El debate, denominado “Tu Dinero, Tu Voto”, donde participaron Trump, Fiorina y Carson, estaba programado para tratar temas económicos, que fueron evadidos por los participantes y en su lugar se atacaron mutuamente.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo/EFE).– En medio de protestas por sus posiciones antiinmigrantes, los aspirantes a la candidatura a la Presidencia de EU por el Partido Republicano celebraron en la Universidad de Colorado su tercer debate.
Mismo que cobró relevancia tras darse a conocer los resultados de nuevas encuestas a nivel nacional y en el estado de Iowa, donde se efectuará la primera de las elecciones primarias el próximo 1 de febrero y que por primera vez ubicaron a Carson delante de Trump, que evidencía que la popularidad del empresario se ha ido lentamente erosionando.
Pese a que la temática principal del mismo era la economía, esta fue evadida por los participantes.
El gobernador de Ohio, John Kasich, lanzó la primera salva al calificar de “fantasía” el plan del magnate Donald Trump para deportar a 11 millones de indocumentados y dividir a millones de familias, así como su proyecto presupuestal.
“¿Por qué no regalamos un pollo en una cacerola?”, ironizó Kasich durante el foro, efectuado en la Universidad de Boulder, Colorado, un estado considerado “columpio” en las elecciones de 2016, al estar en juego entre republicanos y demócratas.
En respuesta, Trump acusó a Kasich de negligencia económica cuando trabajó para la correduría Lehman Brothers de Nueva York, una de las empresas financiarías que incurrió en bancarrota durante la pasada crisis económica de Estados Unidos.
“Lo que estamos observando es un debate sobre economía donde un puñado de candidatos llegó en una misión ‘kamikaze’ para lograr tiempo en la televisión. Se puso feo y caótico”, opinó el reportero político de The New York Times, Nicholas Confessore.
El debate fue dividido en dos grupos. En la sesión estelar aparecieron Ben Carson, Donald Trump, Marco Rubio, Ted Cruz, Jeb Bush, Carly Fiorina, Mike Huckabee, Chris Christie, Carly Fiorina y Rand Paul.
Antes debatieron Bobby Jindal, George Pataki, Rick Santorum y el senador Lindsay Graham, un partidario de la reforma migratoria y quien fue considerado cómodamente el ganador del primer foro.
PROTESTAN CONTRA LOS REPUBLICANOS
Afuera, los líderes y miembros de la comunidad latina protestaron contra la retórica antiinmigrante y la exclusión que sufren los hispanos por parte de los candidatos republicanos a la Presidencia de Estados Unidos que celebran su tercer debate en esa institución.
La protesta, encabezada por la veterana dirigente Dolores Huerta y el vicegobernador de Colorado, Joe García, había sido convocada y organizada por el exalcalde de Denver Federico Peña para que dirigentes locales y nacionales, residentes latinos de Colorado y de otros estados y sus aliados enviasen un mensaje a los republicanos.
«Les urgimos a que dejen de usar una retórica divisoria y dañina en contra de los inmigrantes y que en vez de ello les hablen a los estadounidenses sobre lo que piensan hacer para resolver los complejos temas que enfrentan las familias aquí en Colorado y en todo el país», comentó la activista Cristina Aguilar.
«Si quieren ganar los corazones, las mentes y los votos de las latinas y de nuestras familias, tienen que demostrar un compromiso real a favor de las mujeres y de las familias», agregó Aguilar, directora ejecutiva de Colorado Organization for Latina Opportunity and Reproductive Rights (Color).
Aguilar fue una de las decenas de dirigentes que junto con miles de manifestantes llenaron gran parte del estadio de fútbol americano de la Universidad de Colorado, ubicada en la ciudad de Boulder, como parte de la marcha «Mi Voz, Mi País», un nombre elegido para contraponerlo al título del debate: «Tu Dinero, Tu Voto».
Entre los manifestantes estaban desde pastores evangélicos, miembros de la comunidad LGBT, jóvenes «millennials» (generación del milenio) hasta personas mayores.
A pesar de que la disputa republicana se realiza en una universidad a la que asisten unos 30 mil estudiantes, de los cuales el 10 % son hispanos, los organizadores del debate solamente reservaron 99 lugares para estudiantes en la sala del encuentro y otros 41 puestos para profesores, administradores y voluntarios.
La sede del debate, el Coors Events Center, tiene espacio para más de 11 mil personas.
Por eso, los estudiantes boicotearon esta mañana un desayuno que se había organizado para ellos en nombre de los candidatos republicanos y un grupo de ellos afiliado con ese partido convocó a un «debate paralelo» como protesta por no haber sido invitados (de hecho, fueron excluidos) al evento principal.
Por su parte, Dolores Huerta criticó abiertamente las expresiones antiinmigrantes del aspirante Donald Trump, enfatizando que la posición del magnate «sobre inmigración es la postura del Partido Republicano y de todos los otros candidatos».
Algunas expresiones usadas por Trump y por Jeb Bush, como «bebés ancla», que alude a los hijos de mujeres indocumentadas embarazadas que dan a luz a sus hijos en EE.UU., los cuales se convierten de manera automática en ciudadanos estadounidenses, «ofenden a millones de personas, no solamente a los latinos, sino a todos aquellos cuyos padres emigraron» al país, aseguró Huerta.
Según Huerta, las propuestas de los candidatos republicanos son «simplemente inaceptables», porque «están fuera de línea con las prioridades de la comunidad latina».