Pese al sólido crecimiento del pasado año, alimentado por el recorte de impuestos para las empresas y, en menor medida, para los trabajadores, las perspectivas apuntan a un frenazo de la economía.
En el último trimestre del año pasado el ritmo de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos fue del 2.2 por ciento.
Por Alfonso Fernández
Washington, 28 mar (EFE).- La economía estadounidense creció un 2.9 por ciento en 2018, el mayor ritmo desde 2015, pero constató la progresiva ralentización de los últimos trimestres, según confirmó este jueves el Departamento de Comercio en su cálculo revisado.
En 2017, la primera economía mundial había registrado una expansión del 2.2 por ciento.
En el último trimestre del año pasado, sin embargo, el ritmo de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Estados Unidos fue del 2.2 por ciento, por debajo del 2.6 estimado previamente.
Como motivo de este recorte, el informe citó el descenso en el gasto de los consumidores, que en EU representa dos tercios de la actividad económica, y cuya alza se redujo del 2.8 al 2.5 por ciento.
Las importaciones crecieron un 2 por ciento, mientras que las exportaciones aumentaron un 1.8 por ciento en el último trimestre del pasado año.
Pese al sólido crecimiento del pasado año, alimentado por el agresivo estímulo fiscal lanzado por el presidente estadounidense, Donald Trump, a través del recorte de impuestos para las empresas y, en menor medida, para los trabajadores, las perspectivas apuntan a un frenazo de la economía.
El indicador de evolución del PIB ha mostrado una progresiva ralentización tras la tasa anual del 4.2 por ciento registrada en el segundo trimestre, el 3.4 por ciento en el tercero y la conocida hoy del 2.2 por ciento.
«Crecimiento anual del 2.9 por ciento. Considerando el volumen del recorte de impuestos, estímulo y aumento de deuda es un registro pobre (y probablemente se reducirá aún más a partir de ahora», indicó Paul Sommerville, analista financiero.
Tras conocerse el dato de evolución del PIB del pasado año, los mercados financieros registraron alzas y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street, subía un 0.37 por ciento.
La Reserva Federal (Fed) ha descartado prácticamente mayores subidas de tipos de interés en lo que resta del año ante la ralentización global, y rebajó también las perspectivas de crecimiento para este año del 2.3 al 2.1 por ciento.
«Puede que pase un tiempo antes de que necesitemos ajustar la política monetaria», dijo Jerome Powell, presidente del banco central, en una conferencia de prensa la pasada semana al término de la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Fed, con lo que abrió la puerta a que no se produzcan alzas del precio del dinero en EU en lo que resta de 2019.
Los tipos de interés de referencia se encuentran actualmente entre el 2.25 y el 2.5 por ciento.
La Fed remarcó, no obstante, la buena salud de la economía estadounidense al recordar que la tasa de desempleo está por debajo del 4 por ciento en niveles considerados próximos al pleno empleo y no vistos desde hace casi medio siglo.
La próxima reunión de política monetaria de la Fed está prevista para el 30 de abril y el 1 de mayo.
El dato del PIB de EU se divulgó con retraso debido al cierre parcial de la Administración federal que se prolongó durante más de un mes durante parte de diciembre y enero pasados.
El FMI y el Banco Mundial celebrarán a mediados de abril su asamblea de primavera, en la que presentarán sus nuevas proyecciones económicas y discutirán los principales desafíos globales.
Según los analistas, es probable que el Fondo reduzca sus previsiones de crecimiento mundial ante las revisiones a la baja de las dos grandes economías mundiales: EU y China.
China ha recortado ya sus previsiones de crecimiento para 2019 a entre el 6 y el 6.5 por ciento, lo que sería el nivel más bajo en más de dos décadas.