Al final de la jornada electoral del domingo 2 de julio de 2006 la certidumbre de asegurar como ganador a uno de los dos punteros, el entonces candidato Felipe Calderón Hinojosa, del Partido Acción Nacional (PAN), o a su opositor del de la Revolución Democrática (PRD), Andrés Manuel López Obrador, no existía.
A las 23 horas de dicho día, Luis Carlos Ugalde, entonces presidente consejero del IFE, salía a dar la cara para señalar: es imposible “determinar, dentro de los márgenes científicos establecidos para el conteo rápido, al partido o coalición que haya obtenido el mayor porcentaje de la votación emitida».
En sus casas de campaña los dos candidatos punteros, López Obrador y Calderón Hinojosa, se adjudicaban el triunfo. No era para menos, el elemento que ayudaría a restar la zozobra a una elección tan reñida no hacía acto de presencia en la noche de ese domingo.
Fue hasta las 2:00 horas del lunes 3 de julio que el Programa de Resultados Preliminares (PREP) se daba a conocer. Con un 72.09% de las casillas computadas los resultados eran los siguientes: Felipe Calderón, 37.18%; Andrés Manuel López Obrador, 36.29; Roberto Madrazo, 19.79%; Patricia Mercado, 3.07, %, y Roberto Campa, 0.98%.
En ese momento se comenzó a cuestionar la tardanza del PREP. Raúl Trejo Delarbre del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM recapitula la experiencia para Sin Embargo: “Hubo un error en el Consejo General del IFE cuando resolvieron no dar a conocer los resultados del PREP, porque estaban demasiado cerca las votaciones de los dos candidatos principales”.
Muchos se preguntaron por qué motivo, si se hablaba de una votación reñida, López Obrador nunca tuvo la delantera. Es decir por qué nunca se dio un cruce entre ambas gráficas. La respuesta vino del mismo PREP. René Miranda, responsable de los resultados preliminares, aseguró ante la prensa el domingo 9 de julio que «hubo momentos en que ingresaban de manera simultánea los votos para las dos coaliciones, y hubo un momento en que hubo más sufragios para Acción Nacional. A las 23:30 horas se estaban recibiendo más de 12 millones; hubo una ráfaga de 12 millones, producto de la llegada de todas las actas en que tenía mayoría el PAN».
Aunado a esto, surgió otro elemento que enrareció los comicios electorales, fue la presunta irrupción de Hildebrando en el PREP. El columnista Álvaro Cépeda Neri lo calificó como “El virus Hildebrando”. Se valió de un algoritmo que restaba votos a AMLO y los sumaba a Calderón, de ahí que nunca se hayan cruzado las tendencias.
“Obviamente, para adelantar el “triunfo de Calderón-PAN, el PREP dejó de lado, secuestró la información que llegaba a favor del PRD-AMLO, para así empujar al panista en los términos que coincidieran con los deseos del foxismo”, escribió en esa ocasión en la revista Contralínea.
Para Jorge Camil, articulista de La Jornada, era “extraño que en una elección tan reñida AMLO no hubiese ido jamás a la cabeza el 2 de julio, ¡ni siquiera por un voto! Y más extraño aún que al día siguiente remontara brevemente para que los votantes vivieran la «emoción democrática» de ver a Calderón alcanzarlo, y eventualmente rebasarlo, sólo que ahora con márgenes programados de 0.20 por ciento”.
Por su parte Carmen Aristegui en su entonces programa Hoy por hoy señaló que Hildebrando S.A, de C.V, empresa que en 2006 dirigía el cuñado del candidato albiazul, Diego Zavala Gómez del Campo, tenía un supuesto control de los listados electorales, a través del software Oracle.
¿QUÉ PASARÁ ESTE 1 DE JULIO?
En las vísperas de la votación federal, el IFE ha sido categórico en cuanto a su relación con dicha empresa de cómputo. “Es importante precisar nuevamente, que Hildebrando no tiene ninguna relación con los sistemas informáticos del IFE, nunca la ha tenido”, sostiene el instituto.
E insiste: “La especulación se basaba en el uso de Oracle (manejador de bases de datos) por parte del PREP. La empresa Oracle también aclaró lo pertinente. De hecho el IFE contrata con Oracle de manera directa productos y servicios, no a través de Hildebrando”.
En el mismo sentido, Trejo Delarbre niega la existencia del supuesto virus informático. “Esas eran puras patrañas, eran absolutas mentiras. No hubo un virus incrustado en el sistema informático de 2006, no hubo un software capaz de modificar los resultados electorales. Nada de eso es cierto”.
HAY UN NUEVO ESCENARIO
La única forma en que puede evitarse un episodio como el de 2006 es con participación en la jornada electoral. Por ello, Delarbre reitera la importancia de involucrarse como ciudadano en la jornada, que no culmina con nuestro voto en la urna, sino con el seguimiento y la participación en el proceso. Hay un nuevo escenario en el que las tecnologías representarán una contribución a la trasparencia. Incluso, el IFE desarrollará una aplicación para que los ciudadanos descarguen el PREP desde teléfonos celulares inteligentes como i-phone y Blackberry.
El uso del Internet, aunado a las redes sociales, influirá de gran manera en la difusión y la revisión de estos resultados. En gran parte porque “hoy tenemos Internet, y el PREP es un instrumento valiosísimo para los ociosos que tengan ganas de asomarse a ver los datos en la red de redes, porque la gente va poder ver los números y las fotos de las actas”, asume Delarbre.
Por lo mismo sería difícil que ocurriera algo similar que en 2006. Ahora con los movimientos que llaman a voto consciente y con la participación de los observadores electorales, al menos en lo que respecta al PREP la transparencia de los resultados preliminares parece ser una garantía.
El martes 27 de junio, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) anunció la conclusión de la auditoría que le realizó al Programa de Resultados Preliminares (PREP). Con ello, la máxima casa de estudios garantizó que los primeros resultados de los comicios electorales que se darán a conocer a la ciudadanía, los partidos políticos y a los medios de comunicación estarán sujetos a los más estrictos controles.
El rector de la UNAM, José Narro Robles, así lo hizo saber al momento de entregar el informe de la auditoría. «México necesita tener más certidumbre y la UNAM puede decir que, contando con toda la participación de las áreas técnicas y habiendo contado con el apoyo de los funcionarios del Instituto, se ha hecho la auditoría, se hicieron las observaciones correspondientes y México cuenta con un PREP más confiable».
El informe de la auditoría señala que se inspeccionaron más de 260 mil líneas de código, o lo que es lo mismo, las instrucciones que las computadoras deben seguir para dar a conocer los resultados del PREP. Asimismo se refiere a una evaluación satisfactoria de la disponibilidad, confidencialidad, integridad, seguridad, confiabilidad y control de acceso de la plataforma.
Con esta participación de la UNAM se valida el funcionamiento del sistema de resultados preliminares que estará en marcha a partir de las 20 horas del 1 de julio.
Es importante destacar la validez de los resultados preliminares, que por sí solos pueden llegar a ser definitivos. Como lo asegura el investigador de Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Raúl Trejo Delarbre para Sin Embargo: “Los resultados (del PREP) permitirán saber quién ganó la elección, salvo que hubiera un diferencia realmente mínima de votos entre el primero y segundo lugar”.
Es de igual importancia conocer que en el caso de que se presentara esta mínima diferencia es preciso saber que estos resultados no tienen la validez para señalar a un candidato como ganador. Como indica el IFE, lo que reporta el PREP son preliminares que tienen un carácter informativo y no definitivo, por lo tanto no tienen efectos jurídicos.
Es cuando se inician los cómputos de los 300 distritos cuando podrá darse un resultado efectivo de la jornada electoral.
Sin embargo, si hay un margen lo suficientemente amplio entre el puntero y el resto de los candidatos, al ganador de la Presidencia de México se le podrá conocer en la noche del lunes 3 de julio.
CÓMO FUNCIONA EL PREP
El procedimiento comienza cuando se cierren las casillas a las 18 horas. Tras lo cual, los funcionarios de casillas deben realizar el conteo de los votos que estarán asentados en las actas de escrutinio.
De estas actas una copia es guardada en un sobre transparente para su cotejo. El resto de las copias estarán contenidas en el paquete electoral que será entregado por el funcionario de casilla al acopiador, quien realizará una segunda verificación del contenido de las actas.
Del acopiador las actas pasan por una doble captura de los datos en las terminales de Captura Remota, en las que se transmitirá la información, a través del CEDAT, a los Centros Nacionales de Recepción de Resultados Electorales Preliminares.
Después de ello se hará una captura digital, una validación de la información transmitida, un último cotejo de las actas, para finalizar con la difusión de los resultados.
AL FINAL, ¿QUÉ VALIDA AL PREP?
¿Qué es lo que valida a este programa tan sujeto a críticas y confrontaciones en los comicios de 2006? Trejo Delarbre considera que además de la garantía que implica una auditoria de la UNAM existen otros elementos. “En primer lugar, el diseño experto de la muestra; en segundo lugar, la honorabilidad de las personas que la ponen en práctica; en tercer lugar, el carácter abierto de su tecnología; en cuarto lugar, la observación de instituciones como la misma UNAM”.
Otro factor es la forma en cómo funciona el sistema, el cual está sujeto a constantes cotejos de la información que contienen las actas, además del peso que pueden tener figuras como los observadores electorales que este año son 40 mil, según el IFE.
Trejo señala que “si hubiera fraude en el PREP eso lo podrían denunciar los ciudadanos que cuidaron las casillas. Dirían el partido tal nos sacó tantos votos y estos otros y yo tengo la copia. Es un proceso abierto en el que participa tanta gente, la participación es justamente la garantía para que sea un procedimiento eficaz y transparente”.
Lo único que podría complicar la credibilidad de los resultados de salida sería una mala decisión, como ocurrió en 2006 cuando los resultados del PREP se demoraron en salir. Esto motivó todo tipo de posturas y reacciones que complicaron aún más un proceso ya en sí difícil. Sería una decisión al momento de los resultados. Por ahora, no está prevista.