“Operadores me han dicho que se está gestando la ‘operación pirámide’. Siempre le cambian de nombre. El proceso anterior le llamaron ‘operación safiro’. Los operadores del partido del Gobierno están al tanto de quiénes son los funcionarios de casilla. Van con ellos y les dicen ‘no vayan, le ofrecemos 2 mil o 3 mil pesos’”, dijo Jaime Cárdenas, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Por Christian Martínez
Coahuila/Ciudad de México (Vanguardia/SinEmbargo).- El doctor Jaime Cárdenas, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la máxima casa de estudios, habló sobre la supuesta “operación pirámide” que podría llevarse a cabo el próximo 1 de julio.
Habló sobre la participación del sector rural y cómo la Sedesol, en este año electoral, aumentó el 50 por ciento de los apoyos en estas regiones.
Durante la conferencia señaló que algunos operadores del PRI le mencionaron de manera personal que se está gestando la “operación pirámide”, que pretende interceptar a los funcionarios de casillas antes de que acudan al día de la jornada y ofrecerles dinero para que falten.
“Operadores me han dicho que se está gestando la ‘operación pirámide’. Siempre le cambian de nombre. El proceso anterior le llamaron ‘operación safiro’. Los operadores del partido del Gobierno están al tanto de quiénes son los funcionarios de casilla. Van con ellos y les dicen ‘no vayan, le ofrecemos 2 mil o 3 mil pesos’”, señaló el ex consejero del Consejos General del Instituto Federal Electoral (IFE) de 1996 a 2003.
Explicó que si el funcionario de casilla no asiste a su compromiso ciudadano, de acuerdo con la ley electoral, los primeros en la lista electoral son los que ocupan el puesto faltante.
Dentro de la operación, el partido que organiza el intento de fraude da la orden a sus miembros que sean los primeros en llegar para poder ocupar el lugar disponible.
El fraude electoral de 2018 es posible, pues se opera desde las entrañas del Instituto Nacional Electoral (INE) que se alista para nombrar a un ganador el 1 de julio antes de la media noche que, además no será el que pueblo mexicano elija en las urnas, dijo en marzo Jorge Alberto López Gallardo, profesor de Física Nuclear de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP).
La operación para consumar el fraude durante la noche del 1 de julio y la madrugada del 2 de julio ya se echó andar, afirmó, pues el INE se empeña en dar a conocer a un candidato con ventaja sobre los otros a las 11 de noche el día de la elección, únicamente con 12 por ciento de las casillas computadas, explicó el investigador que formó parte de un equipo de observadores electorales no oficiales que analizaron los números de las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, y que concluyó, en ambos casos, que hubo fraude electoral.
El INE, explicó en entrevista con SinEmbargo, ya anunció lo que llamó “PREP [Programa de Resultados Electorales Preliminares y el Conteo Rápido] de nueva generación”, con tecnología de punta, pero manipulable, explicó el investigador que en 2012 afirmó que se preparaba fraude electoral para hacer que Enrique Peña Nieto, el entonces abanderado del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganara.
Hoy se prepara un gran fraude para que José Antonio Meade Kuribreña, el abanderado de la alianza entre el PRI, Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Partido Nueva Alianza (Panal), quedé en primer lugar sobre el puntero en las encuestas Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición entre Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES), aseguró.
El ex consejero electoral Bernardo Barranco coincidió sobre lo que se avecina. El uso de la Procuraduría General de la República (PGR) para atacar a candidatos, la utilización de fondos sociales para inducir el voto y las anomalías en comicios estatales son algunos de los indicios que sugieren que se está “fraguando” un fraude en las presidenciales mexicanas de julio, dijo a la agencia EFE.
Junto con otros siete ex consejeros, Barranco publicó un libro titulado El infierno electoral en el que sostiene que el Estado de México celebró el pasado año “una de las elecciones más sucias que ha habido”, y alerta que los mismos grupos de poder que orquestaron esos comicios son los que organizarán las elecciones presidenciales.
Esta entidad federativa que rodea la capital mexicana es la región más poblada del país, gobernada durante nueve décadas por el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), que el 4 de junio del año pasado volvió a reeditar su victoria.
“Fue una elección cargada de fraudes”, dijo en una entrevista con Efe el coordinador del libro, quien avisó de que “el grupo de poder que operó esas elecciones es el mismo grupo que está en el nivel federal”, en alusión al Presidente Enrique Peña Nieto.