La organización Eco-Huellas Tamazunchale señaló que para dar con el paradero de quienes cometieron este crimen con los animales en un predio del Alcalde de Xilitla, Javier Pacheco Sánchez, se debe establecer una denuncia ante el Ministerio Público.
Por Silvia Neri Corona
Xilitla/Ciudad de México, 28 de mayo (Pulso/SinEmbargo).- En un predio ubicado en la comunidad de Aguayo, propiedad presuntamente del Alcalde Javier Pacheco Sánchez, fueron envenenados y colgados de árboles unos perros, los que presuntamente se fueron a comer una vaca muerta, se presume que el veneno fue aventado sobre el animal.
La situación que se presentó consternó a las personas que son defensoras de los derechos de los animales, a través de su cuenta de Facebook, la organización Eco-Huellas Tamazunchale, indicó que para dar con el paradero de quienes cometieron este crimen de animales, se debe establecer una denuncia ante el Ministerio Público.
Conminó a la población a no mostrar sólo su indignación por el crimen de los canes, sino a interponer la denuncia “Ante la indignación y molestia general que ha ocasionado en la población es importante mencionar que según el Código Penal del Estado de San Luis Potosí en el artículo 317 y 317 BIS el maltrato animal está estipulado como un #delito, ante el cual cualquier ciudadano que sea testigo de un acto como éste, la ley señala estamos #Obligados a denunciar ante las autoridades correspondientes (Ministerio Público) para poder hacer #justicia, lamentablemente este tipo de casos seguirán cometiéndose”.
De acuerdo a los comentarios emitidos en Facebook, algunas personas indicaron que la vaca que murió presuntamente era propiedad del Alcalde Javier Pacheco Sánchez y que el terreno en donde fueron colgados los perros muertos, de igual manera estaban en su propiedad, por lo que se desconoce si el animal fue envenenado cuando estaba vivo o ya muerto y esto fue lo que provocó la muerte de los canes.
Cabe destacar que este problema es algo común en las comunidades, en donde las personas nunca entierran a sus animales muertos y los dejan al aire libre, para que sean devorados por los zopilotes y perros que llegan al lugar.
