El también director de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, informó que el tránsito de infantes se mantiene de forma permanente en los últimos tres años en la Capital potosina.
San Luis Potosí, 28 de abril (SinEmbargo).– A unos días de conmemorarse el 30 de abril, “Día del Niño”, en la actualidad hay más de 50 infantes de procedencia centroamericana en la delegación San Luis Potosí del Instituto Nacional de Migración (INM), quienes próximamente serán deportados a sus países de origen.
Notificó lo anterior en entrevista, Rubén Pérez Ortiz, director de la Casa del Migrante, quien lamentó la situación que viven a diario todos los menores de edad que transitan por México y territorio potosino.
El también director de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, informó que el tránsito de infantes se mantiene de forma permanente en los últimos tres años en la Capital potosina.
Explicó que cuando algún agente migratorio sube a los camiones en donde los menores se trasladan, los detectan para luego ponerlos a disposición de la estancia delegacional del INM.
“Es sumamente doloroso contemplar ese México olvidado, el de los niños pobres, el de los niños que son maltratados (…) He escuchado mucho de parte del Instituto Nacional de Migración de San Luis Potosí, que tiene como proyecto la construcción de su estación migratoria en toda forma”, comentó.
Apenas el mes pasado la ONG Human Rights Watch (HRW) publicó su informe “Puertas cerradas: el fracaso de México a la hora de proteger a niños refugiados y migrantes de América Central”, en el cual señala los fallos de las autoridades mexicanas en la atención de los niños migrantes. Entre los cuales están que pese a que la legislación mexicana contempla que a estos menores hay que realizarles una valoración para saber si tienen necesidad de protección en México, en la mayoría de los casos las autoridades migratorias ni siquiera informan a los niños sobre su derecho al asilo humanitario, señaló en entrevista con Efe el autor del informe, Michael Bochenek García.
“El hecho de estar en detención tiene un impacto negativo en la salud mental”, a lo que se suma que un niño sin la madurez de un adulto enfoca su manera de pensar en “lo inmediato”, explicó el autor del documento.