La caravana de los pobladores afectados era custodiada por elementos de seguridad y acompañados del representante de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Entre los desplazados hay maestros, comerciantes y habitantes que tenían sus negocios en la comunidad y tuvieron que cerrar y partir.
Por Aurora Harrison
Acapulco, Guerrero, 27 de noviembre (El Sur).– Familias que fueron desplazadas de la comunidad de Xaltianguis regresaron ayer en una caravana, vigilada por policías, para revisar las condiciones en que se encuentran sus viviendas y que dejaron ante la violencia y las intimidaciones del grupo Los Dumbos, y que están saqueadas, en desorden y unas de ellas quemadas.
A las 9:00 de la mañana, unos 50 hombres, mujeres y niños se juntaron en la gasolinera del poblado de Los Órganos, donde esperaron al representante de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos y a autoridades policiacas para trasladarse a Xaltianguis, donde tienen sus viviendas.
De las familias de desplazados hay 18 maestros, comerciantes y otros que tenían sus negocios en la comunidad y tuvieron que cerrar.
Una hora después llegó al punto de reunión el abogado de Derechos Humanos, Concepción Bedolla, quien dialogó con los desplazados y luego abordaron los vehículos particulares y taxis, en los que se dirigieron a la comunidad en una caravana. Atrás iban patrullas de las policías Municipal y Federal.
Algunas familias dijeron que no son todos los desplazados, que algunos están fuera del país por el “temor” que sienten de regresar, porque pidieron en varias ocasiones el apoyo a los gobiernos municipal y del estado cuando fueron obligados a dejar sus casas pero “aplazaron” las audiencias.
Mientras esperaban llegaron dos hombres, que, a decir de los desplazados, eran “halcones” de Los Dumbos los agentes se acercaron a uno de ellos, le hicieron una revisión, preguntas y después lo subieron a la patrulla.
Uno de los desplazados indicó que los “hogares están saqueados, ultrajados y queremos llegar ahí para que los medios sean testigos de que lo que venimos diciendo y comprobado con fotografías y evidencias, de diferentes formas hemos mandado a los gobiernos federal, estatal y municipal y no hicieron caso”.
Agregó que “vamos a llegar sea como sea, con ayuda o sin ayuda de los tres niveles de Gobierno”, y es que precisó que desde el 7 de mayo “unas 250 personas adultas, más los niños, que son más de 100, salimos de nuestras casas”.
“Somos más de mil desplazados, muchos que no conocemos, pero en su momento tuvieron que salir por temor de sus hijos, sobrinos o parientes querían que se incorporaran a la organización SSX, pero como no quisieron se salieron por amenazas de muerte, otros por extorsiones, otras familias por secuestro, hay mucha gente desplazada”, señaló.
En declaraciones a reporteros, el desplazado señaló que hacen“responsables a los gobiernos estatal y municipal de lo que nos pueda pasar, así está la situación de los desplazados porque quienes nos está dando las garantías solamente es Derechos Humanos”.
Recordó que se presentaron entre 15 y 20 denuncias porque “no todos han tenido el valor de hacerlo por el temor a estos compañeros de Xaltianguis, porque son muchas anomalías que hicieron, atemorizaron a la gente con los videos que ellos mismos grabaron cuando entraron a la comunidad”.
Al llegar a la comunidad, los afectados fueron recibidos por efectivos de la Base de Operaciones Mixtas, que están en la entrada principal al poblado, conformada por marinos, Guardia Nacional, Policía del Estado, Ministerial y Municipales.
Ahí explicaron que la idea de su visita era ver las condiciones en las que estaban sus casas y los policías accedieron acompañarlos. Dijeron que se revisarían 10 casas y los medios de comunicación acompañaron a por lo menos tres de éstas.
DESORDEN Y SAQUEO
En una de las viviendas, ubicada a la salida del pueblo, el propietario explicó que se salió el 8 de mayo, que tenía un auto lavado y que se llevaron de éste un carro que tenía en el patio, y herramienta.
Indicó que cuando abrió la puerta para entrar a su casa, los cajones de los muebles los encontró abiertos, las camas con las sábanas tiradas en el piso, al igual que había libros y objetos tirados.
“Ahorita lo que me queda es limpiar mi casa y valorar todo lo que se dice porque mi casa está a la orilla, soy blanco de que me pueda llegar cualquier persona en la noche. Cuando vine en primer día pedí ayuda a los militares que está la gasolinería, pero nada más tomaron mis datos y me hicieron nula la petición”, se quejó.
Precisó que no tiene pensado regresar por el momento “hasta que esté bien la seguridad, ahorita vine a ver cómo está y hay muchas pertenencias que me robaron, la mitad de mis cosas, se llevaron un vehículo que era de mi padre”.
Otra de las casas que se visitó estaba quemada y en otras sólo desorden: pertenencias en el suelo, cajones abiertos, “se llevaron televisiones, refrigeradores, estufas”. En una de ellas dijeron que estuvieron viviendo integrantes de Los Dumbos.
“Nada más es una revisión, no nos vamos a quedar, no hay garantías, por seguridad, porque se dice que ellos andan por aquí arriba. Le comentaba al comandante que de nada sirve que ellos estén en la entrada cuando el pueblo es grandísimo y hay entradas por los cerros, no hay seguridad”, reclamó otro de los desplazados.
Desde que salieron de sus casas, algunos se fueron con familiares, otros decidieron rentar una vivienda y otros están fuera del estado.
El afectado explicó que en su caso, desde el 7 de mayo pasado que salió de su casa y que fue el enfrentamiento, no “sabemos cómo está, solo por vecinos nos dijeron: están saqueando sus casas”. Su vivienda también estaba desordenada, con camas y objetos tirados.
“Vamos a valorar si regresamos porque si nada más la vigilancia es a las orillas de las carreteras, no hay garantías”, indicó.
En su oportunidad, Concepción Bedolla dijo que acudió a atender la solicitud de las familias desplazadas y su labor será como “observador”.
“Se van a verificar los daños, pero eso cuestión y competencia de la Fiscalía, nosotros nada más como observadores de esta diligencia”, aclaró el representante de Derechos Humanos, e indicó que las familias no presentaron ninguna queja, sin embargo se hará un “acta circunstancial de lo que observamos”.
Las familias desplazadas dijeron que habían presentado las denuncias correspondientes a las autoridades, a las cuales pidieron que les dieran seguimiento.