La Suprema Corte pospuso el debate sobre el uso recreativo de la mariguana en México. El tema llegó hasta dicha instancia después de que 4 personas se ampararan para que les permitan su uso. La droga es la más usada en el país, pero la opinión pública se encuentra dividida y el tema es polémico.
Ciudad de México, 28 de octubre (SinEmbargo).- La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) pospuso una semana más la discusión sobre el proyecto del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea que plantea conceder un amparo a cuatro personas que lo solicitaron en 2013 para cultivar, distribuir y usar mariguana.
En sesión privada, la Primera Sala de la SCJN debatió la posible despenalización del uso de la mariguana en el país. La discusión no se centrará en los beneficios o daños que puede causar la droga, sino en considerar el derecho para su producción y consumo con fines lúdicos, o bien si el Estado prohibirá su uso.
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea será Ministro que postulará el proyecto que propone amparar (en revisión 237/2014 de 88 páginas), a un grupo de personas que busca poder libremente sembrar, transportar y fumar mariguana para su uso recreativo.
Este jurista fue propuesto por el entonces Presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa, quien en 2006 inició el combate frontal contra el narcotráfico denominado «guerra contra las drogas», mismo que, de acuerdo a organismos civiles, cobró la vida de más de 100 mil personas, entre ellos víctimas inocentes a las que el Estado mexicano denominó «colaterales»
El proyecto de Zaldívar debe lograr al menos cuatro votos para sentar jurisprudencia. Algunos analistas han señalado que se espera que la discusión se resuelva en la Primera Sala, aunque si algún Ministro considerara que el tema es de suma importancia, podría ser el Pleno quien lo aborde.
Los quejosos son Francisco Torres Landa y otras cuatro personas, que crearon la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (Smart), para pedir autorización para sembrar, producir y consumir marihuana sin fines de lucro a la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
El proyecto elaborado por Zaldívar califica que la ley no permite el uso recreativo, sino que elude criminalizar la portación en cantidades mínimas y que tampoco permite su cultivo para uso personal.
El Ministro también sostiene que con la ley como hoy está redactada, afecta derechos fundamentales y no explora alternativas menos extremas para regular el consumo y prevenir las afectaciones que generan.
El que se permita tener cantidades mínimas de mariguana, según Zaldívar, «no consagra de ninguna manera una autorización o un derecho al consumo personal en los términos en los que lo solicitan los quejosos, puesto que además de que únicamente se limitan a despenalizar el consumo en una cantidad muy pequeña, dichos preceptos no permiten la realización de las otras actividades correlativas al consumo, como siembra, cultivo, cosecha, preparación, transporte, etcétera».
EL USO DE LA MARIGUANA EN MÉXICO
México es el país del continente americano que más ha padecido las consecuencias negativas de la guerra a las drogas dejando altos índices de violencia, corrupción por parte de las instituciones y aumento del poder de grupos delictivos, señala la organización Drug Law Reform.
Sin embargo, en otros países de la región la aplicación de la ley sobre el uso de drogas ha tenido como resultado un incremento al número de personas encarceladas por delitos menores en este rubro.
En México, según la Encuesta Nacional de Adicciones 2011 en lo que se refiere a drogas ilícitas, la mariguana sigue siendo, con respecto al 80 por ciento del total de drogas, la de mayor consumo.
«La tendencia al crecimiento que se observó entre 2002 y 2008 se detuvo en los siguientes tres años ,de 2008 a 2011, pues no se observan cambios significativos en la proporción de personas que reportan consumo de cualquier droga en el último año […] Tampoco se aprecian diferencias en el consumo por tipo de droga».
Según encuestas como la que realizó Parametría el año pasado, aún existe una resistencia fuerte de la sociedad, pues cuatro de cada cinco mexicanos se opone a la legalización, mientras dos de cada tres está a favor del uso medicinal.
De acuerdo a las conclusiones del estudio Drogas DF, hecha por el Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas, A,C., los mercados de drogas ilícitas en la Ciudad de México es de unos 85 mil usuarios/clientes. De este total, un 85 por ciento es consumidor de mariguana, un 7 por ciento consume anfetaminas, y un 4 por ciento es usuario de cocaína.
El estudio encontró también que ha aumentado el número de mujeres consumidoras, especialmente jóvenes. El gasto promedio semanal de drogas entre los usuarios es de 21.53 dólares. Teniendo en cuenta que el tamaño del mercado es de 85 mil usuarios, esto representa un valor de mercado de aproximadamente 96 millones de dólares.
En marzo pasado, el Instituto de Atención y Prevención de Adicciones de la ciudad de México detalló que en los últimos cinco años, en el DF el consumo de mariguana entre jóvenes pasó del 4 al 6.6 por ciento.
La legalización del cannabis para uso recreativo en dos estados de EU, así como su regulación del mercado en Uruguay, son significativas en la opinión pública mexicana. La instauración del debate sobre la legalización de la mariguana en la Ciudad de México en 2013 considera reformas en las políticas dirigidas a los usuarios.
No obstante la opinión pública es bastante conservadora en materia de legalización, pues sólo el 37 por ciento de la población la aprueba, según un estudio reciente de Asuntos del Sur.
LA NIÑA GRACE
El caso de Graciela Elizalde Benavides es el emblemático. Esta menor regiomontana, para la que se consiguió la importación del aceite de cannabidiol, ha mejorado su salud de forma significativa, de acuerdo con sus padres.
La infante fue diagnosticada con el Síndrome de Lennox-Gastaut y debido a esa epilepsia, catalogada como muy agresiva, Grace sufría 400 crisis de convulsiones al día.
Sus padres lograron una suspensión de amparo que les otorgó un Juez federal para la adquisición del aceite derivado de la mariguana y su importación al país.
«Sí se llegara a legalizar lo de la recreativa, creemos que estamos a un paso de que la medicinal se autorice», consideró la madre de la niña, Mayela Benavides.
LOS POLÍTICOS SE SUBEN AL TEMA
El primero en estar a favor de debatir la legalización fue el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera Espinosa, el cual señaló que los habitantes de la Ciudad de México ya están listos para el uso de la mariguana.
«Va a ser un parteaguas, mañana, esta determinación de la Suprema Corte de Justicia, y que no se debe rehusar el debate. Creo que la Cámara de Diputados debe participar en esto y el trabajo que se hizo desde la Ciudad de México está listo y nosotros lo aportaríamos», aseguró Mancera.
Los partidos políticos también se sumaron al debate. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) está realizando una encuesta a través de su portal de Internet, en el que le pregunta a sus militantes cómo preferirían que se diera el uso de la droga: 1. De forma legal, para su uso médico. 2. Legal, para su uso médico y recreativo, o, 3. De forma ilegal.
Por su parte, Ricardo Anaya Cortés, Presidente del Partido Acción Nacional (PAN), consideró que es necesario abrir el debate sobre la legalización de la mariguana y afirmó que el tema no ha sido discutido lo suficientemente por los miembros de su instituto político.
«Lo que pedimos es que el debate sea con elementos técnicos y que se tomen en cuenta, sí por un lado, el hecho de que la prohibición engendra violencia, lavado de dinero, crimen organizado; pero que también es cierto, se debe revisar si la legalización no podría aumentar el consumo y convertirse en un problema de salud pública», dijo Anaya.
El ex Diputado federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Fernando Belaunzarán Méndez, ha pugnado por hacer una regulación «inteligente» de la mariguana en México para que esta pueda disminuir su consumo, ya que «regular no es promover, regular es poner controles donde no hay», ha dicho.
Belaunzarán presentó en noviembre de 2012 una iniciativa para legalizar la cannabis, que permitiría a los mexicanos tener hasta cinco plantas para consumo personal y que la venta se realice mediante distribuidores controlados con licencias de la Secretaría de Salud (SSa).
El diputado señala tres razones por las que es conveniente legalizar esta droga: la primera es por salud pública, pues con una regulación se puede tener un control de los consumidores, hacer campañas de prevención, educación y de desarrollo social.
La segunda, indica, es cuestión de seguridad, pues combatir su venta y consumo «ha dado mucha más inseguridad», además de que «es más seguro que alguien vaya a un centro establecido a que vaya con la delincuencia». La tercera es por libertades y derechos. «¿Por qué alguien no puede decidir sobre su cuerpo?», cuestionó el diputado.
Belaunzarán considera que si se regula la marihuana en México, uno de los primeros beneficios sería la segregación del mercado, que los consumidores no convivan con drogas más duras, pues al comprarlas en el mercado negro, el mismo vendedor ofrece otros narcóticos.
EL GOBIERNO FEDERAL ESTÁ EN CONTRA
Algunos funcionarios del gobierno federal no están de acuerdo con la legalización de la mariguana, bajo ningún concepto. Arturo Escobar y Vega, Subsecretario de Gobernación, y Manuel Mondragón y Kalb, Comisionado Nacional Contra las Adicciones han dicho antes que están a favor de su despenalización con fines médicos, no así en lo recreativo.
Incluso, Mondragón dijo que preferiría que se ampliara el número de gramos que está permitido por persona. La «dosis máxima de consumo personal e inmediato», según la Ley General de Salud, es de apenas cinco gramos.
En cambio, en Estados Unidos, se ha logrado que diversos estados de la Unión se sumen a una legalización del consumo de mariguana. En total ya suman 20 entidades además del Distrito de Columbia, que ya permiten su uso cuando menos para fines medicinales. De todos ellos destaca Colorado, que desde el 1 de enero de este año liberó y reguló su venta para fines recreativos.
LA LEGISLACIÓN CONTRA LAS DROGAS EN MÉXICO
La legislación para las drogas en México quedó está establecida en la Ley General de Salud de 1984, junto con lo que en materia de drogas establece el Código Penal Federal luego de las reformas de 1994. Además, en 1996 se creó la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada, que elevó exponencialmente las penas por cualquier delito que se considera cometido en asociación delictuosa.
El 21 de agosto de 2009 entró en vigor un decreto que reforma la Ley General de Salud, el Código Penal Federal y el Código Federal de Procedimientos Penales. El decreto se conoce popularmente como Ley de Narcomenudeo, dado que su principal objetivo es justamente combatir la modalidad del comercio de drogas al por menor. El decreto determina también cantidades máximas de las diversas sustancias permitidas para el consumo personal.
Un estudio del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE), encontró que el gobierno del presidente Felipe Calderón dilapidó recursos del área de procuración de justicia «en casos que no reducen la violencia, sobre todo porque se ha centrado en consumidores de drogas o en vendedores de bajo perfil». La investigación estuvo a cargo del Colectivo de Estudios Drogas y Derecho (CEDD) y lleva por título, (Des) proporcionalidad y delitos contra la salud en México.
Los investigadores encontraron que el 80 por ciento de las condenas por delitos contra la salud, «además de ser excesivas, fueron impuestas a consumidores o vendedores de bajo perfil y no delincuentes que cometen actos violentos u otras conductas delictivas como el tráfico de drogas o el lavado de dinero».
En octubre de 2014 una juez del Distrito de Guanajuato emitió una sentencia que declara inconstitucional la pena de cárcel por posesión simple por considerarla inconstitucional.
¿QUÉ ES LA MARIGUANA?
La marihuana es una mezcla de hojas secas, flores, tallos y semillas del cáñamo, de nombre científico Cannabis sativa. De acuerdo con datos del gobierno de Estados Unidos, la planta contiene una sustancia química que altera la mente llamada delta‐9‐tetrahydrocannabinol (THC) y otros compuestos relacionados a este. Los extractos con un alto nivel de THC también se pueden derivar de la planta de cannabis.
¿CÓMO SE INGIERE O SE FUMA?
El portal gubernamental estadounidense Drug Abuse señala que la mariguana se fuma en cigarrillos hechos a mano (bareto o joint) o en pipas o pipas de agua (bongs). También se fuman en caños—cigarros vacíos que se rellenan en parte o totalmente con marihuana.
Ahora también hay más personas usando vaporizadores como una alternativa para evitar la inhalación del humo. Estos aparatos extraen los ingredientes activos de la mariguana (incluyendo el THC), y coleccionan su vapor en un compartimiento de almacenamiento. De esta forma la persona inhala el vapor y no el humo.
La marihuana también es incorporada a alimentos, como pasteles, galletas o dulces, o también preparada en infusiones como el té. Uno de los últimos métodos más populares de usar mariguana es ingiriendo diferentes formas de resinas ricas en THC.
¿QUÉ EFECTOS TIENE LA MARIGUANA SOBRE EL ORGANISMO HUMANO?
De acuerdo con diversos estudios THC entra al cerebro hace que el usuario se sienta eufórico o “high”, porque actúa sobre el sistema cerebral de gratificación. Este sistema está compuesto por las regiones del cerebro que gobiernan la repuesta de la persona a las cosas placenteras como el sexo o el chocolate, así como a la mayoría de las drogas de abuso. El THC activa el sistema de gratificación de igual manera que lo hacen casi todas las drogas, es decir, estimulando las células cerebrales para que liberen una sustancia química llamada dopamina.
Junto con la euforia, otro efecto reportado frecuentemente en los estudios en seres humanos es el sentirse relajado. Otros efectos, que varían considerablemente entre los distintos usuarios incluyen aumento en la percepción sensorial (por ejemplo, los colores se ven más brillantes), risa, percepción alterada del tiempo y aumento en el apetito. La euforia pasa después de un tiempo y el usuario puede sentir sueño o depresión. A veces, el consumo de marihuana produce ansiedad, temor, desconfianza o pánico.