Actualmente, se recaudan 43 mil millones de pesos anuales por impuesto al tabaco. Si se aumenta el IEPS de 0.49 centavos a 1.49 pesos por cigarro, se desincentivaría su consumo y los ingresos de ese rubro para 2021 subirían a 59 mil millones de pesos para entidades y el sector salud, propuso el CIEP. También generaría ahorros para los hogares en servicios médicos.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador abandera el compromiso de no aumentar impuestos. Pero en el marco de la discusión del Paquete Económico 2021 en el Senado, investigadores propusieron un incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) del tabaco de 43 por ciento (de 0.49 centavos a 1.49 pesos por cigarro), lo cual permitiría una recaudación de 59 mil millones de pesos, de los cuales el 36 por ciento (17 mil mdp) se iría a entidades federativas a través de participaciones, sobre todo a Nuevo León, Ciudad de México y Colima. Los 41 mil millones restantes podrían ir a la Secretaría de Salud.
«Lo ideal sería que tuviera un destino específico para que contribuya a reducir la brecha de presupuesto en salud. Es un impuesto progresivo porque beneficia más a los hogares más vulnerables al gastar menos en servicios médicos», dijo Alejandra Macías, investigadora del Centro de Investigación y Estudios Presupuestarios (CIEP). «El efecto no solo es recaudatorio, sino también intenta desincentivar el consumo del cigarro dado que tiene efectos negativos en la salud».
Aunque se reconoce que el impuesto al tabaco es inelástico al ser una adicción y depende de la sensibilidad de ciertos consumidores a precios más altos, la propuesta es abrazada por organizaciones como Salud Justa, Tobacco Free Kids y la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual propone a nivel global que el impuesto sea el 75 por ciento del precio de venta final.
En México, cerca del 16 por ciento de la población es fumadora, unas 14 millones de personas. En América Latina, se registran 750 mil fallecimientos al año por padecimientos relacionados al tabaquismo como enfermedades respiratorias y cardiovasculares, documentó el investigador Adrián García, coordinador de ingresos e impuestos del CIEP.
El IEPS al tabaco, que existe en el país desde 1981, se debe de actualizar cada año de acuerdo con la inflación acumulada (3.4 por ciento a 0.49 pesos por cigarro). Pero, enfatizaron Macías y García, con el simulador del CIEP se busca contribuir a la discusión sobre una posibilidad de mayores ingresos públicos para el próximo año de cara a la crisis económica por la pandemia.
IMPUESTO PROGRESIVO
Mediante el ahorro en compra de tabaco, reducción en gasto en atención médica e incremento en días productivos, si se aumenta el IEPS al cigarro 43 por ciento, los hogares con menos ingresos –más sensibles a precios altos– ganarán 12 veces más que si solo se aumenta 3.4 por ciento por inflación, expuso la especialista en finanzas públicas, Alejandra Macías.
Y, además, los hogares más vulnerables tendrían ganancias 3.2 veces más que los hogares con mayores ingresos.
«Los beneficios más importantes se manifiestan en la reducción de los gastos de salud», concluye el CIEP. «Aunque dos terceras partes de la población sufrirían incrementos en los gastos destinados al tabaco, los beneficios en términos de reducciones en gastos de salud y años de vida productivos perdidos, compensarían los efectos negativos».