El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, dijo que conocía de las desapariciones y lo que sucedía en el interior del penal de Piedras Negras porque los fieles y los sacerdotes se lo informaban. Los Zetas utilizaron una red de hornos del Centro de Readaptación Social de Piedras Negras para encubrir el exterminio masivo y sistemático de personas inocentes durante el periodo que abarca de 2011 a 2013, cuando ese cártel tenía un completo control sobre la mayor parte de Coahuila. A principios de este mes, un ex miembro de ese cártel declaró ante una corte de San Antonio, Texas, que el ex Gobernador de Coahuila y ex líder nacional de Partido Revolucionario Institucional, Humberto Moreira Valdés, recibió dinero para permitirles operar en el estado, al grado de facilitarles helicópteros y vehículos oficiales para evitar los operativos de la Marina.
Ciudad de México, 28 de julio (SinEmbargo).– El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, reveló que conocía de las desapariciones y lo que sucedía en el interior del penal de Piedras Negras, en Coahuila, porque los fieles y los sacerdotes se lo informaban.
Pero era muy difícil ventilarlo porque estaban las familias y la Iglesia católica en el desamparo.
De acuerdo con el diario de Saltillo Vanguardia, al término de la celebración eucarística realizada en la capilla del Santo Cristo, el jerarca católico señaló que hace unos años la región estaba asolada por grupos de la delincuencia organizada.
“Para mí no ha sido ninguna sorpresa porque desde allá yo tenía mucha información sobre lo que estaba pasando y estábamos en el desamparo total en ese momento. A la luz del día desbarataron el caso, a la luz del día se llevaron a personas y todo sucedía a la luz del día. Yo lo supe porque como yo fui Obispo en esa parte, tengo relación con los fieles y los sacerdotes de esa diócesis, ellos me hablaban y me decían lo que estaba pasando ahí”, expuso el sacerdote.
Insistió en que el tema de los desaparecidos de Coahuila se debe de aplicar la justicia y los derechos.
“[El tema de los desaparecidos] siempre ha sido un tema político, por supuesto [que exigimos] justicia para las familias de los desaparecidos y el derecho a vivir en paz”, sostuvo.
Según autoridades locales, entre diciembre de 2009 y enero de 2012, grupos de la delincuencia organizada asesinaron dentro del penal a 300 personas que habían secuestrado en Piedras Negras y otras demarcaciones norteñas de Coahuila.
Por este caso, la Procuraduría de Justicia local mantiene abiertos 27 casos por desaparición que habían ocurrido en el reclusorio.
LOS HORNOS DE LOS ZETAS
Los Zetas utilizaron una red de hornos del Centro de Readaptación Social de Piedras Negras para encubrir el exterminio masivo y sistemático de personas inocentes durante el periodo que abarca de 2011 a 2013, cuando ese cártel tenía un completo control sobre la mayor parte de Coahuila.
A principios de este mes, un ex miembro del cártel de Los Zetas declaró ante una corte de San Antonio, Texas, que personas fueron asesinadas en Allende, Piedras Negras y otras comunidades de Coahuila, y sus cuerpos fueron desaparecidos.
El declarante, de nombre José Luis Rodríguez “El Pollo”, afirmó que Los Zetas le informaron que alrededor de 300 personas fueron asesinadas a tiros para después ser quemadas con combustible o con ácido para desaparecer sus restos.
El acusador subió al estrado en la Corte de San Antonio para testificar en el juicio de Marciano Millán Vázquez, acusado de cometer por lo menos 10 delitos en Coahuila, y reveló ante el jurado detalles de la desaparición y asesinato de personas en la región norte de Coahuila en el 2011.
Declaró que las víctimas eran “gente de Allende, Morelos, Acuña, Piedras [Negras], las áreas cercanas”, de acuerdo con la versión publicada por el diario San Antonio Express News. Explicó que tan solo en Piedras Negras, 40 personas fueron formadas de rodillas y asesinadas a disparos.
Rodríguez, quien operó como traficante de drogas en Piedras Negras y que actualmente enfrenta prisión de por vida por los delitos de secuestro y narcotráfico, dijo que en una entrega de ganancias, le informaron que el capo Poncho Cuéllar había desertado y estaba dando información sobre el cártel a autoridades estadounidenses.
Señaló que le pidieron ayuda para ubicar los domicilios de Cuéllar, quien en ese entonces se desempeñaba como jefe de plaza en Piedras Negras, para asesinar a todas las personas que estaban asociados con él.
Dijo que las órdenes que recibió fueron “ir y levantar todo lo que oliera como Poncho Cuéllar” y agregó que Marciano Millán Vázquez fue uno de los que le pidieron ayuda para localizar las propiedades de Cuéllar.
Otro testigo, que es usado por la Fiscalía norteamericana, informó que Marciano Millán Vázquez desmembró y quemó el cuerpo de otro presunto informante de las autoridades de Estados Unidos.
De acuerdo con el testimonio de Adolfo Tavira, Los Zetas habrían financiado la campaña del ahora Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira Valdez.
El mexicano declaró a la corte de Texas que observó a Los Zetas preparar una Chevrolet Suburban repleta de dinero en efectivo destinada para el ahora Gobernador de Coahuila, Rubén Moreira.
“Se hicieron algunas contribuciones de campaña para el Gobernador”, testificó Tavira, de acuerdo con el diario San Antonio Express News.
“Fue en el rancho Beto Casas [un distribuidor de drogas de Los Zetas]. Lo único que me dijo fue que le habían dado la Suburban con un montón de maletas llenas de dinero”.
El juicio contra el ex líder de Los Zetas en Piedras Negras ha sido particularmente mediático, pues ex miembros del cártel han acusado al ex Gobernador de Coahuila y ex líder nacional de Partido Revolucionario Institucional (PRI), Humberto Moreira Valdés, de haber recibido dinero para permitirles operar en el estado, al grado de facilitarles helicópteros y vehículos oficiales para evitar los operativos de la Marina.
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