El príncipe de Minneapolis ha muerto. Ya lo sabemos, aunque cueste admitirlo. Desde que aparentemente expirara a causa de la adicción a la morfina, la venta de sus discos se ha disparado hasta el paroxismo. Mientras tanto, su hermana ha levantado la voz para hacerse cargo de una herencia que no es tan cuantiosa si se compara con la trascendencia del artista fallecido
Ciudad de México, 28 de abril (SinEmbargo).- A 150 millones de dólares asciende la herencia de Prince, fallecido por causas que todavía no se han determinado, la semana pasada, con apenas 57 años de edad.
Hablamos de un artista revolucionario y único, sin copia, cuyo deceso ha cimbrado el mundo de la música, tanto como sucedió a principios de año con la inesperada partida de David Bowie.
La cifra que ha dado a conocer la prensa internacional constituye –admitámoslo- un magro legado si se piensa que el rey del funk era uno de los artistas más importantes del mundo y es ahora objeto del reclamo por parte de la hermana del cantante y compositor.
Tyka Nelson sostiene que el artista no dejó ningún testamento conocido y ha solicitado la designación de un administrador especial para repartir su fortuna, en un juzgado de sucesiones del condado de Carver (Mineápolis).
«Desconozco la existencia de un testamento y no tengo razones para creer que el fallecido dejara en forma alguna documentos al respecto», sostiene Nelson en su petición, donde asegura que existe una «emergencia» de «acción inmediata» para distribuir el legado del artista.
Nelson solicita, asimismo, que el administrador de la fortuna de Prince sea la firma privada «Bremer Trust, National Association», que conoce los negocios del cantante ya que proporcionó servicios financieros al artista durante años.
En la documentación presentada, Nelson proporciona una lista de todos los posibles beneficiarios, incluidos los hermanastros del artista: John, Norrine, Sharon, Alfred y Omarr. Según las leyes del estado de Minesota, todos -incluida Tyka Nelson- se dividirían la fortuna a partes iguales.
Las autoridades responsables de la investigación dijeron que no ven «razones para creer, en este momento, que se tratara de un suicidio», aseguró la semana pasada el alguacil del condado de Carver, Jim Olson.
Además, Olson apuntó que en el cuerpo de Prince no había «signos obvios de traumatismos» y afirmó que no encontraron a nadie más en la residencia del artista.
Prince llegó a tener un hijo con la bailarina y cantante Mayte García, pero el bebé que había sido bautizado como Bob Gregory Nelson murió una semana después de su nacimiento a causa de una rara enfermedad.
En recientes declaraciones a la revista Hola!, Mayte, de 42 años, se mostró devastada por la muerte del artista. “Él era todo para mí. Ahora descansa junto a nuestro pequeño”, dijo la ex esposa de Prince.
LAS VENTAS PÓSTUMAS
Mientras se esperan los resultados de la autopsia y se presume que las causas del fallecimiento fueron por el uso de la morfina para calmar los fuertes dolores de espalda que padecía en forma crónica, se ha disparado la venta de los discos del artista.
Según Nielsen Music, en los tres días posteriores a su muerte se vendieron 2,3 millones de canciones de Prince, incluidas un millón el jueves.
El tema más vendido fue «Purple Rain», seguido de «When Doves Cry», «Little Red Corvette» y «Let’s Go Crazy».
El cantante posee actualmente los seis discos más vendidos en iTunes, entre los que están The Very Best of Prince, la banda sonora de Purple Rain, The Hits/The B-Sides, Ultimate, 1999 y Sign O’ the Times.
Prince estaba en pie de guerra con Internet y su música no puede ser encontrada en Spotify ni en Apple Music. Las canciones se obtienen a través de iTunes, en formato físico o a través de la plataforma Tidal, de la cual él era propietario.
De acuerdo a información publicada por Billboard, el cover lanzado en 2008 de la canción “Creep”, original de la banda inglesa Radiohead, ha sido ampliamente compartido en Internet.
Hay que recordar que la canción fue publicada en YouTube a pedido del cantante de la banda, Thom Yorke, quien de esa manera torció la voluntad de Prince que tenía entre sus enemigos a la poderosa cadena de videos.
