Tras un operativo de la PF seis presuntos proveedores de armas para el Cartel de los Beltrán Leyva fueron detenidos. En el lugar se decomisaron armas cortas, largas, equipos de radio comunicación y vehículos.
Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo).– Seis presuntos integrantes del Cartel de los Beltrán Leyva fueron detenidos este día en Acapulco, Guerrero, tras un operativo del personal de la División de Investigación de la Policía Federal (PF).
Los detenidos fueron identificados como Fernando Santoyo Ramírez, Ricardo Rodríguez Mondragón, Francisco García Jaramillo, Mario Villagómez García, Juan Pablo Mendoza Marina y Luis Antonio Trujillo Canales. Son sospechosos de ser proveedores de armamento para la célula de los Beltrán Leyva que opera en Guerrero.
El inmueble ubicado en la colonia Club Deportivo del municipio de Acapulco fue revisado en cumplimiento a una orden de cateo.
Tras el operativo fueron decomisadas siete armas largas, cinco armas cortas, cargadores con cartuchos útiles de diferentes calibres, equipos de radio comunicación y tres vehículos, uno de ellos con reporte de robo. Tanto los sospechosos como los artefactos decomisados fueron puestos a disposición de Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO).
Los hermanos Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa dirigieron juntos durante la década de 1990 un gran entramado de tráfico de drogas.
La detención en enero de 2008 de Alfredo Beltrán Leyva produjo la ruptura entre el clan familiar y el cártel de Sinaloa, encabezado por “el Chapo” e Ismael “Mayo” Zambada, a quienes los Beltrán Leyva acusaron de traición por supuestamente haber entregado a Alfredo.
El resultado de la ruptura entre las dos bandas criminales fue una violenta guerra entre ellas y el asesinato de miles de mexicanos, incluyendo políticos y numerosos policías encargados de hacer cumplir la ley.
Alfredo Beltrán Leyva fue extraditado de México a Estados Unidos el 15 de noviembre de 2014. En febrero de este año se declaró culpable de haber traficado con cocaína y metanfetaminas y ahora se enfrentará a una condena mínima de diez años de prisión o una pena máxima de cadena perpetua.