El equipo de Pep Guardiola mostró en Europa la solvencia que no está teniendo en su campeonato esta temporada y demostró una gran superioridad contra un Marsella que en su retorno a la máxima competición europea cuenta sus partidos por derrotas.
Redacción deportes, 27 oct (EFE).- El Manchester City firmó su segunda victoria en otras tantas jornadas de la fase de grupos de la Liga de Campeones al superar con contundencia al Marsella (0-3) en el estadio Velódromo en un gran partido del belga Kevin De Bruyne.
El equipo de Pep Guardiola mostró en Europa la solvencia que no está teniendo en su campeonato esta temporada y demostró una gran superioridad contra un Marsella que en su retorno a la máxima competición europea cuenta sus partidos por derrotas, lo que complica mucho su continuidad.
Tras haber caído en la primera jornada contra el Olympiacos, el equipo de André Villas-Boas dejó patente que le falta calidad en esta competición, pese a que en su campeonato se mantiene en una cómoda cuarta posición a solo tres puntos del París Saint-Germain.
El partido fue un monólogo del City, que encontró el bálsamo a su irregular inicio del campeonato inglés, en el que está situado en el puesto 13.
Saltó apabullante el equipo de Guardiola, que confiscó el balón a los locales e impuso un ritmo y una presión alta que acorraló a los de Villas-Boas, obligados a achicar el peligro.
Con tres hombres atrás, el Marsella se vio superado, incapaz de arrebatar el balón al City y de salir al contragolpe, lo que situó el partido en el guión que más gusta al técnico español.
Tardó 18 minutos el conjunto inglés en abrir la lata marsellesa. Lo hizo en un error de Rongier, que entregó el balón a De Bruyne, quien con mucho espacio tuvo tiempo suficiente para levantar la cabeza y encontrar a Ferrán López, que solo tuvo que fusilar la portería de Mandanda.
Fue el segundo tanto en Liga de Campeones del jugador fichado al Valencia, tras el que marcó en la primera jornada contra el Oporto.
El gol acabó por desajustar a un Marsella que no encontraba la manera de parar el dominio del conjunto visitante, que con una presión muy alta dejó sin oxígeno a los franceses.
La presión de Torres permitió a los 35 minutos recuperar un balón en el área marsellesa que Oleksandr Zinchenko disparó ligeramente desviado.
Tras el descanso, Vilas-Boas aportó algunos ajustes y el Olympique logró sacudirse el dominio del City. El balón circuló más lejos de su área y los ingleses, que siguieron con el monopolio de la posesión, encontraron más dificultades para crear peligro.
Tauvin intentó liderar la respuesta marsellesa con un disparo lejano, pero apenas fue una tibia reacción. El Marsella adelantó sus líneas y dejó más espacio a la espalda de la zaga que generó alguna ocasión a favor del City.
El segundo gol llegó en una internada por la izquierda de Foden, que centró para que Sterling rematara de cabeza y su rechace, tras tocar en Torres, acabó en la zurda de Gündogan, que lo envió a la red.
Redondeó el marcador Sterling en el minuto 81 tras aprovechar la segunda asistencia del partido de De Bruyne, antes de ser sustituido.