En la primera acción de este tipo en la zona, un grupo de insurgentes del EI atacó varios puestos de la Policía Local y de la Policía de Fronteras en el distrito de Achin, fronterizo con Pakistán, dijo Jamil Sultani, portavoz de la agencia de inteligencia afgana, el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, en inglés).

Señaló que el ataque comenzó sobre las 4:00 hora local (23:30 GMT) y que los insurgentes iban equipados con armas ligeras y pesadas.

Las tropas de Estados Unidos bombardearon dos áreas del distrito, causando la muerte de 60 de los atacantes en una de ellas y 25 en la otra, indicó Sultani, quien contó entre los fallecidos a Jalil Orakzai, un excomandante de los talibanes paquistaníes que se había pasado a las filas del EI.

Agregó que los 85 insurgentes eran ciudadanos paquistaníes pertenecientes al grupo que lideraba Hafiz Sayed Khan, el exgobernador del EI para la denominada región de Khorasan (Irán, Afganistán y Pakistán) fallecido en julio en el bombardeo de un dron estadounidense.

En las últimas semanas, Nangarhar ha sido escenario de graves enfrentamientos entre miembros del EI y los talibanes, que mantienen una lucha por el control de varias áreas fronterizas con Pakistán.

El grupo de la ONU para el seguimiento de Al Qaeda publicó el viernes un informe en el que señala que las dos formaciones se disputan también el narcotráfico en esta región oriental.

Según las conclusiones del estudio, el Estado Islámico está reclutando seguidores en 25 provincias del país asiático, un extremo negado hoy por el Ministerio de Interior afgano, que aseguró que su presencia se limita a Nangarhar y la sureña Helmand.

El Estado Islámico ha irrumpido recientemente en Afganistán, lo que altera el escenario de guerra de los últimos 13 años, y el Gobierno afgano ha establecido unidades especiales para combatirlo.

Estados Unidos mantiene desplegados a 9 mil 800 militares hasta final de año como parte de su misión «antiterrorista» en Afganistán.