António Guterres espera que el 2021 sea un periodo de recuperación para el mundo y declaró la falta de solidaridad de algunos países al acaparar las vacunas.
Ciudad de México, 28 de enero (RT/EFE).- El Secretario General de la ONU, el portugués António Guterres, afirmó este jueves que el pasado año «trajo tragedia y peligro» a todo el mundo e instó a los países a tomar acciones para superar los daños causados por la pandemia.
«El 2020 fue un año terrible para todo el mundo: un año de muerte, desastre y desesperación», afirmó el alto funcionario durante su discurso anual ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Guterres señaló que el 2021 debe ser el periodo para «cambiar las herramientas y poner al mundo en el camino correcto». «Debemos pasar de la muerte a la salud, del desastre a la reconstrucción, de la desesperación a la esperanza, del statu quo a la transformación», añadió.
Además, declaró que hay que garantizar el acceso a vacunas seguras y asequibles e hizo hincapié en la necesidad de una recuperación inclusiva y sostenible. «Las vacunas son la primera prueba moral importante que tenemos ante nosotros», dijo. «La ciencia tuvo éxito, pero la solidaridad fracasó», apuntó.
2020 was a year of death, disaster and despair. 2021 must be the year to change gear and put the world on track.
We need to move from death to health; from disaster to reconstruction; from despair to hope; from business as usual to transformation.https://t.co/2Oi8BHxyep pic.twitter.com/jBh0Op8xmi
— António Guterres (@antonioguterres) January 28, 2021
El Secretario General subrayó la importancia de una inversión masiva en la atención sanitaria universal, la atención de la salud mental, la protección social y el trabajo decente. También exigió el alivio de la deuda e insistió en que la recuperación debe comenzar ahora. «El mundo no puede curarse del virus si se resienten las economías», concluyó.
FALTA DE SOLIDARIDAD
El Secretario General de la ONU también denunció este jueves la falta de solidaridad que se está dando con las vacunas contra la COVID-19, por el momento disponibles únicamente en algunos países y totalmente inaccesibles en las naciones más pobres.
“La ciencia está teniendo éxito, pero la solidaridad está fallando”, subrayó Guterres en un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas en el que detalló sus prioridades para este año.
Según el portugués, las vacunas son una “gran prueba moral” que el mundo tiene ante sí y tienen que ser vistas como un “bien público global”, disponible para todos.
Hasta ahora, sin embargo, Guterres considera que la comunidad internacional está fracasando: “Las vacunas están llegando a un puñado de países rápidamente, mientras que los países más pobres no tienen ninguna”.
“Los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger a sus poblaciones, pero la COVID-19 no puede derrotarse de país en país”, insistió el jefe de Naciones Unidas, que recalcó que si se deja que el virus siga expandiéndose sin control en los Estados en vías de desarrollo terminará por mutar, hacerse más resistente y volver a golpear a los más avanzados.
Además, mencionó estudios que apuntan a que acaparar vacunas podría costar a la economía mundial hasta 9.2 billones de dólares, con casi la mitad del impacto en los países más ricos.
Guterres pidió nuevamente más recursos económicos para la plataforma Covax, la iniciativa que lidera la Organización Mundial de la Salud (OMS) para buscar que las vacunas puedan llegar a todo el mundo.
También reclamó otras medidas específicas como dar prioridad a la vacunación de los sanitarios y las personas de más riesgo, proteger los sistemas sanitarios de los países más pobres para que no sufran un colapso, asegurar un suministro suficiente y una distribución justa de las vacunas (sobre todo a través de Covax) y compartir las dosis sobrantes con esta plataforma.
Además llamó a facilitar licencias para que se puedan manufacturar más dosis y a trabajar con el público para mejorar la confianza en las vacunas.
La lucha contra la COVID-19 debe ser, según Guterres, la prioridad número uno este año para el mundo, seguida de una recuperación de la crisis que cree una economía más inclusiva y sostenible.