India enfrenta su peor crisis por el coronavirus, la OMS lamenta que debido a la crisis sanitaria el Instituto Serum –encargado de la producción de más del 60 por ciento de las vacunas a nivel global– no pueda hacer entrega de las 90 millones de dosis que tenía previsto distribuir entre abril y mayo.
MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) – La inexorable propagación del coronavirus ha situado a India en el centro de todas las miradas durante las últimas semanas; un país al borde del colapso que se convierte en un preocupante epicentro del coronavirus un año después de que comenzara la pandemia.
La alta densidad de población y las medidas de higiene han hecho saltar todas las alarmas en uno de los mayores productores de vacunas contra la COVID-19 del mundo. Los hospitales están desbordados y los suministros de oxígeno se agotan. Las cifras son demoledoras: en el último día se han infectado otras 300 mil personas y han fallecido más de 3 mil.
Se trata sin duda de una situación sin precedentes en uno de los países más golpeados por la pandemia, que sigue encadenando cifras récord y ha tenido que recurrir a medidas desesperadas, como la instalación de crematorios y piras improvisados.
A pesar de la aparición de la variante india del coronavirus, los expertos insisten en que esta se detectó ya el pasado mes de octubre y que la situación actual podría no estar directamente relacionada.
La responsable de Emergencias de Unicef España, Lorena Cobas, ha alertado en declaraciones a Europa Press de que los principales escollos en India se centran en la «altísima incidencia de COVID-19 tanto en casos como en muertes asociadas», así como en la gran densidad poblacional, dos elementos que el sistema sanitario «tiene que abordar».
Para ello, ha señalado, es indispensable el uso de vacunas. En este contexto, las autoridades prevén poner en marcha este jueves la tercera fase de la campaña de vacunación a nivel nacional, que se centrará en todas las personas mayores de 18 años. Sin embargo, estados como Chattisgarh, Jharjand, Punyab y Rajastán ya han advertido de que la escasez de viales supone un gran obstáculo.
Hasta el momento solo los mayores de 45 años podían recibir el fármaco, además de los trabajadores sanitarios y los considerados de «primera línea» en la lucha contra el coronavirus. La situación en el país asiático, que superó este miércoles la barrera de las 200 mil muertes por coronavirus tras registrar una cifra récord que supera los 3 mil fallecidos en las últimas 24 horas tras un leve descenso ayer, dificulta también las labores del mecanismo COVAX, el proyecto con el que la Organización Mundial de la Salud (OMS) espera distribuir las vacunas a nivel mundial.
Según Cobas, con la «decisión de dejar más vacunas de las previstas en India en los últimos dos meses se ha podido observar en COVAX una reducción de las que estaban ya planificadas». Sin embargo, ha asegurado que ya están trabajando «para que esa reducción se compense a partir del mes de mayo, quizá junio» y que India entregue las vacunas acordadas para «aumentar la cantidad que faltaba». «Estamos trabajando para cumplir con los países que deberían haberlas recibido durante estos meses», ha dicho.
Así, ha recordado que India se ha visto golpeada desde el principio con tasas «muy por encima de la de los países que la rodean» y ha matizado que el Gobierno está trabajando en ello: «No forma parte de COVAX, pero el siguiente paso es ver qué medidas hay que tomar y en qué medida están las capacidades en el sistema de salud ya instaladas para poder afrontar esta situación», subraya.
Desde la OMS lamentan que debido a la crisis sanitaria el Instituto Serum –encargado de la producción de más del 60 por ciento de las vacunas a nivel global– no pueda hacer entrega de las 90 millones de dosis que tenía previsto distribuir entre abril y mayo.
Varios países se han ofrecido a ayudar a India a hacer frente a la segunda ola de la COVID-19 con material para la fabricación de vacunas, medicamentos y equipos médicos, entre otros, como es el caso de España y el conjunto de la Unión Europea.
El Presidente estadounidense, Joe Biden, ha asegurado que llevará a cabo un envío «inmediato» de recursos tras mantener una conversación con el primer ministro indio, Narendra Modi, al que le ha explicado además su intención es exportar 60 millones de dosis de AstraZeneca.
A Estados Unidos se suman varios países de la Unión Europea, así como Reino Unido, Pakistán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Australia, entre otros, que también han expresado su preocupación por una situación que podría desbordarse y cambiar el curso de la pandemia a nivel mundial.
Reino Unido, por su parte, prevé enviar unos 600 equipos médicos y cerca de 500 concentradores de oxígeno, además de numerosos ventiladores. El Primer Ministro, Boris Johnson, ha recalcado que el país «está con India».
Muchos hospitales del país, especialmente en Nueva Delhi, han rechazado aceptar nuevos ingresos de pacientes dado que no pueden garantizar que existan suministros de oxígeno para todos. Esto ha llevado al Gobierno a escoltar el transporte de bombonas de oxígeno a nivel nacional.
Por su parte, el Embajador de India en España, Sanjay Verma, se ha mostrado optimista y ha asegurado que en «las próximas semanas conseguirán doblegar esta horrible tendencia al alza».
En un evento organizado por el Real Instituto El Cano, tanto él como el portavoz del Ministerio de Exteriores indio Dammu Ravi han agradecido a la comunidad internacional la ayuda ofrecida y han trasmitido sus condolencias a las víctimas y familiares.
«Estamos agradecidos por la solidaridad ofrecida por otros países. La Comisión Europea se ha comprometido y los estados miembro han mostrado su interés en apoyar a India», ha aseverado antes de lamentar que: «Hay mucha gente que necesita oxígeno para sobrevivir». «Las capacidades están mermadas», ha admitido.
Ravi ha expuesto así que su idea es lograr un aumento de los recursos, «tener más ventiladores y más medicinas», algo que «se pedirá a través de los embajadores indios y que se agradecerá venga de donde venga» dado que la prioridad del Gobierno es «salvar vidas».
La lucha para contener la pandemia en India se ha convertido en un claro indicio de que la batalla para derrotar al coronavirus está lejos de terminar y de que, precisamente, los países en desarrollo corren un mayor peligro.
La ONG World Vision ha señalado en este sentido que la COVID-19 podría extenderse desde puntos críticos del país, como Nueva Delhi, donde los hospitales se encuentran desbordados, hacia estados y zonas más pobres pero más pobladas, donde además los servicios de salud son más «débiles».
Sobre este punto, la organización ha denunciado la falta de información y la escasez de vacunación, que afectan a los esfuerzos para distribuir viales y podrían obstaculizar los intentos de hacer frente a la pandemia.
El director de World Vision India, Madhav Bellamkonda, ha indicado que «el reciente aumento de casos de COVID-19 confirma que India está atravesando una de las fases más duras de la crisis», por lo que es «imperativo» que la población siga las directrices del Gobierno y los mensajes de prevención.
La realidad, sin embargo, «es que las ciudades están abarrotadas», tal y como ha detallado antes de explicar que «la movilidad de las personas que no siguen las precauciones impuestas por el Gobierno y la aparición de nuevas cepas han dificultado los esfuerzos de control».
La directora de Acción contra el Hambre en India, Snigdha Sahal, ha incidido en que con los servicios sanitarios desbordados «se prevé que la seguridad nutricional se vea afectada». Por ello, ha instado a los socios a aumentar la financiación para prestar apoyo a los gobiernos locales y a las familias afectadas.
Los casos de coronavirus siguen aumentando a nivel mundial por novena semana consecutiva, con Asia y el Pacífico Occidental a la cabeza. Aunque algunos países comienzan a ver la luz al final del túnel, las organizaciones advierten de que el mundo no está \»ni mucho menos\» cerca de acabar con la pandemia.