Cuarón habló acerca de Cleo, el personaje que está inspirado en la cuidadora de su infancia y que guía gran parte de la película. Roma, producida por Netflix, muestra el día a día de una familia burguesa en el México de los años 70, un «ejercicio de memoria» que retrata «la perversa relación entre raza y clase».
Madrid, 26 de noviembre (EuropaPress).- El cineasta Alfonso Cuarón regresa el próximo 5 de diciembre a los cines con Roma, un filme autobiográfico en el que repasa su infancia en México con una mujer «silenciosa y poco contestataria» como protagonista, porque «en la vida, como en el cine, no todo son rebeldes».
«Hay una herencia de un cine convencional en el que el personaje tiene que ser proactivo, como si el resto no lo fuera: el silencio no quiere decir falta de actividad. Es heredado de un cierto cine de Hollywood, en el que un personaje oprimido al final se rebela y da un discurso inspirador convirtiéndose en físico nuclear», ha comentado con humor el director en un encuentro con la prensa.
Cuarón se refiere de esta manera a Cleo, el personaje que está inspirado en la cuidadora de su infancia y que guía gran parte de la película. Roma, producida por Netflix, muestra el día a día de una familia burguesa en el México de los años 70, un «ejercicio de memoria» que termina por retratar «la perversa relación entre raza y clase».
«En ningún momento intenté hacer una película política o de denuncia, es más bien una tesis que parte del punto de vista particular. Pero al crear un contexto en el que quieres explotar heridas personales y familiares, es casi imposible construirla sin ver esas llagas sociales que compartimos como sociedad», ha aseverado.
De hecho, el ganador del Oscar por Gravity ha insistido en que esas «heridas» no se circunscriben únicamente a México, añadiendo otros países como la propia España. «España también tiene sus propias llagas y hay muchas otras que compartimos como humanidad», ha lamentado Cuarón.
El cineasta ha puesto el foco en esa ruptura de clases y razas, asegurando —a pesar de no reconocerse como «un pesimista»— que «si la cosa no ha ido a peor, por lo menos se dan diversas versiones de lo mismo». «Es una película del 70, pero México no ha cambiado tanto y tampoco el mundo», ha añadido.
«De hecho, las temáticas se han agudizado más que solucionado. Incluso si miras en los países desarrollados, lo que pasa es que las máscaras están cayendo ahora con el fenómeno migratorio y se empiezan a ver esas fricciones en la relación con los migrantes», ha señalado el director.
NO ES UNA PELÍCULA “POLÍTICA»
Otro punto de vista que sobresale con esta película es el femenino, al estar presente Cleo en prácticamente casi todas las escenas. «Pero tampoco fue la intención de hacer una película sobre mujeres, como no lo fue el de hacer una película política, aunque por supuesto que es parte de ese caleidoscopio”.
«Hablo desde mi propia experiencia: fui criado por mujeres en un mundo en el que la figura paterna estuvo ausente», ha aseverado Cuarón, para quien esa «carencia» puede llegar a ser «patológica». «Tan patológico es la carencia paterna como el exceso materno: como todo en esta vida es cuestión de hacer un balance», ha destacado.
EL TRIUNFO DEL CINE MEXICANO
En cualquier caso, con esta vuelta a atrás en el tiempo, el cineasta mexicano cree que se puede descubrir a aquellas personas que rodean a uno en su círculo cercano pero a las que no se presta demasiada atención. «Damos por hecho cosas de esa persona, tendemos a conocer lo evidente, pero rara vez nos detenemos a verlos como individuos», ha añadido.
Preguntado sobre el buen momento del cine mexicano, en especial con nombres como los de Guillermo del Toro o Alejandro González Iñarritu, Cuarón ha recomendado «esperar». «Igual se debe a un momento de aceptación en el tiempo, pero ¿cuánto trascenderán nuestras películas? No lo sabemos», ha concluido.