Antes de su entrada en vigencia la estadounidense McDonald’s modificó los nutrientes de su Cajita Feliz, mientras la compañía italiana Ferrero amenazó con acciones legales para proteger su huevo de chocolate Kinder Sorpresa.
Por Eva Vergara y Luis Andres Henao
SANTIAGO, Chile, 27 jun (AP) — Una nueva ley de etiquetado de alimentos entró en vigor el lunes en Chile, uno de los países con las más altas tasas mundiales de obesidad infantil.
La ley ordena que se apliquen etiquetas especiales en los alimentos sólidos y líquidos con calorías, grasas saturadas, sodio y azúcares que sobrepasen los nuevos límites fijados por el Ministerio de Salud. A su vez prohíbe su venta en las escuelas y su publicidad en horarios dirigidos a menores de 14 años y establece que los productos que no cumplen esos parámetros no podrán tener asociado un juguete a su venta.
Antes de su entrada en vigencia la estadounidense McDonald’s modificó los nutrientes de su Cajita Feliz, mientras la compañía italiana Ferrero amenazó con acciones legales para proteger su huevo de chocolate Kinder Sorpresa.
La obesidad se ha duplicado en la última década en América Latina y el Caribe, llegando a 62 por ciento de los adultos y 26 por ciento en los menores y jóvenes. Chile y México se acercan a los altos índices de sobrepeso y obesidad de Estados Unidos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con estudios del Ministerio de Salud chileno cinco de cada 10 niños «presentan exceso de peso» y una de cada 11 muertes se asocian con la obesidad.
Expertos locales y extranjeros consideraron la nueva norma chilena de etiquetado pionera mundial.
«Va a ser la ley más exigente del mundo en el aspecto de que hay una serie de recomendados por la Organización Mundial de la Salud con respecto a las cantidades de ciertas sustancias: por ejemplo con la sal, entre 5 y 6 gramos al día», dijo a The Associated Press la doctora Paloma Cuchí, representante regional de la OMS y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Chile.
Agregó que cuando la ley «se implemente en su totalidad será la primera que se pondrá a los niveles que recomienda… la OMS de estas sustancias como son los azúcares, las sales, las grasas».
La ley fue aprobada en 2012 y su reglamento quedó listo en 2015. Sólo las pequeñas y micro empresas tendrán 36 meses para adecuarse completamente, aunque desde el lunes deben reducir los nutrientes nocivos.
Países de la Unión Europea, México y Ecuador ya utilizan el sistema de etiquetado aunque con diversas exigencias.
No todos están de acuerdo con la nueva norma, especialmente los niños. «A mí me gustan los dulces con juguetes, yo junto los autitos de los Kinder Sorpresa y los voy a echar de menos», dijo Pablo Araya, de 10 años, mientras iba a su escuela.
Cada 100 gramos los alimentos sólidos podrán tener como máximo 275 calorías, 400 milígramos de sal, 10 gramos de azúcares totales y cuatro gramos de grasas saturadas.
Los productos que sobrepasen esos límites exhibirán en la cara principal de su envase un logotipo de color negro con grandes letras en el que se lee «Alto en grasas», por ejemplo.
Sofía Rumpf, dueña de una confitería en el centro de Santiago, se quejó de que «hay gente que de frentón no lleva las cosas que tienen estas etiquetas nuevas» y que muchos que compraban chocolates ahora dicen «esto no lo voy a regalar porque voy a hacer daño».
La doctora Lorena Rodríguez, jefa del Departamento de Nutrición y Alimentos del Ministerio de Salud, dijo a AP que la norma «es pionera a nivel mundial porque incluye tres intervenciones… protección del entorno escolar, prohibición de la publicidad dirigida a niños y etiquetado frontal».
La conocida Cajita Feliz de la estadounidense McDonald’s, que incluye un juguete, modificó el contenido de los nutrientes críticos y ahora «cumple con los límites máximos establecidos», dijo en un comunicado dirigido a AP la directora de Comunicaciones Corporativas de Arcos Dorados para América del Sur, Silvina Seiguer.
Ferrero no respondió varios correos y llamados telefónicos de AP.
Quienes no cumplan las nuevas reglas podrán ser objeto de sumarios sanitarios, que pueden concluir en multas. Si la autoridad tiene dudas sobre la cantidad de nutrientes críticos de algún producto los analizará en sus propios laboratorios, precisó la doctora Rodríguez.