«Orígenes», concierto de Giovanni Piacentini tendrá lugar este 28 de mayo a las 11:30 horas en el Museo Nacional de Arte. La entrada es de acceso gratuito, pero hay que llegar unos minutos antes para recoger el boleto en el recinto.
Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo).– El guitarrista y compositor mexicano Giovanni Piacentini vuelve a las raíces a través de un recorrido musical por las culturas del continente americano con «Orígenes«, un concierto que tendrá lugar este sábado 28 de mayo en el Museo Nacional Arte.
Como una vuelta a dónde todo empezó, el músico de padre italiano y madre mexicana, regresa a la Ciudad de México, lugar donde nació, para presentarse en un concierto que no sólo lo hace visitar casa, sino también hacer un viaje por la historia y en esta vuelta urgente a los escenarios tras el confinamiento.
«El título de este concierto tiene dos significados: por un lado está la razón histórica de mi intención de llevar al público en una especie de viaje sonoro a través del tiempo que descubre y demuestra cómo ciertos compositores lograron la fusión de la música tradicional autóctona e indígena del continente americano con la música clásica de Europa, cómo se logró esta síntesis, esta fusión; y por otro lado, tiene un valor muy sentimental, muy personal este título porque yo tengo un nombre muy italiano pero soy mexicano. Nací y crecí en la Ciudad de México y llevo mucho tiempo viviendo fuera, así que este es un retorno a mis orígenes personales también, regresar así a la ciudad, estar con mi gente y presentar música con la que he vivido ya más de tres décadas, música que llevo en la sangre y la música que me vio crecer», señala Giovanni Piacentini en entrevista con SinEmbargo.
Giovanni Piacentini encontró en la Ciudad de México su primer acercamiento con la música con la que inmediato conectó y lo inspiró a dedicarse en ella.
Teniendo la posibilidad de estudiar en Berklee College of Music en Boston, Estados Unidos, pronto su camino como guitarrista se fue trazando logrando un álbum debut «Claroscuro», y otros dos más en colaboración con el legendario ingeniero Kevin Killen (Peter Gabriel, Elvis Costello, U2, David Bowie).
Hoy, después de una maestría, doctorado y un recorrido por el mundo por presentaciones, vuelve a visitar a su ciudad natal para reencontrarse en un recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) en el marco de su campaña «Volver a verte» que activa la cultura en la capital.
«Es un retorno muy bonito en ese sentido para mí porque yo entonces de niño iba a esos conciertos presentados por el entonces INBA, hoy INBAL, y tengo muchas experiencias importantes en mi formación como persona en realidad, y ahora el presentarme yo como parte de este ciclo de conciertos tiene un valor sentimental muy grande. Es un ciclo bien bonito de vida presentarme yo ahora».
El músico mira este concierto con entusiasmo pues se suma a las fechas que vuelven tomar fuerza después del paro que provocó el confinamiento por la pandemia y que paralizó las presentaciones en vivo que vieron un respiro en las transmisiones vía streaming. Sin embargo, Piacentini destaca más que nunca el valor de escuchar esta música de forma presencial.
«Nunca va a ser igual estar todos reunidos en el mismo recinto, sentir esa energía. Como intérprete, como alguien que toca conciertos es muy importante también sentir la energía del público, es un ‘dar y recibir’. Yo sí lo digo, es una energía en equipo porque yo interactúo mucho con el público y me parece que la energía que recibes es muy importante y atribuye mucho a la interpretación de esta música. El sábado espero que se cree esa sinergia entre el público y un servidor. Espero que sirva como inspiración a la gente que venga y que se la pasen bien».
«Orígenes» contará con obras del brasileño Heitor Villa-Lobos, el paraguayo Agustín Pío Barrios, el alemán Johann Sebastian Bach, el mexicano Manuel M. Ponce, el argentino Piazzola, el cubano Leo Brouwer y del mismo Piacentini.
Giovanni invita al público a acercarse este sábado a este concierto y alejar prejuicios con esta música que es para todos.
«Desgraciadamente esta palabra ‘compositor’ gusta poco o por lo menos nos da una imagen de un compositor con un pelo muy loco, nos remite a Mozart, a Bach, una imagen intocable, como sagrada, y sí tiene un espectro sagrado, divino increíble, pero no nos olvidemos también que esta música en su época era música popular también. En la época de Mozart, la música que ahora consideramos clásica en ese entonces ese término no existía, simplemente era música que se escuchaba en un bar, un centro social o en una sala de conciertos, era la que se escuchaba».
«Invito a que se acerquen a esta música, a los compositores que estamos aún vivos y podemos hablar de nuestra creación y que lo vean como una cosa mucho más cercana, más casual, mucho mas tangible, con un toque más personal como si fuera un concierto de rock de jazz o de lo que sea, que se acerquen esta música ente comillas ‘clásica’ que en su momento también fue popular y que tiene mucho que ofrecer. Si están dispuestos a abrirse a esta propuesta y quitarse un poco el prejuicio de esto, que es ‘elitista’, creo que puedes encontrar un mundo increíble como lo hice yo de niño en al Ciudad de México».
El concierto tendrá lugar este 28 de mayo a las 11:30 horas en el Museo Nacional de Arte (Ubicado en Tacuba 8, Centro Histórico). La entrada es de acceso gratuito, pero hay que llegar unos minutos antes para recoger el boleto en el recinto.
«Mi sueño más grande ahora es que si viene algún niño a escuchar, espero que disfrute de una experiencia parecida a la que yo tuve y quizás tenga la inquietud de empezar una trayectoria o por lo menos se contagie del entusiasmo que voy a tratar de transmitir y que tenga un impacto importante y positivo en su vida».
Giovanni Piacentini tiene por el momento sólo esta fecha en la Ciudad de México, pues pronto viajará a Estambul, Turquía, para presentar su nueva composición en la exposición del artista Pablo Dávila.
Sin embargo, en unos meses seguiremos teniendo noticias de este músico pues prepara ya su proyecto más ambicioso y grande en honor al guitarrista estadounidense Elliott Smith.