Ayer, Meyer Klip, presidente del Invea, dijo en conferencia a medios que a comienzo de este 2017 las autoridades solicitaron al Colegio Enrique Rébsamen, donde murieron 19 niños y siete adultos el pasado 19 de septiembre por el sismo, que cesara sus operaciones debido a que no se encontraron registros de su permiso de uso de suelo. Sin embargo, la escuela apeló la resolución y permaneció abierto mientras se llevaba a cabo el proceso legal. Es decir, la infracción no fue suficiente para obligar el cierre de la institución.
El Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México consideró que el ingeniero Meyer Klip dio “información imprecisa e incorrecta” respecto al Juicio de Nulidad que inició el Rébsamen.
Precisó que en el caso del juicio I-23402/2017, iniciado por los representantes legales del colegio, se notificó la sentencia que confirma la validez de la sanción impuesta, “la cual consistía únicamente en una multa de 107 mil 448 pesos”, por lo que el Invea pudo continuar con su procedimiento en virtud de que no había suspensión que favoreciera a la escuela.
Ciudad de México, 27 de septiembre (SinEmbargo).– El Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México aseguró que no han emitido sentencia alguna que impidiera sancionar al Colegio Enrique Rébsamen por violaciones de uso de suelo como lo planteó Meyer Klip Gervitz, por lo que el Instituto de Verificación Administrativa (Invea) pudo continuar con su procedimiento en virtud de que no había suspensión que favoreciera a la escuela.
Ayer, Meyer Klip, presidente del Invea, dijo en conferencia a medios que a comienzo de este 2017 las autoridades solicitaron a la escuela que cesara sus operaciones debido a que no se encontraron registros de su permiso de uso de suelo. Sin embargo, el colegio apeló la resolución y permaneció abierto mientras se llevaba a cabo el proceso legal. Es decir, la infracción no fue suficiente para obligar el cierre de la institución.
Sin embargo, el Tribunal consideró que el ingeniero Meyer Klip dio “información imprecisa e incorrecta” respecto al Juicio de Nulidad que inició el Rébsamen. Precisó que en el caso del juicio I-23402/2017, iniciado por los representantes legales del colegio en contra de los actos del Invea el pasado día 26 de junio de 2017, se notificó la sentencia que confirma la validez de la sanción impuesta, “la cual consistía únicamente en una multa de 107 mil 448 pesos”.
En esa misma resolución, aclaró el Tribunal, quedó firme la “conminación” del Invea al colegio de cumplir con el uso de suelo permitido.
Explicó que mediante resolución de fecha 31 de mayo del 2017, el entonces Tribunal de lo Contencioso Administrativo, hoy de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, se reconoció la legalidad y validez de la multa impuesta al colegio, mismo que se notificó al Invea desde el pasado 26 de junio de 2017. Es decir: Inevea ganó el juicio.
Este procedimiento, expuso el Tribunal en un comunicado, “de ninguna manera le impide al Invea continuar con el procedimiento administrativo respecto a las materias de su competencia”.
El Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México detalló que durante el procedimiento administrativo en el Invea, el Colegio Enrique Rébsamen exhibió una copia simple de Constancia de Uso de Suelo por Derechos Adquiridos, con fecha de expedición de 7 de septiembre de 1993; sin embargo, mediante un oficio emitido por el Director del Registro de los Planes y Programas de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (SEDUVI), se informó que dicho documento no fue emitido por esa dependencia y se exhibió una copia que no coincidía con los datos del colegio.
Documentos en poder de SinEmbargo revelaron que a pesar de que la Fiscalía Descentralizada en Investigación en Delitos Ambientales y en Materia de Protección Urbana de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJCDMX) tenía una investigación abierta en contra de los dueños del Colegio Enrique Rébsamen desde febrero de este año por falsificación de documentos, se solicitó siete meses después, y ya con niños y maestros muertos por el sismo, información a la Delegación Tlalpan.
Un documento fechado el 25 de septiembre de 2017, es decir este lunes, y dirigido a Claudia Sheinbaum Pardo, Delegada de Tlalpan, la Fiscalía le solicita para dar seguimiento a la Carpeta de Investigación CI-FEDAPUR/A/UI-2C/D/00111/02-2017 por el delito de falsificación y uso indebido de documentos, un informe sobre la existencia de algún procedimiento administrativo respecto al centro educativo.
La Fiscalía capitalina solicitó a la demarcación un “informe si existe apertura de procedimiento mercantil para el funcionamiento del colegio y “en caso de existir” le pidió una copia de todo el expediente del Rébsamen.
Además, la autoridad pidió un informe del registro de manifestación de construcción con memoria descriptiva y planos.
El documento fue sellado de recibido el mismo día en que fue emitido: el 25 de septiembre de 2017, es decir seis días después del sismo de 7.1 grados que le quitó la vida a niños y maestros en la escuela.
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LAS IRREGULARIDADES DEL COLEGIO
Al menos en el papel, el colegio Enrique Rébsamen, ubicado en la delegación Tlalpan de la Ciudad de México parecía tener una estructura segura y haber sido construida para resistir un gran sismo.
Sin embargo, se derrumbó con el reciente temblor de 7.1 y dejó 19 niños y siete adultos muertos. Ahora, las autoridades investigan si la construcción de un departamento arriba de la escuela de dos pisos fue la causa de que se colapsara.
La Delegada Claudia Sheinbaum Pardo dijo ayer en rueda de prensa que el inmueble parecía tener todos sus papeles en orden, al menos de acuerdo con los documentos que presentaron los arquitectos e ingenieros que supuestamente evaluaron la estructura.
Dijo, sin embargo, que se inició una investigación para determinar si hubo irregularidades más allá de lo que digan los documentos.
“No nos podemos quedar solamente con el papel”, comentó Sheinbaum. “Queremos que (se) haga una revisión de las características del inmueble”.
Las autoridades dijeron que la propietaria de la escuela privada Enrique Rébsamen construyó un departamento en la planta alta de la estructura colapsada, que según medios incluía un jacuzzi, por lo que investigarían si el peso extra pudo haber estado detrás del colapso.
Sheinbaum dijo que no sabía si eso era verdad, pero comentó que la propietaria, Mónica García Villegas, tenía un permiso de 1983 para construir una escuela y departamentos en el mismo terreno, aunque no estaba claro si eso le autorizaba hacer un tercer piso en la sección del edificio que colapsó.
La escuela fue una de casi 40 edificios que se derrumbaron el 19 de septiembre tras el sismo que mató a 337 personas, 198 de ellas en la Ciudad de México.
Desde entonces han surgido preguntas sobre si las reglas para construir nuevos edificios después del terremoto de 1985 que dejó más de 9 mil 500 muertos fueron seguidas al pie de la letra.
Aunque la construcción de la escuela comenzó en 1983, dos años antes de que entraran en vigor nuevos códigos de construcción, el inmueble fue ampliado a lo largo de los siguientes 34 años sin que hasta ahora haya evidencias de irregularidades, dijo Sheinbaum.
Comentó que el único problema evidente durante ese tiempo fueron dos casos no registrados de ampliación, aunque la dueña pagó una multa por no haberlo hecho y luego se le permitió continuar con las obras.
Sismólogos e ingenieros dicen que los edificios de la Ciudad de México que enfrentan más riesgos durante un sismo son aquellos como el de la escuela Rébsamen, es decir, que fueron construidos sobre lo que fue el lecho del lago que había en la capital en la época prehispánica, donde el suelo puede amplificar las ondas de los temblores.
Un arquitecto firmó un documento con el que certificaba que la escuela era estructuralmente segura, sin embargo, expertos cuestionaron el método usado para determinarlo, que según Sheinbaum, incluyó el uso de sacos de arena para simular el 85 por ciento del peso que podría resistir el inmueble.
La primera sección de la escuela se construyó en 1983, pero al paso de los años se ampliaron otras áreas y se añadieron pisos, dijo Francisco García Álvarez, presidente de la Sociedad Mexicana de Ingeniería Estructural, que evaluó el lugar donde estaba la escuela después de que se cayera.
Al parecer se añadió un tercer piso recientemente a la estructura de 1983 que colapsó con el sismo, lo cual ha levantado dudas sobre los permisos que obtuvo la escuela, y cuándo fue la última vez que fue revisada.