Alrededor de 3 millones de muertes prematuras están relacionados con la contaminación del aire en exteriores y 3.5 millones de muertes prematuras con la inhalación de las emanaciones de las estufas en las viviendas, según un informe de la Agencia Internacional de Energía. Se prevé que el número de muertos relacionados con la calidad del aire en exteriores se eleve a 4.5 millones, principalmente en Asia, debido a que la creciente demanda de energía significa mayores emisiones.
Estocolmo, Suecia, 27 de junio (AP) — Cada año mueren alrededor de 6.5 millones de personas en todo el mundo por problemas relacionados con la contaminación del aire, advirtió este lunes la Agencia Internacional de Energía, que agregó que esa cifra aumentará a menos que el sector de producción de energía intensifique sus esfuerzos para reducir las emisiones.
En su primer informe sobre el tema, la agencia con sede en París recalcó que la contaminación del aire es la cuarta mayor amenaza para la salud humana, después de la presión arterial alta, la mala alimentación y el tabaquismo.
«Si no se cambia la forma en la que el mundo produce y consume energía, la cifra desastrosa de la contaminación atmosférica sobre la vida humana se va a incrementar», advirtió el informe.
La contaminación del aire proviene principalmente de centrales eléctricas, fábricas y automóviles, mientras que la contaminación del aire en interiores es causada por cocinas de combustión sucia, principalmente en los países en desarrollo.
Alrededor de 3 millones de muertes prematuras están relacionados con la contaminación del aire en exteriores y 3.5 millones de muertes prematuras con la inhalación de las emanaciones de las estufas en las viviendas, según el informe.
Se prevé que este último número baje a 3 millones en 2040 gracias a un mayor acceso a las estufas de combustión más limpia en los países pobres, dijo la AIE.
Sin embargo, prevé que el número de muertos relacionados con la calidad del aire en exteriores se eleve a 4.5 millones, principalmente en Asia, debido a que la creciente demanda de energía significa mayores emisiones.
«La contaminación del aire en muchas de las ciudades en crecimiento de la región sigue siendo un peligro para la salud pública y, de hecho, afecta a una mayor parte de la población, cada vez más urbana», agregó el informe.
El mes pasado, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que alrededor de 3 millones de muertes prematuras en 2012 estuvieron relacionadas a la contaminación del aire en exteriores y alrededor de 4.6 millones a la contaminación del aire en interiores.