Sobre el edificio que se ubica en el 241 de la calle Enrique Rébsamen en la colonia Narvarte, hoy están las máquinas que derrumban lo que quedó de él luego del sismo del pasado 19 de septiembre. El saldo en ese punto fue una persona fallecida y 16 familias que perdieron su patrimonio.
El problema es que esos mismos vecinos denunciaron las condiciones de su edificio desde 2014 ante la delegación Benito Juárez y ante su titular, Jorge Romero Herrera y no hubo respuesta; acudió Protección Civil, pero no hubo dictamen por escrito, solo le dijeron a una persona que todo estaba bien, salvo una barda que había que cambiar.
El edificio se mantuvo tres años con grietas externas e internas. Con el temblor de la semana pasada no pudo más.
Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).- Rosario Acosta Olivares no recordaba los tuits que escribió en 2014 en los que solicitaba a la Delegación Benito Juárez que revisara las afectaciones del edificio donde rentaba, ubicado en el 241 de Enrique Rébsamen, Colonia Del Valle.
Ante la tragedia que trajo el sismo del pasado 19 de septiembre, esos cuatro tuits dirigidos al entonces Delegado Jorge Romero Herrera, salieron a la luz por la ausencia de respuestas a las preguntas que provocó el derrumbe de esa propiedad.
El saldo fue la muerte de Laura Ramos, y otras 16 familias perdieron todos sus bienes. Desde el día de ayer, martes 26, la maquinaria comenzó con la demolición total del edificio que actualmente está acordonado y vigilado por elementos de la policía capitalina y del Ejército, acompañados de rondines de patrullas militares y de Policía Federal.
Pero la vigilancia no fue así siempre. En entrevista con SinEmbargo, Rosario Acosta cuenta aún con el shock de la noticia y de las imágenes, lo que sucedió aquel 2014 en que luego de un temblor, las grietas dieron cuenta de que el edificio no estaba del todo bien.
Para ella esta es una de las tragedias del terremoto del 19 de septiembre que pudo evitarse de haber contado con la información y con la atención necesaria de parte de las autoridades.
“En 2014, después de un sismo –no de la magnitud de este último, fue de 6.6 grados– yo vi las grietas en el edificio en el que yo rentaba. Después del sismo se empezaron a abrir unas grietas muy evidentes; me preocupé y les avisé a los vecinos que iba a llamar a Protección Civil. Por Twitter escribí a Jorge Romero, que entonces era el Delegado de Benito Juárez. Se me hizo fácil pedir que nos enviara a alguien para venir a revisar el edificio. Solicité el apoyo, pero nunca obtuve una respuesta, por lo que me di a la tarea de llamar personalmente a la Delegación Benito Juárez para solicitar el apoyo de alguien de Protección Civil que viniera al edificio”, inicia su relato Rosario.
Actualmente, Romero Herrera es Diputado Local en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y Coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN). Gobernó la Benito Juárez de 2012 a 2015.
Luego de pedir licencia para competir por la diputación, se le acusó de entregar por lo menos 36 contratos, de los cuales 22 y otros 14 contratos se habrían otorgado por medio del sistema de “invitación restringida a por lo menos tres proveedores”.
La Delegación Benito Juárez, durante la gestión de Jorge Romero dio los contratos por más de 50 millones de pesos a empresas de colaboradores y familiares de Camilo Campos, candidato del PAN a Jefe Delegacional de Cuajimalpa; dichas empresas fueron contratadas por esa administraciónpara la compra de artículos de papelería, coladeras y linternas y una cena de fin de año para los empleados.
SinEmbargo intentó localizar a través de su teléfono en la ALDF y sus redes sociales, pero no pudo localizarlo hasta el cierre de esta edición.
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LA “REVISIÓN” DE RÉBSAMEN 241
De acuerdo con el relato de Rosario, luego de llamar a la Delegación para solicitar la revisión, le pasaron un segundo teléfono en el que le dijeron que no la podían atender por un cambio de oficinas que realizaban a consecuencia del sismo de 2014.
Le dieron en ese número, otro número y luego otro. En el cuarto número telefónico que le proporcionaron, tuvo contacto con Protección Civil.
“Les expliqué lo que había ocurrido tras el sismo en el edificio –grietas al interior y al exterior en unas bardas–. Me dijeron que sí y que iban a mandar personal. Fueron un par de días después, incluso me preguntaron que en qué horario estaría yo, porque como era yo la que estaba haciendo el levantamiento de petición, yo tenía que estar y entonces acordamos un horario por la tarde. El día que me plantearon la visita, al llegar me informaron que ya se había ido Protección Civil. Me molesté porque me habían dicho que me iban a esperar porque yo iba a dar el recorrido con ellos para decirles exactamente en dónde estaban las grietas”, comenta.
Luego preguntó a la conserje la duración de la visita, lo que se había hecho, lo que habían visto y finalmente, si habían entregado un dictamen que qué habían hecho, visto y finalmente, si habían entregado un dictamen.
“Pero no les dieron dictamen, sólo dieron un recorrido muy rápido de 5 minutos, revisaron y dijeron que estaba bien, que no había daño estructural. No entregaron ningún documento, porque de haberlo hecho me lo hubieran entregado. No dieron nada. Sólo hicieron el recorrido. Ahora, ese documento que alguien obtuvo de la Delegación, no sé si fue el mismo Jorge Romero o alguien más, tiene algunas anotaciones y el nombre de la conserje, la señora Rosa Gómez, pero el rayón que está adelante no sé si simula una firma, pero esa no es la firma de la señora. No sé si sea un rayón o una simulación de la firma”, señala.
El documento se exhibió en la cuenta de Twitter de la Delegación. Tiene fecha del 27 de mayo de 2014 y ahí viene el nombre de Rosario Acosta como la Solicitante. Ese primer documento no tiene nada escrito en la parte de “Dictamen” ni tampoco tiene firma.
El otro documento que se titula “Revisión de Estado de inmueble de inmueble-evento post sísmico”, tiene también el nombre de Rosario Acosta como Solicitante y el de Rosa Gómez como la persona que atendió.
Con base en ese documento, se encontró una separación de juntas en escaleras y rampa de acceso vehicular, en el acceso peatonal una fisura en jardinera y en el cubo de escaleras otra separación de juntas.
Además, un agrietamiento de muro de 5 centímetros que requirió sustitución y una separación en el desnivel.
En las “Recomendaciones / Conclusiones” se puede leer: “no hay afectaciones en la estructura del conjunto”. Está firmado por Dulce Valera y Adriana Torres.
“Nosotros nunca tuvimos contacto con ese documento ni con ningún otro que tuviera un dictamen, una observación o una recomendación. A la señora Rosa sí le dijeron que veían que una de las bardas traseras del estacionamiento, donde había un pequeño jardín, estaba con una grieta diagonal muy pronunciada, muy abierta y que esa barda tenía que tirarse porque ya no funcionaba. La otra barda que también tenía una grieta diagonal, dijeron que esa no, que se podía conservar. Nosotros nos quedamos con la idea de que qué bueno que no había pasado a mayores, que qué bueno que podíamos estar tranquilos. Yo no recordaba esos tuits y estuve cuatro años en ese departamento con la idea de que Protección Civil había afirmado que no pasaba nada”, agrega Rosa.
En un tuit, Christian Von Reich, actual jefe Delegacional de Benito Juárez, dijo que el inmueble sí tenía daños estructurales y debían corregirse y que el dictamen había sido formalmente notificado.
EL SHOCK DE LA PÉRDIDA
“Estoy muy impactada porque más allá de lo material, que sí es la pérdida del patrimonio de mucha gente, el punto clave es la pérdida de la vida de esta persona. Realmente creo que el impacto que nosotros recibimos fue porque gente de la Delegación dice ahora que a nosotros nos dieron la recomendación y nos afirmaron que sí había daño estructural; que este edificio tenía daños muy fuertes y que casi no era habitable. Entonces no nos dieron oportunidad de poder hacer algo para evitar esta tragedia. Fue ahora, pero pudo haber sido el sismo anterior o el anterior”, comenta Rosario.
Le impactó que aún haya una defensa cuando desde hace tres años fue que se solicitó la revisión, primero al Delegado que nunca contestó y después con Protección Civil.
“En su documento dice que no hay daño estructural, aunque hoy afirmen que sí nos dijeron que lo había. Me duele porque mucha gente perdió su patrimonio, porque murió Laura. Pero si estaba sensible ya desde entonces no pudimos saberlo aun cuando tuvimos que ocuparnos de que nos llevaran a alguien a que lo revisara y aun así la Delegación se comprometió a hacer esa revisión y no nos avisaron, imagínate cómo me siento”, comenta.
“Lo más impactante es que si nos hubieran dicho la situación real del edificio, nadie hubiera dudado en llevar a cabo las recomendaciones que nunca nos dieron y que ni se dignaron a darnos por escrito, sólo verbal. Yo era la que hizo el llamado y a mí no me esperaron para dar el dictamen. Lo hicieron en cinco minutos si no es que hasta menos y se retiraron. No diciéndonos lo mínimo nada más. Estoy en un shock por todo lo sucedido, asustada y enojada”, concluye.
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