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El Alcalde y un pueblo de EU que votaron por Trump, ahora se levantan para defender a mexicano detenido

27/02/2017 - 5:45 pm

En las numerosas cartas de apoyo a Juan Carlos Hernández Pacheco describen a éste como una persona modelo y elogian sus constantes acciones cívicas, como la entrega de recursos para becas escolares, donaciones de comidas para familias necesitadas y un acto de reconocimiento a la policía.

West Frankfort, Illinois, EU, 27 de febrero (AP).- Una comunidad del sur de Illinois, que apoyó de manera abrumadora al Presidente Donald Trump, ahora apoya al gerente mexicano de un restaurante detenido por agentes de inmigración por vivir sin permiso en Estados Unidos.

Entre las numerosas cartas de apoyo a Juan Carlos Hernández Pacheco figuran las enviadas por el alcalde de West Frankfort, el jefe de policía, el director de deportes de una secundaria y el fiscal del condado. En ellas describen a Hernández como una persona modelo y elogian sus constantes acciones cívicas, como la entrega de recursos para becas escolares, donaciones de comidas para familias necesitadas y un acto de reconocimiento a la policía.

Hernández, de 38 años, llegó a Estados Unidos en la década de 1990, pero nunca legalizó su permanencia, según amigos. Ha sido gerente del restaurante La Fiesta Mexican durante una década en esta comunidad de extracción minera, a unos 160 kilómetros al sureste de San Luis.

Hernández fue arrestado en su casa en febrero y continúa detenido en una instalación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) ubicada afuera de San Luis. Las autoridades de ICE se han abstenido de explicar los motivos del arresto de Hernández, pero señalaron que en 2007 fue condenado por conducir ebrio.

Algunos habitantes de la comunidad de 8 mil personas desconocían que Hernández no era residente legal hasta que se enteraron de su arresto.

Aunque la comunidad dio su amplio respaldo a Trump – quien ha adoptado una postura enérgica contra la inmigración como parte central de su agenda y está comprometido a deportar a millones de personas que viven sin permiso en el país – muchos habitantes de West Frankfort dijeron que el caso de Hernández complicó sus puntos de vista sobre la política de inmigración.

«Creo que las personas deben hacer bien las cosas, seguir las reglas y obedecer la ley; creo en eso con firmeza», declaró Lori Barron, propietaria de un salón de belleza, al periódico The New York Times.

«Pero en el caso de Carlos, me parece que tal vez ha hecho más por la gente aquí que lo que este lugar le haya dado. Me parece absolutamente terrible que se lo lleven».

El abogado de Hernández exige que lo dejen en libertad bajo fianza hasta la solución de su caso en tribunales.

La esposa de Hernández, Elizabeth Hernández, y sus tres hijos son estadounidenses. Ella dijo al periódico The (Carbondale) Southern Illinoisan que confía que su esposo pueda volver a casa y «continuar sus esfuerzos para que se convierta en ciudadano estadounidense, algo que él ha deseado por muchísimo tiempo».

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