El Presidente Enrique Peña Nieto lamentó el fallecimiento de Fidel Castro, «un amigo de México»
Redacción Internacional, 26 noviembre (EFE).- Los mensajes de condolencia por la muerte el viernes a los 90 años del líder de la Revolución cubana Fidel Castro, personaje «histórico» y «símbolo de una época», se sucedieron hoy en todo el mundo, y contrastaron con las duras declaraciones de disidentes cubanos.
Su hermano y actual presidente de la isla, Raúl Castro, informó muy emocionado en la televisión estatal que el ícono de la Revolución cubana falleció este 25 de noviembre a las 22.29 hora local (3.29 GMT del sábado) en La Habana. Sus restos serán cremados «atendiendo su voluntad expresa» y el país guardará 9 días de duelo.
De inmediato los contrastes en las reacciones no se hicieron esperar en el continente americano.
Varios presidentes de América Latina fueron los primeros en lamentar la muerte del hombre que condujo el destino de Cuba durante casi 50 años y uno de los líderes más controvertidos del siglo XX.
El venezolano Nicolás Maduro destacó en su cuenta de la red social Twitter que a todos los revolucionarios del mundo les «toca seguir con su legado» y afirmó que Fidel y el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez «dejaron abonado el camino de la liberación de nuestros pueblos».
El mexicano Enrique Peña Nieto calificó a Castro de «referente emblemático del siglo XX» y de «gran amigo» de su país, mientras que minutos antes el ecuatoriano Rafael Correa había manifestado en la misma red social que «se fue un grande. Murió Fidel. ¡Viva Cuba! ¡Viva América Latina!».
Como un «gigante de la historia de la humanidad» calificó al líder cubano el boliviano Evo Morales, quien expresó su «profundo dolor» y, en declaraciones por teléfono al canal Telesur, enfatizó que Castro enseñó a los revolucionarios «a nunca rendirse y a levantar la voz frente a quienes tienen políticas de dominación».
El uruguayo Tabaré Vázquez lamentó «este triste acontecimiento» y transmitió sus condolencias a la familia y al pueblo cubano.
En esa misma línea, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que recibieron apoyo de los Castro a su lucha armada y firmaron un acuerdo de paz con el Gobierno colombiano en la Habana con Cuba como garante, aseguraron que con su fallecimiento ha partido «el revolucionario más admirable del siglo XX».
El jefe del equipo negociador de las FARC en los diálogos de paz con el Gobierno colombiano, Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez», dio en su cuenta de Twitter las gracias a Fidel por «su inmenso amor por Colombia» y ofreció «que el Acuerdo de Paz de La Habana sea nuestro postrer homenaje».
Con su muerte «se cierra un capítulo importante de la historia latinoamericana» en opinión del Gobierno de Argentina, expresada en Twitter por la canciller, Susana Malcorra.
En Miami (EE.UU.), una multitud de cubanos se reunieron de forma espontánea con banderas de su país y estadounidenses en el café Versailles para festejar la muerte de Castro, bajo cuyo mandato miles de personas huyeron de Cuba desde 1959.
«No se celebra la muerte de un ser humano, se celebra la muerte de un dictador», dijo el alcalde de Miami, Tomás Regalado, en este local icónico para la numerosa comunidad cubana de Miami.
«Con la participación real, efectiva y significativa del pueblo cubano en el exilio en el proceso de transformación, sobre todo en lo económico y social, definitivamente los cubanos van a poder alcanzar un estado de balance y de prosperidad», dijo, por su parte, a Efe el presidente de la influyente Fundación Nacional Cubano-Americana (FNCA), Francisco «Pepe» Hernández.
Desde Madrid, Carlos Payá, dirigente del Movimiento Cristiano Liberación y hermano del fallecido líder disidente Oswaldo Payá (1952-2012), dijo a Efe que «tras el hecho biológico que supone la muerte del dictador, antes y ahora, los derechos».
También en Madrid, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, expresó sus condolencias en su cuenta de Twitter por la muerte de «una figura de calado histórico».
El presidente francés, François Hollande, destacó que Fidel Castro fue «una figura del siglo XX» que supo representar para su pueblo «el orgullo del rechazo de la dominación exterior», aunque también provocó «desilusiones».
En la misma línea se expresaron el primer ministro belga, Charles Michel, y el holandés, Mark Rutte, al destacar el peso histórico de Castro al tiempo que el déficit de derechos humanos en Cuba.
Y en Moscú, el presidente ruso, Vladimir Putin, lamentó la muerte de «un hombre fuerte y sabio que siempre miraba con seguridad al futuro» y que fue el símbolo de «toda una época».
«La Cuba libre e independiente que creó junto a sus correligionarios se convirtió en un miembro influyente de la comunidad internacional y sirvió de ejemplo inspirador para muchos pueblos y países», señaló Putin, según informó el Kremlin.
Desde Asia, el primer ministro de la India, Narendra Modi, calificó en su cuenta Twitter a Castro de «gran amigo» del país y de «personaje histórico», cuya muerte es un «momento trágico».
Las últimas imágenes de Fidel Castro son del pasado 15 de noviembre, cuando recibió en su residencia al presidente de Vietnam, Tran Dai Quang; y la última vez que se le vio en un acto público fue el pasado 13 de agosto, con motivo de su 90 cumpleaños en un acto en el teatro Karl Marx de La Habana.
En esa ocasión se vio a Castro con un aspecto frágil, vestido con un chándal blanco y flanqueado por su hermano Raúl y el presidente de Venezuela.