Brasil se apoderó del primer puesto en el Grupo E con siete puntos y sacó cita para un enfrentamiento contra México en Samara el próximo lunes. Suiza cerró segunda en la llave con cinco unidades, luego de empatar 2-2 con Costa Rica, y será rival de Suecia en la siguiente tanda.
Moscú, 27 de junio (AP) — ¿Qué les pasa a los grandes en esta Copa Mundial? ¿Alguien que dé un golpe de autoridad?
Sin convencer por tercer partido consecutivo, Brasil certificó el miércoles su pase a los octavos de final con una victoria 2-0 sobre Serbia.
El gol de Paulinho a los 36 minutos, tras un quirúrgico pase de Philippe Coutinho, iluminó el camino del triunfo. Thiago Silva puso el 2-0 a los 68, elevándose frente al marco para cabecear un córner de Neymar.
Brasil se apoderó del primer puesto en el Grupo E con siete puntos y sacó cita para un enfrentamiento contra México en Samara el próximo lunes. Suiza cerró segunda en la llave con cinco unidades, luego de empatar 2-2 con Costa Rica, y será rival de Suecia en la siguiente tanda.
Horas después de que la campeona vigente Alemania fue eliminada y de que Argentina se clasificó tras agonizar, Brasil pasó aprietos para imponer su jerarquía y su clase ante un rival voluntarioso pero con carencias.
Los mismos problemas de Brasil son palpables en las otras selecciones llamadas a ser las grandes protagonistas en Rusia. Tal es el caso de España y Portugal: en octavos, pero sin convencer.
Tras su paso arrollador para ganar las eliminatorias sudamericanas, las dificultades de Brasil no se entienden.
Hasta ahora, Neymar, Coutinho y Gabriel Jesús cautivan con sus regates. Pero el funcionamiento colectivo deja mucho que desear: la Verdeamarela no tiene vértigo y es demasiado previsible.
Cuando se lo proponen, sus rivales dejan en evidencia su vulnerabilidad al atacarles por los costados.
Pero Brasil con lo que tiene puede.
Poco después que el arquero serbio Vladimir Stojkovic le había sacado a Neymar una pelota de gol tras una entrega de Gabriel Jesús, Brasil logró adelantarse en el estadio Spartak de Moscú con un brillante pase en profundidad de Coutinho.
Autor de dos goles en los primeros dos partidos, Coutinho dispuso de tiempo y espacio para filtrar el balón entre dos zagueros y dejárselo servido a Paulinho, su compañero en el Barcelona. Stojkovic salió a cortar el pase adelantado, pero Paulinho llegó primero para empujar el balón al fondo.
El arranque del segundo tiempo fue de espanto para Brasil. Obligada a atacar sí o sí para evitar su eliminación, Serbia se volcó en el área brasileña y acarició el empate cuando el arquero Alisson dejó un balón en el medio y el delantero Aleksandar Mitrovic llegó para cabecear. No fue gol porque Thiago Silva apareció providencialmente para desviar.
Una jugada con pelota detenida apagó el incendio. Neymar sirvió su córner y Thiago Silva se acomodó para el frentazo.
Trámite resuelto, pero sin paz para su técnico Tite.
Para colmo de males, los pentacampeones añadieron otro de sus marineros a la lista de jugadores con problemas físicos, en la que ya estaban Douglas Costa y Danilo.
El nuevo damnificado es Marcelo. Debió retirarse a los 10 minutos. El lateral izquierdo fue reemplazado por Filipe Luis.
En pleno partido, la Confederación Brasileña de fútbol informó que Marcelo sufrió una dolencia en la espalda y que queda pendiente de evolución.
De momento, Neymar y compañía siguen su marcha. Le toca México, un rival obsesionado por alcanzar los cuartos de final en un Mundial por primera vez fuera de casa. ¿Cuál será la versión que mostrará Brasil?