La ternura de la escena ha cautivado la redes sociales. El video fue publicado el pasado 24 de marzo y ha sido visto por 3.8 millones de personas, compartido por más de 45 mil y cuenta con más de 18 mil comentarios hasta la publicación de este artículo.
Ciudad de México, 28 de marzo (RT).- Un hombre de 91 años y su esposa de 84 protagonizaron en España un emotivo reencuentro esta semana en medio de las restricciones por el coronavirus. Ana Aguilar había sido operada de una pierna en un hospital de Sevilla, pero su marido, Pedro Stoppa, no había podido visitarla porque las medidas para contener los contagios de COVID-19 se lo impedían, recogen medios locales.
Días atrás, luego de haber permanecido alejados uno del otro, la octogenaria fue dada de alta y llegó a su casa sin que su marido supiera. «Después de semanas sin verse, hoy le han dado el alta en el hospital a mi viejita y ella ha querido sorprender a mi abuelo llegando sin avisar. El reencuentro más bonito del mundo», escribió la nieta de la pareja, Marta Stoppa, quien fue testigo del momento y lo compartió en Twitter.
La ternura de la escena ha cautivado la redes sociales. El video fue publicado el pasado 24 de marzo y ha sido visto por 3.8 millones de personas, compartido por más de 45 mil y cuenta con más de 18 mil comentarios hasta la publicación de este artículo.
Después de semanas sin verse, hoy le han dado el alta en el hospital a mi viejita y ella ha querido sorprender a mi abuelo llegando sin avisar. El reencuentro más bonito del mundo. #Afortunada ??❤️?? pic.twitter.com/WXHRAUdHKn
— Martaa! (@martiitaa_3) March 24, 2021
El 24 de junio, la agencia The Associated Press difundió la imagen del reencuentro entre una pareja de adultos mayores en España, luego de que ambos pasaron físicamente separados durante el brote de coronavirus. La pareja se abrazó separada por una fina capa de plástico.
Pascual Pérez, su esposo, vive en una residencia de ancianos en Barcelona, una de las muchas que impidieron la entrada de visitantes para tratar de proteger a sus residentes del coronavirus, que se cobró la vida de muchos ancianos en el país.
Cañamero, de 81 años, pasó la cuarentena en la vivienda que solía compartir con Pérez. En sus 59 años de matrimonio, nunca habían pasado tanto tiempo separados.
Por eso cuando el centro de mayores Ballesol Puig i Fabra permitió la reanudación de las visitas con la protección añadida de las láminas de plástico, Cañamero fue una de las primeras en llegar. La pareja se besó durante minutos a través de la fina capa de plástico, y de sus mascarillas.