Publicada en 1963, Los recuerdos del porvenir de Elena Garro (11 de diciembre de 1916, Puebla de Zaragoza-22 de agosto de 1998, Cuernavaca) narra con una prosa poética en voz del pueblo mismo, la historia de Ixtepec, inspirado en Iguala, Guerrero, después de la Revolución. El pueblo es el personaje que todo lo ve y cuenta los tormentos provocados a los pobladores en tiempos del General Francisco Rosas, entre asesinatos, robos y otras ignominias esencialmente contra las mujeres y campesinos.
Por Enrique Mendoza Hernández
Ciudad de México, 26 de noviembre (ZETA).– Penguin Random House reeditó obra de Elena Garro: “Los recuerdos del porvenir necesitaba una edición en Alfaguara, y Alfaguara necesitaba Los recuerdos del porvenir”, expresó a ZETA Mayra González Olvera, directora literaria de Alfaguara México.
Una obra maestra de la literatura hispanoamericana que faltaba en el catálogo de la colección Narrativa Hispánica de Alfaguara es Los recuerdos del porvenir de Elena Garro, título que el sello de Penguin Random House Grupo Editorial acaba de publicar este año.
“Estamos muy contentos, empezamos conversaciones hacia mayo de 2018 más o menos, en ese momento se abrió la posibilidad de tener Los recuerdos del porvenir en Alfaguara, por ahí empezó la conversación”, expresó a ZETA Mayra González Olvera, directora literaria de Alfaguara México.
De manera tal que Los recuerdos del porvenir se une también a otras obras de Elena Garro en el catálogo de Penguin Random House, entre estas “Cuentos completos” (Debolsillo, 2018) y “Reencuentro de personajes” (Debolsillo, 2019).
“Estamos en el proyecto hacia 2020, 2021, para ir sacando algunos libros como Mi hermanita magdalena, seguramente saldrá en Debolsillo; y una compilación de novelas breves en volumen uno y volumen dos en Alfaguara; habrá Elena Garro para rato, en Alfaguara y en Debolsillo de Penguin Random House”, complementó González Olvera, para luego abundar en la importancia de la reedición de Los recuerdos del porvenir en la literatura hispanoamericana.
“ES IMPORTANTE POR LA MAGNITUD LITERARIA”
Publicada en 1963, Los recuerdos del porvenir de Elena Garro (11 de diciembre de 1916, Puebla de Zaragoza-22 de agosto de 1998, Cuernavaca) narra con una prosa poética en voz del pueblo mismo, la historia de Ixtepec, inspirado en Iguala, Guerrero, después de la Revolución. El pueblo es el personaje que todo lo ve y cuenta los tormentos provocados a los pobladores en tiempos del General Francisco Rosas, entre asesinatos, robos y otras ignominias esencialmente contra las mujeres y campesinos.
— ¿Por qué es importante Los recuerdos del porvenir?, publicada incluso antes de “Cien años de soledad” de 1967…
“Es importante por varias razones. Es importante por la magnitud literaria, es decir, estamos frente a una verdadera obra maestra. Se ha comentado muchísimo: en realidad Los recuerdos del porvenir es la verdadera precursora del realismo mágico y se intuye que probablemente García Márquez, como otros escritores que se fueron por ese lado, tuvieron una cierta influencia ya de Los recuerdos del porvenir; entonces, es importante por la grandeza literaria, por la grandeza de la obra.
“Es importante también por el nivel de actualidad y de vigencia que tiene la obra. Los recuerdos del porvenir es una novela que leída hoy en 2019 en Chile, Colombia, Argentina, España, nos damos cuenta de que nos está hablando de lo que estamos viendo en este momento, de lo que todavía tenemos pendiente como sociedad del tema de la violencia contra la mujer, del racismo, del robo y maltrato a los campesinos, de lo que pasa cuando termina finalmente el sueño revolucionario y viene la cruda realidad”.
González Olvera sentenció: “Los recuerdos del porvenir es una novela necesaria y debe estar en librerías con permanencia, también con elementos que la refrescan, que es lo que nosotros hicimos con esta edición”.
“UNA NOVELA TOTALMENTE REDONDA”
En entrevista con ZETA, la directora literaria de Alfaguara México, Mayra González Olvera, valoró la voz narrativa, estructura, personajes y otros elementos que hacen de Los recuerdos del porvenir, “una novela redonda”.
“Elena Garro sin duda tenía una imaginación brutal. Los recuerdos del porvenir es una novela totalmente sensorial, que realmente sentimos el pueblo; escuchamos su voz, olemos sus olores, entramos a las casas. De entrada ya el tema de cómo los lectores nos enfrentamos a las primeras páginas, a esta voz que nos habla, es una voz peculiar, una narración bastante distinta, bastante particular y resulta que es la voz del pueblo. La manera en que Elena Garro arma esta voz narrativa, en la que hace que el pueblo nos hable durante toda la narración; la manera en que convierte al pueblo en un personaje, es la parte de estos elementos que tiene la novela”, manifestó González Olvera a este Semanario.
Y abundó sobre algunos elementos fantásticos en Los recuerdos del porvenir:
“Hay varios elementos que es justamente lo que le llega a pasar a algunos personajes y que no tienen que ver con la realidad, tiene que ver más con mecanismos fantásticos; ahí es donde ocurren ciertos guiños fantásticos dentro de la narración”.
En torno al tiempo y los personajes, refirió:
“Una cosa muy importante en Los recuerdos del porvenir es cómo a través de la narración que Elena Garro hace, nos va dando esta sensación de lentitud del tiempo, de que van pasando poco a poco las situaciones que estamos viviendo, el manejo del tiempo es magistral en la novela. Lo otro son los personajes, la manera en que profundiza en la naturaleza humana, en la que puede dibujar a un personaje como el General Rosas, que es un villano, que es sangriento, que en verdad es completamente injusto con sus acciones, pero es también un hombre que ama, que se obsesiona, que se siente vulnerable cuando ya está frente al objeto de su deseo y se da cuenta que no necesariamente lo quiere, que no necesariamente le va a dar de su lado. El personaje de Julia es una mujer muy de su tiempo, pero también de nuestro tiempo”.
Mayra González remató: “Los recuerdos del porvenir tiene elementos por todos lados: si lo vemos en la estructura, en el manejo del tiempo, en la construcción de personajes, en el lenguaje, entonces es una novela totalmente redonda”.
REFLEXIONAN SOBRE LA OBRA DE GARRO
Los recuerdos del porvenir incluye cinco textos de algunas autoras que valoran la obra de Elena Garro, entre ellas Gabriela Cabezón Cámara, Isabel Mellado, Lara Moreno, Guadalupe Nettel y Carolina Sanín.
“Lo que hace Garro es excepcional, es representar eso que no estaba representado aún, la experiencia del tiempo en este subcontinente en el que la Conquista no se acaba nunca. Y lo logra de modo tal que no podemos soltar la novela hasta terminarla. Y cuando termina la soltamos con pena. Y la volvemos a agarrar enseguida”, advierte Gabriela Cabezón Cámara en “Un día latinoamericano”.
“Frente a las injusticias, abusos de poder e infamias constantes que se acumulan en Ixtepec, muchos otros de sus habitantes sueñan con la huida. Garro, generosa con sus personajes de Los recuerdos del porvenir, les concederá la ilusión de un respiro, una posible rebelión frente a sus anhelos de cambio, mediante el teatro, el baile, las palabras del diccionario”, escribe Isabel Mellado por “Rescatar con la palabra”.
“Elena Garro contó un mundo que apenas ha cambiado. Porque solo hemos limpiado el polvo de los muebles viejos, todavía. Porque queda tanto camino por hacer. Ha llegado a mis manos un libro hermoso, suave y duro como un paisaje olvidado. Elena Garro es la memoria: aquello de lo que nunca nos debemos alejar”, sentencia Lara Moreno en “Las mujeres de Ixtepec”.
Y en su texto Un canon por venir, Guadalupe Nettel señala: “Aunque el término ‘realismo mágico’ fue acuñado en 1925 por el crítico alemán Franz Roh, el género se hizo mundialmente famoso a partir de la obra de Gabriel García Márquez, que debe mucho -lo reconociera o no- a la de Elena Garro. Hay que recordar que la autora escribió esta novela en 1952 y la publicó antes de que salieran a la luz tanto Cien años de soledad, como Terra nostra y Casa de campo, consideradas hoy en día como las mayores exponentes del realismo mágico latinoamericano. Es imposible no detectar en Los recuerdos del porvenir otros fragmentos que después retomarían otros escritores”.
Finalmente, Carolina Sanín lapida en La piedra aparente: “La expresión propia del realismo mágico, que no llamaremos más así, es una modalidad de la metáfora que no solo vincula objetos a través de la semejanza de sus naturalezas, sino que también vincula distintas temporalidades, desafiando la lógica de las causas y las consecuencias: ‘Desde que los zapatistas me quemaron la casa, se me queman los frijoles’, dice un personaje de Los recuerdos del porvenir”.