La Fiscalía General de la República indicó que no hubo violación sexual ni de derechos humanos en el caso de José Eduardo, quien fue detenido en Mérida y falleció días después por presuntos abusos físicos y sexuales a manos de policías municipales.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– La Fiscalía General de la República (FGR) determinó que José Eduardo Ravelo Echavarría, quien falleció después de ser detenido en Mérida, Yucatán, falleció por una causa no relacionada con el abuso físico que recibió durante su detención, ni «existió tortura ni violación sexual, ni violación a los derechos humanos» por parte de los policías que lo aprehendieron.
La autoridad judicial informó este jueves que el joven de 23 años falleció por una neumonía que no estuvo relacionada con algún traumatismo recibido su detención, después de realizar las diligencias correspondientes a la carpeta de investigación derivada de la denuncia que presentó la madre de José el 18 de agosto por la probable comisión del delito de tortura.
#FGRInforma | Con relación al caso del joven José, fallecido en Yucatán, la investigación confirmó que falleció por causa no relacionada con traumatismo recibido durante su detención, no existió tortura ni violación sexual, ni violación a los #DDHH.
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— FGR México (@FGRMexico) October 28, 2021
Se recabaron más de 50 testimoniales; realizó 45 pruebas periciales de distintas materias como medicina forense, química, genética, criminalística, entre otras; y recopiló más de 35 informes de la Policía Federal Ministerial y tres inspecciones ministeriales; y se realizó la exhumación del cadáver y la necropsia para llevar a cabo las investigaciones, detalló la Fiscalía.
«Igualmente se analizaron las videograbaciones de la totalidad de los hechos, desde el momento de su detención, hasta su llegada a la cárcel (11 minutos). Igualmente, se analizaron los videos de su estancia en la cárcel (24 horas). Del análisis de todos los videos, NO se advierte violación a los derechos humanos o comisión de algún delito. Sólo se advierten maniobras de sujeción respecto de la persona que se resiste al arresto», indicó la FGR por medio de un comunicado.
De acuerdo con las averiguaciones, las lesiones de José corresponderían a maniobras de sujeción «de una persona que se resiste al arresto y que tardan en sanar menos de 15 días; no poniendo en peligro la vida».
Asimismo, el comunicado advirtió que los números y colores de la patrulla señalados por el joven en su declaración no corresponden a la evidencia, por lo que se amplió la búsqueda a corporaciones incluyendo la Policía estatal y municipales de Mérida y Kanasín. Finalmente, también se realizaron entrevistas con personas que convivieron con José en los meses previos a su muerte.
«En definitiva, la investigación de los hechos confirmó que NO existió tortura, ni violación sexual, por parte de los elementos aprehensores de la Policía municipal», recalcó la FGR, pero mencionó que sí hubo la falsedad en dictámenes ministeriales.
La autoridad federal está en proceso de judicialización para ejercer acción penal en contra de tres funcionarios de la Fiscalía General del Estado de Yucatán (FGE-Yucatán) por presuntamente falsear dictámenes periciales y presionar ilícitamente a testigos con la finalidad de ejercer acción penal en contra de policías municipales.
En tanto, la FGR mantiene abierta la investigación sobre posible negligencia médica por parte de personal de salud del Hospital General del Estado.
AGRESIONES A JOSÉ EDUARDO
José Eduardo Ravelo murió luego de haber sido detenido, golpeado y abusado sexualmente por policías municipales, mientras caminaba por un parque de la ciudad de Mérida solo porque les resultó sospechoso.
Según contó la madre del joven quien era originario de Veracruz y había ido a la ciudad yucateca en busca de trabajo, el 22 de julio policías detuvieron a José Eduardo y lo subieron a una patrulla, donde presuntamente lo golpearon y violaron.
Luego lo trasladaron a la Fiscalía donde, según lo relatado por la madre, volvieron a abusar del joven y lo torturaron.
Mientras rendía su declaración, José Eduardo comenzó a sentirse mal, por lo que fue revisado y el médico constató que había sido abusado sexualmente y golpeado lo que le dejó un pulmón perforado y daño cerebral que requirió traslado a un hospital.
Ya en el nosocomio, los doctores dijeron que el joven era sospechoso de COVID-19, por lo que lo trasladaron al área de coronavirus donde murió el 3 de agosto.