La tormenta tropical «Harvey», que el viernes por la tarde tocó tierra como huracán de categoría 4, se ha quedado sobre Huston provocando inundaciones devastadoras el domingo en la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos. El Presidente, Donald Trump, anunció que visitará Texas el martes. El domingo se reunió por teleconferencia con las autoridades locales para tratar el apoyo federal a las labores de gestión y recuperación del desastre.
El ojo de esta tormenta tropical se situó hoy en aguas del Golfo de México y seguirá alejado de la costa hasta el martes, informó el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami.
Houston/Ciudad de México, 28 de agosto (AP/EFE/SinEmbargo).- Mientras Houston se preparaba para más lluvia y rescates este lunes, las autoridades empezaron a liberar aún más agua de los embalses sobrecargados por la tormenta tropical «Harvey», a pesar de que esa medida que pretende proteger el centro de la ciudad podría empeorar inundaciones ya devastadoras en torno a miles de hogares.
«Harvey», que tomó tierra el viernes por la tarde como huracán de categoría 4 y se ha quedado sobre la región provocando aguaceros como tormenta tropical, provocó inundaciones devastadoras el domingo en la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos. El avance de las aguas hizo que miles de personas se refugiaran en sus tejados o en terrenos altos. Los abrumados rescatistas no lograban seguir el ritmo de las constantes peticiones de ayuda.
Los residentes cerca de los embalses de Addicks y Barker, diseñados para evitar inundaciones en el centro de Houston, fueron alertados el domingo de que una liberación controlada de ambas presas causaría más inundaciones en las calles y podría afectar a las casas.
El creciente nivel del agua y las lluvias constantes ponían presión sobre los diques, lo que podría causar un colapso si no se liberaba agua, y las autoridades locales pidieron a los vecinos que preparasen sus autos el domingo por la noche y esperasen a que amaneciera el lunes para marcharse.
“La idea es prepararse… empacar lo que necesiten y ponerlo en su vehículo, y cuando salga el sol, salgan”, dijo Jeff Lindner, meteorólogo del Control de Inundaciones del Distrito para el condado de Harris. “Y no tienen que irse lejos, sólo tienen que salir de esta zona”.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército comenzó las liberaciones el lunes por la mañana, antes de lo previsto, ante un aumento drástico del nivel de agua en unas pocas horas, indicó un portavoz del cuerpo. Los planes se adelantaron para evitar inundaciones en más hogares por el agua de los embalses, explicó el vocero Jay Townsend. Los niveles del agua subían a un ritmo de más de 15 centímetros (seis pulgadas) por hora en ambos depósitos, añadió.
Mientras tanto, las autoridades en el condado de Fort Bend, en los suburbios suroccidentales de Houston, ordenaron el domingo por la noche una evacuación general en los distritos cercanos a los diques del río Brazos. Las autoridades del condado se preparaban para una situación de desbordamiento grave en el río para el domingo por la noche.
3 MIL VUELOS CANCELADOS
La tormenta tropical Harvey provocó hoy el cierre de los dos aeropuertos más importantes de Houston (Texas, EU.) y la cancelación de unos cien vuelos, según informaron las autoridades aeroportuarias de las dos instalaciones en sus páginas web.
Los aeropuertos que tuvieron que cerrar son el William P. Hobby y el aeropuerto Intercontinental George Bush, considerado como el más grande de Houston y del que parten vuelos a diferentes países de Europa, África, Oriente Medio y América del Sur.
En total, más de 3.000 vuelos han sido cancelados durante el fin de semana debido a las «catastróficas» inundaciones que sufre el sureste de Texas y que hoy azotan con especial dureza a la ciudad de Houston, la cuarta más grande de EU con dos millones de habitantes y donde el agua podría alcanzar un metro de altura.
El Servicio Nacional de Meteorología estimó que el agua podría alcanzar unos 18 metros, un metro por encima del récord de 2016, según explicó en una conferencia de prensa el juez del condado Robert Herbert, señalando que era un nivel no visto en 800 años. Esa cantidad de agua sobrepasaría los diques y podría hacer que colapsaran.
El domingo, la lluvia incesante cubrió buena parte de Houston de un agua turbia y gris verdosa y convirtió las calles en ríos practicables sólo con embarcaciones. En una operación de rescate que recordaba a los días posteriores al huracán «Katrina», los helicópteros aterrizaban junto a autopistas inundadas, los botes hinchables recorrían barrios anegados y vehículos preparados para terreno inundado recorrían intersecciones encharcadas. Algunas personas se arreglaron con canoas o piraguas o nadaron.
Equipos de voluntarios se sumaron al personal de emergencias para sacar a gente de su casa o de áreas inundadas, tantas que las autoridades tenían problemas para identificar las zonas más afectadas. Instaron a la gente a salir a los tejados de sus casas para no quedarse atrapada en los áticos, y a ondear sábanas o toallas para llamar la atención sobre su ubicación.
A juzgar por las declaraciones federales de desastre, la tormenta había afectado por el momento a aproximadamente un cuarto de la población de Texas, o 6.8 millones de personas en 18 condados. Al menos dos muertes se atribuyeron a «Harvey».
“La amplitud e intensidad de estas precipitaciones va más allá de nada experimentado antes”, indicó en un comunicado el Servicio Meteorológico Nacional.
Los rescatistas tuvieron que darle prioridad a las situaciones que fueran de vida o muerte, dejando a familias afectadas a su suerte. El principal centro de convenciones de la ciudad fue rápidamente abierto como refugio.
No estaba claro cuánta gente había sido rescatada. Hasta mil 200 personas tuvieron que ser auxiliadas solo en el condado de Galveston, señaló Mark Henry, juez del condado, el puesto administrativo de mayor jerarquía en la región.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, dijo que las autoridades habían recibido más de 2 mil llamadas pidiendo ayuda, y la cifra iba en aumento. Instó a los conductores a mantenerse fuera de las carreteras para evitar aumentar el número de personas varadas.
El deterioro de la situación planteaba preguntas sobre las recomendaciones contradictorias que habían ofrecido el Gobernador y las autoridades de Houston antes del huracán. El Gobernador, Greg Abbott, instó a la gente a alejarse de la ruta de «Harvey», pero el alcalde de la ciudad no emitió órdenes de evacuación y dijo a todo el mundo que se quedara en casa.
La Casa Blanca, por su parte, anunció que el Presidente, Donald Trump, visitaría Texas el martes. El domingo se reunió por teleconferencia con las autoridades locales para tratar el apoyo federal a las labores de gestión y recuperación del desastre.
«HARVEY» LLEGA AL GOLFO DE MÉXICO ALEJADO DE LA COSTA
El ojo de la tormenta tropical «Harvey» se situó hoy en aguas del Golfo de México y seguirá alejado de la costa hasta el martes, informó el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami.
Harvey se halla a 40 kilómetros al noreste de Port O’Connor, presenta vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora y se desplaza lentamente hacia el sureste con una velocidad de traslación de 6 kilómetros por hora.
En su boletín de las 12:00 horas de hoy, el Centro Nacional de Huracanes instó a la población del sureste de Texas a «permanecer en lugar seguro, no intentar viajar a las áreas afectadas y evitar conducir por carreteras inundadas», dado que «continúan las inundaciones» que «ponen el peligro las vidas humanas».
«Las catastróficas y peligrosas inundaciones continúan en el sureste de Texas, con inundaciones repentinas en varias zonas», alertaron los expertos del NHC.
Se mantiene un aviso de tormenta tropical (paso del sistema en 36 horas) desde Mesquite Bay hasta High Island, en Texas.
«Harvey», que podría intensificarse ligeramente en las próximas horas, dejará una acumulación total de lluvia de entre 38 y 63 centímetros hasta el viernes próximo sobre la costa alta de Texas y el suroeste del estado de Luisiana.
Pero las lluvias en zonas aisladas pueden producir acumulaciones hasta 1.2 metros en zonas de la costa alta de Texas, incluidas las zonas metropolitanas de Houston y Galveston.
Harvey continúa generando «peligrosas» marejadas ciclónicas y mareas altas que podrían alcanzar hasta los 91 centímetros en la Bahía de Galveston y Morgan City.
CENTRO DE CONVENCIONES REFUGIO DE AFECTADOS
Patricia Cain llegó descalza al centro de convenciones cargando dos tanques de oxígeno. Uno ya estaba vacío y el segundo se lo entregaron los socorristas después de que la rescataron de su casa que se había inundado.
Ella padece del corazón y otras dolencias. Su hijo William y su nieto de nueve años ya la esperaban dentro del refugio, descalzos también.
Los Cain están entre cientos de personas que el domingo llegaron en bote, autobús y a pie al Centro de Convenciones George R. Brown de Houston convertido en refugio tras el paso del huracán Harvey el fin de semana.
Cansados y cargando apenas lo que les cabía en las manos, se preparaban para pasar posiblemente varios días en el refugio. Muchos de los caminos y autopistas principales son imposibles de transitar. Al centro de convenciones también llegaron decenas de voluntarios que vieron los reportes en las noticias o en redes sociales y traían bolsas con donativos.
Dentro de un cavernoso salón que resuena con el sonido de cientos de conversaciones, voluntarios sirven comida, entregan toallas y preparan mesas con ropa donada para una larga fila de evacuados. Algunas personas se juntaban alrededor de una pantalla de televisión que muestra las noticias más recientes sobre la tormenta. Otros recogían tazones de pasta con queso parmesano y tazas de café.
Una larga fila de personas cargando mantas y almohadas espera entrar a un espacio separado que fue habilitado como dormitorio. Voluntarios prepararon alrededor de mil 300 catres y rápidamente armaban más anticipando que llegarán más evacuados para la noche. Hay espacio y camas para unas 5 mil personas. Policías y médicos están listos, aunque el domingo no hubo reportes de arrestos o incidentes mayores.
La Cruz Roja habilitó el centro de convenciones con poco tiempo de aviso, dijo Ken Sandy, una administradora del refugio. La ciudad de Houston anunció el sábado en la noche que había dos refugios, pero uno de ellos tuvo que cerrar debido a que estaba demasiado cerca de la crecida de aguas.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, anunció el domingo en la mañana que el centro de convenciones sería habilitado y unas horas después llegó el primer grupo de desalojados.
La mayoría de personas son latinos o de raza negra, y muchas de sus historias reflejan cómo Harvey afectó a los vecindarios de bajos ingresos y a los indigentes.