La caravana ha logrado avanzar alrededor de siete kilómetros sin ser detenida por las autoridades y en medio de un fuerte calor. El objetivo sigue siendo el mismo, llegar a los Estados Unidos.
Tapachula (México), 28 de agosto (EFE).- Una caravana de unos 600 migrantes centroamericanos, haitianos y venezolanos salió este sábado de la ciudad mexicana de Tapachula, en el suroriental estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, en dirección a Estados Unidos.
Alrededor de las 8:00 horas, un primer grupo de unos 300 extranjeros salió del parque central donde lograron caminar unos dos kilómetros antes de incorporarse a la carretera.
Un par de horas después, hicieron una parada y esperaron un grupo similar de migrantes haitianos que se sumaron a la caravana y salieron con dirección a Estados Unidos.
«Lo que queremos es irnos sin hacer daño a nadie para poder llegar a Tijuana, Hermosillo o Mazatlán, ya que el 95 por ciento de las personas quiere llegar al norte del país», dijo a Efe un migrante venezolano que pidió al Gobierno mexicano un corredor humanitario para llegar al norte.
Tapachula, en la frontera con Guatemala, concentra a más de 125 mil migrantes, muchos de ellos durmiendo en las calles, los cuales denuncian desde hace meses el colapso del municipio.
La caravana ha logrado por ahora avanzar apenas unos siete kilómetros en medio del fuerte calor y sin ser detenida por las autoridades migratorias.
Los extranjeros lograron pasar el primer retén en la comunidad de Viva México, principal salida de Tapachula, que conduce a la capital del estado, Tuxtla Gutiérrez.
En el estado de Chiapas hay más de 14 mil elementos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional para detener los flujos migratorios de Centroamérica.
La migración aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos.
Cuando el Presidente Joe Biden llegó a la Casa Blanca, suspendió el programa «Permanecer en México» de su antecesor, Donald Trump, que obligaba a los solicitantes de asilo a esperar su audiencia desde territorio mexicano, miles de los cuales quedaron varados en campamentos fronterizos.
El flujo volvió a repuntar de manera que Estados Unidos detuvo el pasado julio en su frontera sur a 212 mil 672 migrantes, la cifra más alta en 20 años.
El pasado martes, el Tribunal Supremo de Estados Unidos avaló la orden de un Juez que restableció el programa «Permanecer en México».