La decisión es también una derrota del sector más conservador de la Corte personificado en el magistrado Jorge Ignacio Pretelt, quien sostenía que las parejas homosexuales no podían contraer matrimonio, una figura que solo estaba autorizada para parejas heterosexuales.
BOGOTÁ, Colombia (AP) — La Corte Constitucional de Colombia dio el jueves el espaldarazo final al matrimonio entre parejas del mismo sexo y sentenció que en adelante y ante la ley tendrán los mismos derechos que las uniones heterosexuales.
En el caso del matrimonio igualitario «está de por medio precisamente… la defensa de derechos fundamentales», dijo en rueda de prensa el magistrado Alberto Rojas Ríos, quien fue el ponente de la sentencia que le dio luz verde al matrimonio gay en el país.
La votación de los magistrados quedó 6 a 3. Las decisiones de la Corte Constitucional son de última instancia y por tanto inapelables.
El 7 de abril pasado la Corte había anunciado el sentido del fallo en favor del matrimonio entre homosexuales. En esa oportunidad la ponencia era desfavorable al matrimonio gay, que fue derrotada.
En la jornada lo que la Corte dio a conocer fue el nuevo texto de la sentencia ganadora.
El fallo de la jornada, según Rojas, también conlleva retroactividad, esto es, que las «uniones solemnes» que se registraron ante notario «tendrán la connotación de matrimonio con todos sus efectos personales y patrimoniales».
Para llegar a la sentencia del jueves, el magistrado explicó se defendieron derechos clave en una sociedad como la dignidad, la igualdad, la libertad y la familia.
Las parejas homosexuales en el país podían registrar ante un notario las llamadas «uniones de hecho» o «uniones civiles» sin que ello constituyera un matrimonio y disfrutasen de todos los derechos de las parejas heterosexuales.
Desde 2007 las parejas del mismo sexo, por decisión de la misma Corte Constitucional, podían heredarse y afiliarse al sistema de salud y de pensiones.
El Congreso colombiano se ha abstenido de legislar sobre el matrimonio gay, pese a que la Corte Constitucional así se lo había solicitado.
La decisión del jueves llegó después de dos años durante los cuales la Corte Constitucional estudió cinco casos de parejas del mismo sexo que habían intentado casarse después de una sentencia de 2011 considerada «ambigua» por los activistas. Ese fallo habilitó la posibilidad del matrimonio civil para parejas del mismo sexo, de acuerdo con la interpretación de algunos jueces y juristas.
El fallo de la Corte supone un nuevo avance en la igualdad entre sexos después de que en noviembre pasado se aprobó la adopción entre parejas del mismo sexo.
La decisión es también una derrota del sector más conservador de la Corte personificado en el magistrado Jorge Ignacio Pretelt, quien sostenía que las parejas homosexuales no podían contraer matrimonio, una figura que solo estaba autorizada para parejas heterosexuales.
También fue una derrota para la Iglesia Católica y la Procuraduría, que, en representación de la sociedad, se negaron y se niegan a aceptar la unión entre dos hombres o dos mujeres. Pero contrariamente es un triunfo para el gobierno que, a través del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, había dicho que estaba de acuerdo con el matrimonio igualitario.
El activista Mauricio Albarracín ha dicho que con la determinación de la Corte Constitucional ha habido «un cambio formal que tiene que ver con la utilización de la palabra matrimonio, ya que en Colombia la unión civil de por sí está dotada de muchos derechos, pero también se amplían derechos que tienen que ver con el régimen patrimonial, por ejemplo».
Albarracín ha luchado por los derechos de los homosexuales durante muchos años.
Argentina legalizó el matrimonio gay en 2010, siendo el primer país latinoamericano en hacerlo. Uruguay y Brasil lo hicieron en 2013.
En México, sólo en la capital y tres de los 31 estados está legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Sin embargo, en 2015 la Suprema Corte emitió una tesis que declaró inconstitucional limitar el matrimonio gay en México, lo cual abre la puerta para que en todo el país se celebren enlaces entre personas del mismo sexo.