Fuentes cercanas al lugar, familiares de pacientes y vecinos que pidieron el anonimato para evitar posibles represalias, indicaron que en los últimos meses se han presentado cinco decesos, la mayoría como resultado de una anemia. Ésta no es la primera vez que el psiquiátrico se ve envuelto en acusaciones de abandono, miseria y desinterés por partes de las autoridades del Sector Salud.
Por Christian Martínez
Saltillo/Ciudad de México, 28 de enero (Vanguardia/SinEmbargo).- Dentro del Centro Psiquiátrico de Parras, uno de los Pueblos Mágicos de Coahuila, en los últimos meses se han presentado cinco decesos, los cuales se atribuyen a la desnutrición de los pacientes.
Vecinos del lugar confirman que familiares que en ocasiones visitan a las personas internadas, compran comida en las tiendas cercanas para introducirla al lugar.
Les han comentado que lo que sus familiares comen no es suficiente y muchas veces tampoco es nutritivo.
Ésta no es la primera vez que el psiquiátrico se ve envuelto en acusaciones de abandono, miseria y desinterés por partes de las autoridades del Sector Salud. Desde hace varios años, Vanguardia ha publicado investigaciones sobre el caso y las condiciones siguen siendo similares.
Ahora, fuentes cercanas al lugar, familiares de pacientes y vecinos que pidieron el anonimato para evitar posibles represalias, indicaron que en los últimos meses se han presentado cinco decesos, la mayoría como resultado de una anemia.
“Está abandonado. No tiene lo básico, lo necesario, tanto como para comida ni medicamento. Las instalaciones están muy deterioradas. Los pacientes se ven descompensados. En este último mes se han muerto dos y a finales del año, tres”, señalaron.
«NO LOS QUEREMOS GORDOS»
«Los sometieron a una dieta que no les da lo suficiente como para defenderse de otras enfermedades. Las personas son muy delicadas para enfermarse de diversas cosas. Además toman mucho medicamento a diario y se enferman del hígado», dice uno de los quejosos.
Las personas indicaron que cuando a las autoridades se les cuestionó el cambio de dieta, se justificaron diciendo que es para combatir el sobrepeso y algunas enfermedades cardiovasculares.
«Se justifican diciendo que es una dieta. ‘No los queremos gordos’, dicen. Pero comer nada más eso es la que provoca que se enfermen de anemia. Fallecen de otra cosa, pero los que van falleciendo tenían anemia antes», dijo uno de los familiares.
EN UN HOSPITAL VIEJO Y CON ESCASO PERSONAL
Los familiares de los internos en el Psiquiátrico de Parras señalan que el edificio es muy viejo y que no fue diseñado para tener la cantidad de población que ahora resguarda.
Hubo alguna vez, inclusive, que los pacientes duraron hasta 10 días consecutivos sin bañarse por falta de agua, dice la fuente consultada.
Cuando se quedan sin gas las enfermeras tienen que cocinar con leña. Dicen que “las personas de Saltillo no mandan el dinero”. Y cuando llueve, son muy pocos las habitaciones que no tienen problemas con las goteras.
“Cuando las enfermeras hablan a Saltillo para reportar que no hay gas para que se bañen los pacientes, les dicen que pongan a calentar agua o que cocinen con leña”, comentó una de las personas consultadas y que tiene relación cercana con el Psiquiátrico.
CON POCO PERSONAL
El número de enfermeras es muy reducido y contantemente faltan los insumos para atender a las personas. No hay calzado para los pacientes y los trabajadores son lo que se organizan para conseguir zapatos, según los entrevistados.
«Algunos familiares, al momento de quejarse la respuesta de la secretaria o de los directivos del lugar, les dicen que si no les gusta el trato, que cambien de lugar a su familiar. Por eso guardan silencio», afirman.
Las personas señalaron que los directivos siempre dicen que las cosas “van bien” por querer salvar sus puestos. Y que las autoridades no están en el lugar, las que están son las enfermeras, ellas son las que saben.
HABLAN LOS COMERCIANTES
En las tiendas cercanas al hospital, las personas señalaron que los familiares acuden a comprar comida, pues dentro se carece de muchas cosas. Además, vecinos han escuchado el rumor de que hace pocos días murieron dos pacientes.
«Ayer vino las señora que puso las queja ante Derechos Humanos, vino a comprarle comida a su familiar, pues dice que no hay dentro y pues aquí vienen seguido a comprar», señaló la dueña de la tienda.
«Yo lo que he escuchado es que hace poco murieron dos. Pero de ahí en adelante, la verdad no sé nada», agrega.
FAMILIARES
Familiares de uno de los internos aseguran que las cinco muertes son verdad y que recientemente acaban de ocurrir. También le adjudican este problema al cambio de administración y a la mala alimentación.
«Mi familiar muchísimas veces sufre accidentes; acaba de entrar personal poco capacitado y a veces pisan a los pacientes para controlarlos».
«Les cambiaron la dieta argumentando que una nutrióloga lo indicó. Y cuando pregunté dónde estaba la nutrióloga para hacerle una pregunta, me dijeron que era una orden que venía de Saltillo».
«¿Cómo una nutrióloga va a poner una dieta sin ni siquiera ir al Psiquiátrico?», cuestiona.
«La mayoría de los enfermos están flacos y que una nutrióloga de Saltillo quiera imponer la dieta de los pacientes no es una buena decisión», se quejan».
«Nunca dejan que uno se entere de las cosas que pasan dentro», dicen molestos.
SECRETARÍA DESCONOCE MUERTES
Alma Rosa Paredes, directora del ISSREEI, indicó a través de su vocera, que estuvo el martes 23 de enero visitando el Psiquiátrico de Parras de la Fuente, después de que familiares pidieran asistencia de alguna autoridad para verificar las condiciones del lugar.
Ahí revisaron si en realidad existía la falta de medicamentos y problemas alimenticios e indicaron que el cambio de dieta era para combatir el sobrepeso de los pacientes.
Al cuestionarle sobre las cinco muertes, indicó que nunca se habló de eso durante la visita y que no tenían conocimiento.
No se pudo establecer comunicación con la directora.
Todos los pacientes tienen IMSS, ISSSTE o son privados, indicaron los entrevistados, por lo que el servicio no se les puede negar.
Desde un par de años atrás, el IMSS se ha visto envuelto en un problema de gasto producido por las enfermedades crónico degenerativas.
Hace algunos días, Enrique Ramón Orozco Besenthal, delegado del IMSS, aceptó que sí existe un problema de liquidez, “pero que no se le puede negar el servicio a nadie”, dijo.
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