António Guterres entró a Ucrania por la frontera entre Polonia y continuó en coche su recorrido hasta Kiev escoltado por la seguridad de la ONU y militares ucranianos.
Por Lourdes Velasco
Kiev, Ucrania, 27 de abril (EFE).- El secretario general de la ONU, António Guterres, llegó a Kiev este miércoles en misión de paz para reunirse mañana, jueves, con el Presidente Volodímir Zelenski, tras visitar ayer Rusia, «por una cuestión logística», a pesar de que el orden de las visitas no fue del agrado del primer mandatario ucraniano.
«El orden de las visitas fue una cuestión logística. Las cartas fueron enviadas a los dos Gobiernos desde Nueva York; Rusia respondió antes y cuando llegaron las de Ucrania se agendó esta visita», explicó a EFE Saviano Andreu, portavoz la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el brazo humanitario de Naciones Unidas.
Guterres entró en Ucrania en la mañana de este miércoles por la frontera por Polonia y continuó en coche su recorrido hasta la capital, Kiev, escoltado por la seguridad de la ONU y militares ucranianos, según pudo comprobar EFE.
En su viaje en automóvil hasta Kiev, el máximo dirigente de Naciones Unidas hizo una parada en el camino en una gasolinera de Wog, un municipio situado a unos 150 kilómetros de Leópolis, así como una segunda en Zhytomyr, a unos 140 kilómetros de Kiev.
António Guterres no sólo verá al Presidente Zelenski y a su Ministro de Exteriores, Dmytro Kuleba, sino que también se reunirá con el personal de las agencias de la ONU para analizar «cómo optimizar la asistencia humanitaria al pueblo de Ucrania», aunque por el momento no se ha revelado qué lugar visitará sobre el terreno.
No ha habido comunicación entre la ONU y el Gobierno ucraniano tras la queja de Zelenski porque el alto mandatario de la ONU visitase primero Moscú. El Jefe del Gobierno ucraniano recordó que era su país quien estaba recibiendo el ataque y consideró que no era justo que Guterres se reuniera primero con Vladímir Putin.
El portavoz de la OCHA explicó a EFE que su viaje a los dos países es «una misión de paz». La ONU, ha dicho, trabaja para que «se acabe cuanto antes el terror y el horror en las zonas que están siendo bombardeadas» y para que «la ayuda humanitaria pueda llegar a la gente que lo necesita».
«Hay muchas partes de Ucrania a las que no podemos llegar, por ejemplo a Mariúpol, o a Jersón. Es urgente que se consiga un acuerdo con corredores humanitarios y que las personas que lo necesiten puedan ser evacuadas», añadió el portavoz de la rama humanitaria de la ONU.
«La guerra ha causado un numero de muertos, desplazados y un nivel de sufrimiento humano inimaginable. Tenemos un 25 por ciento de la población de Ucrania que necesita ayuda humanitaria a causa de la guerra», añadió Saviano Abreu.
Según ha dicho, tras los «acuerdos de Moscú», la ONU ya está preparando y coordinándose para que esas evacuaciones, y la entrada de comida humanitaria sean posibles y se produzcan cuanto antes. Además, ha deseado que puedan fructificar tras las reuniones que tendrán lugar mañana en Ucrania.
El Presidente ruso, Vladímir Putin, admitió ayer que la situación en la ciudad ucraniana de Mariúpol, brutalmente asediada durante semanas por el ejército ruso, es «trágica».
Guterres propuso ayer la creación de un Grupo de Contacto con Rusia y Ucrania para «la búsqueda de las posibilidades de abrir corredores humanitarios seguros con un cese al fuego para garantizar que sean realmente efectivos» en las zonas de Ucrania afectadas por los combates.
Este es el primer viaje que realiza Guterres a los dos países inmersos en una guerra desde mediados de febrero, cuando Rusia lanzó sus tropas contra el este y el norte de Ucrania, desencadenando el mayor movimiento de refugiados en Europa desde hace varias décadas.
La ONU en conjunto ha sido puesta en entredicho durante la guerra de Ucrania por la incapacidad para detenerla ni lograr siquiera una tregua o un acuerdo para «pasillos humanitarios», debido sobre todo al derecho de veto que Rusia tiene en el Consejo de Seguridad como uno de sus miembros permanentes.