acuerdo con la economista Leticia Armenta Fraire, autora del libro Reforma Energética y Desarrollo Industrial.
En Coahuila, por ejemplo, donde la refinería más cercana es la de Cadereyta, en Nuevo León, ante la actual escasez se importó el 60 por ciento para continuar con el abasto, dijo Erick Treviño, vocero de la zona norte de Pemex, quien llamó a la ciudadanía a no realizar «compras de pánico de gasolinas».
De enero a noviembre, Pemex importó 484.6 miles de barriles diarios de gasolinas y 178.7 miles de barriles al día de diésel, principalmente de Estados Unidos. En ese mismo tiempo, exportó 54 mil barriles diarios de gasolina y cero (sí, cero) barriles de diésel.
La inversión con asociaciones público privadas y empresas especializadas, como planteó Pemex en su actual Plan de Negocios, mejorará este panorama… hasta dentro de al menos cuatro años.
Por el momento, Bloomberg aseguró que la deuda de Pemex se acerca a 100 mil millones de dólares tras una caída de 11 años en la producción del crudo y, por el subsidio, «la empresa ha perdido 50 mil millones de pesos con las importaciones de gasolina todos los meses este año excepto dos». No podía más.
LA INVERSIÓN TARDÍA EN REFINERÍA Y LOS PAROS
El 8 de diciembre del año pasado, el Presidente Enrique Peña Nieto anunció una inversión –con participación del sector privado– de 23 mil millones de dólares (400 mil millones de pesos) para cuatro proyectos de las seis refinerías en el país: Cadereyta (Nuevo León), Cd. Madero (Tamaulipas), Salamanca (Guanajuato), Tula (Hidalgo), Minatitlán (Veracruz) y Salina Cruz (Oaxaca).
Tres meses antes, el director general de Pemex Refinación, Miguel Tame Domínguez, afirmó en una conferencia que como parte de su estrategia de negocios, la petrolera buscaría capital para «reconfigurar» las refinerías de Salamanca y Salina Cruz mediante la realización de asociaciones público-privadas.
La inversión en estos activos, construidos desde la década de los 70, será desde finales de 2015 hasta 2019 y «va a permitir modernizar a Pemex», prometió Peña Nieto.
Sin embargo, en 30 años, México no invirtió en sus refinerías «por los gobiernos corruptos», acusó Juan Pablo González de Amegas.
En el Gobierno de Vicente Fox Quesada, recordó el empresario, se extraían 2.5 millones de barriles diarios, pero lejos de invertir en modernizar las refinerías o construir más (en Estados Unidos hay 150 frente a las seis de aquí), los ingresos se fueron a gasto corriente y sueldos.
La agencia Reuters reveló que Pemex procesó en el 2015 la menor cantidad de barriles de crudo por día registrada en los últimos 25 años, a causa de los paros realizados para la rehabilitación de las seis refinerías.
A eso se añaden los paros de este año: en julio se registraron en las refinerías Cadereyta y Tula, y en octubre, cinco plantas de la refinería de Salamanca pararon a falta de recursos para comprar los insumos básicos para producir petrolíferos.
De acuerdo con el Plan de Negocios 2017-2021, los paros en las refinerías de enero a agosto del 2016 se debieron por suministro de hidrógeno (63 por ciento), equipos y procesos (20 por ciento), suministro de vapor, agua y electricidad (11 por ciento), y por retrasos en reparaciones (3 por ciento).
«El suministro de hidrógeno, vapor y electricidad son los aspectos críticos de la confiabilidad de las refinerías», expuso la petrolera en el documento. «Pemex tiene una demanda de generación de vapor de 8.8 mil toneladas por hora. Si todo este vapor proviniera de cogeneración se tendría una capacidad instalada de 5 Gigawatts de electricidad, cerca del 15 por ciento de la demanda nacional. El reto es diseñar los esquemas de construcción, financiamiento y contratación de los proyectos de cogeneración mediante alianzas con empresas especializadas», detalló.
Además, de acuerdo con el director de Pemex, José Antonio González Anaya, este mes una toma clandestina en un ducto de Salamanca ha provocado la escasez de gasolinas en diversos estados. Ese y el ducto de Minantitlán son los que más robos registran.
«Cuando estas cosas ocurren cerca del periodo vacacional se vuelve un problema […] Como parte de la Reforma Energética, se van a mejorar y aumentar las capacidades del almacenamiento y transporte en el país», dijo el funcionario en una entrevista con Carlos Loret de Mola. «Hay que vigilar los ductos e ir a los mercados ilícitos de gasolinas».
De acuerdo con el Plan de Negocios de Pemex 2017-2021, ante el ajuste por 100 mil millones de pesos, en Pemex Transformación Industrial se replantearon inversiones en reconfiguraciones de las refinerías para llevarse a cabo a través de asociaciones.
La coquizadora de la de Tula, por ejemplo, se está replanteando a través de un contrato de compra de servicios en el 2017.
Eso es «rematar» las refinerías al buscar que empresas trasnacionales las reparen y a Pemex le darán un 20 por ciento de participación, determinó el director de Amegas.
LA «FALLIDA» LIBERACIÓN DE PRECIOS
Ante la ineficacia de las refinerías, México se ha vuelto en un país importador de gasolina, lo que impacta directamente en la nueva fórmula para determinar sus precios. Más de la mitad de la gasolina y diésel vendidos en el país provienen del extranjero, destacó Bloomberg.
Amegas expuso que no existen condiciones de competencia efectiva para generalizar la liberación de los precios en gasolinas y diésel en el 2017.
«Es una liberación fallida de la Comisión Reguladora de Energía porque no existen las condiciones ni la competencia de otras marcas con diferentes precios y calidad», afirmó su director vía telefónica.
«En 2017 seguirá solo la Magna, Premium y diésel de Pemex a falta de infraestructura para que las nuevas empresas produzcan. Hasta dentro de dos o tres años podrán construir sus refinerías, poliductos y centrales de almacenamiento (que equivalen a 500 gasolineras). Requiere de muchos estudios y permisos», calculó.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) coincidió que no todas las regiones del país «están preparadas».
A partir del proceso de liberación al mercado internacional, los precios máximos de las gasolinas diferirán entre las distintas regiones del país (siete en la frontera y 83 al interior) y se basarán en los costos de logística que implicarán llevar los combustibles a cada una de esas zonas.
«La diferencia de costos obedece a la distancia de cada localidad a las refinerías de Pemex o a los puntos de importación, así como a los diferentes tipos de infraestructura para el transporte y distribución del combustible», expuso Hacienda en un comunicado.
Sin embargo, la infraestructura existente de almacenamiento y reparto de Pemex no es suficiente. El mismo titular de Pemex lo reconoce.
Si se desglosa la fórmula para calcular los precios, donde influye el dólar y el valor del petróleo internacional, se determina la responsabilidad directa del estado actual de la petrolera estatal:
–Los precios de referencia internacional de cada combustible.
Representa el costo de adquirir los combustibles en el mercado internacional y el precio de referencia utilizado será el de los mercados de la costa del golfo de Estados Unidos, explicó Hacienda.
Sin embargo, Pemex importa más de lo que produce. Tan solo de gasolinas, en 2012 importó 395.7 miles de barriles día; en 2013, 358.7 miles de barriles día; en 2014, 370.5 miles de barriles día; y en 2015, 427.1 miles de barriles día.
–Los costos de transporte, internación, flete y distribución de Pemex (varían para cada región).
El 35 por ciento de las 11 mil 44 gasolineras del país se concentran en la Ciudad de México, Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Veracruz y Puebla, por lo que los precios de la gasolina subirán más en las otras zonas por los costos que implica la logística en el traslado del combustible, dijo la Cofece.
–Los impuestos aplicables y el margen comercial para las estaciones de servicio.
El Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS) se aplica a las gasolinas desde la Reforma Hacendaria, para compensar la caída de los ingresos petroleros con los ingresos tributarios.
Además del desplome significativo de los precios del petróleo a nivel internacional, la caída de producción y exportación petrolera de Pemex influyó en los menores ingresos recibidos del oro negro.