Científicos de 184 países alertan de la catástrofe ambiental en un artículo publicado en la revista Bioscience, señalan los principales peligros y desafíos para la humanidad y aportan algunas claves para frenar el cambio climático.
Ciudad de México, 28 noviembre (TICbeat/SinEmbargo).- El cronómetro que cuenta los segundos que faltan para que el mundo se desplome sigue su curso y precisa nuestra atención para revertir las circunstancias actuales. Bajo el título “Advertencia de los científicos del mundo a la Humanidad: Un segundo aviso” 15 mil miembros de la comunidad científica alertan, 25 años después de su primer llamamiento, del agravamiento de los problemas medioambientales que asolan nuestro planeta, provocados por la mano humana. Este artículo está elaborado por una organización independiente, la Alianza de Científicos Mundiales, liderada por el profesor William Ripple, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad estatal de Oregón (EU) y empleando datos de agencias gubernamentales, organizaciones sin ánimo de lucro e investigadores individuales.
Entre las tendencias más peligrosas y negativas hallamos el crecimiento demográfico y la consiguiente superpoblación, el cambio climático, la deforestación, la falta de acceso agua dulce o la extinción de las especies. Todas ellas ponen en riesgo el futuro y el bienestar y demandan la puesta en práctica global y coordinada de medidas urgentes que deben ser tomadas e impulsadas cuanto antes por los dirigentes políticos.
Almost 1900 scientists have signed the second #ScientistsWarningToHumanity Let’s hit 5000 by the end of the week: https://t.co/20FLOjbzqw pic.twitter.com/fhAPcC6yfE
— Thomas Newsome (@NewsomeTM) 24 de julio de 2017
En el artículo también se subrayan excepciones positivas como la estabilización de la capa de ozono gracias a la actuación decisiva de los países, una muestra clara de como se pueden reducir rápidamente las sustancias nocivas que atenazan la salud medioambiental. También se proponen numerosos consejos para mejorar, como la adopción de una dieta basada en plantas y con poca carne, la creación de programas de planificación familiar, la aplicación de leyes contra la caza furtiva, la creación de reservas naturales, las restricciones al comercio de especies silvestres, o la adopción en todo el mundo de tecnologías limpias y energías renovables.
La conclusión es que la senda de consumo, producción desenfrenada, aumento de la población y explotación indiscriminada de recursos naturales por la que transitamos es totalmente insostenible a largo plazo. Para paliar la catástrofe medioambiental y ralentizar el avance del calentamiento global o la deforestación es fundamental que todos seamos partícipes –reduciendo nuestra huella ecológica, apostando por un consumo responsable o alimentándonos de manera sostenible, entre otras muchas acciones- y que dejemos de ignorar de una vez por todas las evidencias y advertencias científicas.
Los principales peligros son el aumento demográfico en un 35 por ciento de la población humana desde el año 1992 acompañada de la reducción del 29 por ciento en el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces, la reducción del 26 por ciento en la cantidad de agua dulce disponible per capita, la pérdida de 300 millones de acres de bosque o un incremento del 75 por ciento en las zonas muertas de los océanos. En nuestras manos está respaldar el manifiesto e impulsar el cambio colectivo a un modelo productivo responsable y sostenible.