En un comunicado, la cancillería expresó su «preocupación» por los hechos ocurridos el domingo, cuando centenares de migrantes rompieron un cordón de la policía mexicana en Tijuana con la intención de cruzar la frontera, donde autoridades estadounidenses les repelieron con gases lacrimógenos.
México, 26 de noviembre (EFE).- El Gobierno de México presentó una carta diplomática ante la embajada de Estados Unidos pidiendo que se investigue el uso de gases lacrimógenos contra migrantes en la frontera entre ambos países, informó hoy la Secretaría de Relaciones Exteriores.
En un comunicado, la cancillería expresó su «preocupación» por los hechos ocurridos el domingo, cuando centenares de migrantes rompieron un cordón de la policía mexicana en Tijuana con la intención de cruzar la frontera, donde autoridades estadounidenses les repelieron con gases lacrimógenos.
En la carta diplomática, México «solicitó a las autoridades estadounidenses que realicen una investigación exhaustiva de los hechos en los que fueron utilizadas armas no letales de Estados Unidos hacia México«.
Y es que todavía existe confusión sobre si la policía fronteriza estadounidense usó los gases lacrimógenos cuando los migrantes todavía estaban en territorio mexicano, lo que podría haber supuesto una violación de la soberanía del país latinoamericano.
En el comunicado, la cancillería mexicana reiteró su «compromiso de continuar protegiendo en todo momento los derechos humanos y la seguridad de las personas migrantes».
Asimismo, destacó «el interés de México de mantener la estrecha cooperación para enfrentar el fenómeno migratorio de manera conjunta» con Washington.
El Presidente saliente de México, Enrique Peña Nieto, agradeció hoy las labores de la Policía Federal en la ciudad fronteriza de Tijuana y abogó por una «migración ordenada» de los centroamericanos que intentan alcanzar territorio estadounidense.
Por su parte, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a México mediante un mensaje en Twitter a enviar de vuelta a sus países de origen «por cualquier medio necesario» a los migrantes que tratan de llegar a territorio estadounidense, y amenazó con cerrar la frontera «permanentemente».
Más tarde, en declaraciones a la prensa, Trump defendió el uso de gas lacrimógeno para dispersar a los migrantes en la frontera con México, y negó que ese agente químico se usara contra niños, como han denunciado numerosas organizaciones.
Los agentes migratorios «tuvieron que usarlo, porque les venía una avalancha de gente muy dura, y usaron gas lacrimógeno. Lo importante es esto: nadie va a entrar en nuestro país a no ser que entre legalmente», dijo.