La marcha hacia de la capital neozelandesa, Wellington, fue una de las más grandes celebradas nunca en el país y los organizadores dijeron que tuvieron que modificar el dispositivo de seguridad para acomodar a la creciente multitud. Miles más se manifestaron en Auckland y en otras partes del país.
Por Nick Perry
WELLINGTON, Nueva Zelanda (AP) — Decenas de miles de personas marcharon hacia el parlamento de Nueva Zelanda el viernes, en el inicio de la segunda oleada de protestas globales para exigir una actuación rápida contra el cambio climático.
Las movilizaciones están inspiradas por la adolescente sueca Greta Thunberg, quien esta semana intervino en una cumbre de Naciones Unidas en Nueva York.
La marcha hacia de la capital neozelandesa, Wellington, fue una de las más grandes celebradas nunca en el país y los organizadores dijeron que tuvieron que modificar el dispositivo de seguridad para acomodar a la creciente multitud. Miles más se manifestaron en Auckland y en otras partes del país.
Varios millones de personas participaron en la llamada huelga climática global el pasado viernes, organizada para coincidir con el inicio de la cumbre en la ONU. Nueva Zelanda está entre los países que centraron sus protestas en esta segunda jornada, coronando una semana en la que el cambio climático estuvo en lo más alto de la agenda en todo el mundo.
Thunberg dijo que tenía previsto manifestarse en Montreal, Canadá.
«Nueva Zelanda marca el camino en el 2do viernes de la #SemanaPorElFuturo”, tuiteó la activista. «Buena suerte a todos los que se manifiestan en todo el mundo ¡¡Se acerca el cambio!!”.
En Wellington, Katherine Rivers, una estudiante universitaria de 18 años, dijo que era fantástico ver como los jóvenes pasaban a la acción y asumían una responsabilidad personal al manifestarse.
«Tenemos que dejar de complacer a algunas personas que están haciendo dinero con el cambio climático, las grandes empresas petroleras, la industria láctea (…) Y hacer un cambio por el futuro de estos niños que están aquí”, señaló.
Rivers, que estudia biología marina y medio ambiente, dijo que quiere trabajar para mejorar el medio ambiente y que espera “poder tener una carrera”.
Además de los miles de estudiantes de secundaria que decidieron no acudir a clase para movilizarse, a las protestas se sumaron también padres, empleados de oficina y otros adultos. Una de ellos era Violet McIntosh, una abuela de 83 años con tres nietos.
«No es en mi futuro en el que estamos pensado”, explicó añadiendo que era hora de que los políticos dejen de hablar y actúen.
Los dirigentes deberían escuchar a jóvenes como Thunberg, a quien describió como “increíble”.