Evo Morales denunció que sufre una persecución de la Interpol a raíz de las acusaciones del Gobierno interino de Bolivia, que presentó en la Fiscalía en La Paz una denuncia contra él por varios delitos.
La Paz, 28 nov (EFE).- La Cancillería interina de Bolivia aseguró este jueves desconocer si existe un requerimiento de Interpol hacia Evo Morales, asilado en México y a quien acusa de delitos como terrorismo y sedición.
«No conocemos en Cancillería ese requerimiento de aprehensión», dijo la canciller provisional de Bolivia, Karen Longaric, en una comparecencia ante medios internacionales en La Paz.
Evo Morales denunció este pasado miércoles desde México que sufre una persecución de la Interpol a raíz de las acusaciones del Gobierno interino de Bolivia, que presentó en la Fiscalía en La Paz una denuncia contra él por varios delitos.
«Estoy buscado en el mundo por diez delitos, entre ellos alzamiento armado», expresó Morales en rueda de prensa en Ciudad de México, donde expuso un borrador de ficha azul de la Interpol fechado el 26 de noviembre en la que se pide información sobre su paradero a una decena de países.
El Gobierno interino de Jeanine Áñez acusó formalmente el pasado viernes a Morales de delitos como terrorismo y sedición con base en «pruebas» como un video en el que se le atribuye su voz incitando a realizar bloqueos a ciudades bolivianas.
La autenticidad de la voz está bajo investigación del Ministerio Público en Bolivia.
Según Morales, la ficha de la Interpol busca información suya en México, país al que llegó asilado el pasado 12 de noviembre, así como Uruguay, Colombia, Paraguay, Argentina y Venezuela, entre otros.
Evo Morales ha mostrado más de una vez su intención de viajar a Argentina, por su proximidad con Bolivia, ya que el presidente electo Alberto Fernández le ofreció asilo.
Morales abandonó Bolivia el pasado 11 de noviembre después de anunciar el día antes su renuncia, forzado por las Fuerzas Armadas, tras una auditoría de la Organización de Estados Americanos sobre «graves irregularidades» en las elecciones del 20 de octubre, en las que había sido declarado vencedor para un cuarto mandato consecutivo.
La renuncia de Morales ha sido calificada como «golpe de Estado» por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.