Eventos recientes apuntan a que el Cártel de Sinaloa pasa por un momento en el que las divisiones internas fracturan la organización criminal que construyó un emporio mediante el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. Ahora, con su líder Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en la cárcel y a un paso de ser extraditado, nuevos miembros pretenden encabezar la estructura criminal. ¿Qué reacomodos puede haber dentro del Cártel de Sinaloa?
Ciudad de México, 25 de octubre (SinEmbargo).– El Cártel de Sinaloa se ha quedado sin el líder que lo dirigía y una sucesión de hechos violentos denotan fracturas en su interior, destacaron especialistas en seguridad y narcotráfico, quienes también plantearon que el apellido de la familia Guzmán Loera será cada vez menos emblemático en esta poderosa agrupación criminal.
El Consejo de Seguridad para Asesoría en el Exterior de Estados Unidos, una oficina que se ocupa de ofrecer información a empresarios estadounidenses sobre los riegos de inversión, destacó también que las plazas antes controladas por el Cártel de Sinaloa son acechadas por otros grupos criminales.
La presión, entonces, se genera tanto en el ámbito interno como en el exterior de este cártel, considerado el más antiguo del país en materia de tráfico de drogas, y que durante décadas encabezó Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, «El Chapo».
De cara a lo que parece su inminente extradición, algunos especialistas han desestimado las versiones de que sea Aureliano Guzmán Loera, el hermano mayor de “El Chapo”, quien se haya hecho con la dirigencia de la organización.
“El Cártel de Sinaloa ha tenido una estructura tradicional, casi familiar. Creo que es una hipótesis [que Aureliano sea quien dirija], pero ese cártel ha sido tan poderoso que no puede ser operado sólo por una familia”, explicó Guadalupe Correa-Cabrera, investigadora de la Universidad de Texas en Brownsville.
Con la aparición de Los Zetas a finales de los años 90, un brazo armado del Cártel del Golfo, el modelo de las mafias dejó de basarse meramente en los lazos familiares, explicó Correa-Cabrera. Un fenómeno que trastocó al resto de cárteles mexicanos.
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En la madrugada del 30 de septiembre pasado, un convoy militar que escoltaba a un herido fue atacado por miembros del crimen organizado en la entrada de Culiacán, Sinaloa. El saldo fue de cinco militares muertos y otros 10 heridos.
Más tarde se sabría que el herido– a quienes los soldados habían detenido en un enfrentamiento previo a llegar a Culiacán, suscitado en Badiraguato, tierra de origen de la familia Guzmán Loera– era Julio Óscar Ortiz Vega, alias “el Kevin”.
En su momento, el General Alfonso Duarte Mújica, quien dirige la Novena Zona Militar, expuso que sospechaba que el ataque armado fue ordenado por los hijos de «El Chapo» Guzmán . Aunque el diario El País afirmó que fuentes oficiales señalaron que Aureliano estuvo detrás de la emboscada a los efectivos castrenses.
El ataque a los soldados en Culiacán no es único
En los primeros seis meses de este año se han registrado 99 agresiones a soldados en todo el país: cinco miembros de las Fuerzas Armadas fueron abatidos y 28 quedaron heridos.
Ya hay otros actores que trabajan dentro del Cártel de Sinaloa y que bien podrían llenar el vacío que dejó el “Chapo”, explicó el profesor de la Universidad Nacional Autónoma Metropolitana (UAM), Guillermo Garduño Valero.
“Hay tres líneas que se configuraron desde hace tiempo. Una, la de Ismael ‘El Mayo’ Zambada; la segunda, [Juan José] Esparragoza, ‘El Azul’, y otra era la de ‘El Chapo’», dijo el profesor Garduño Valero, quien detalló que anteriormente era el líder quien designaba a su heredero, pero esto ya no sucede más por lo que los enfrentamientos entre ellos aparecerán.
SIN FAMILIARES HEREDEROS
El lunes 15 de agosto, un grupo de turistas que se encontraban en el restaurante “La Leche” de Puerto Vallarta, Jalisco, fueron secuestrados por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Entre ellos estaba Alfredo Guzmán Salazar, hijo de “El Chapo” Guzmán, y supuestamente también su hermano Iván Archivaldo Guzmán.
“La negociación que tiene que haber habido fue extremadamente difícil. Esto hubiera sido impensable si ‘El Chapo’ hubiera estado libre”, dijo Garduño.
Una semana después, Ismael Bojórquez, director del Semanario Ríodoce, confirmó a Radio Fórmula que ambos hijos habían sido liberados, y que había sido “El Mayo” quien negoció su liberación.
Este hecho no sólo puso en cuestión la capacidad de los hijos de “El Chapo” para manejar la organización criminal, sino que demostró el poderío del CJNG.
El año pasado, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos calificó al CJNG y Los Cuinis como cárteles emergentes en México, que habían formado ya una poderosa red de distribución de metanfetamina que enviaban a países de tres continentes.
Nacidos en 2010 como un brazo armado del Cártel de Sinaloa para acabar con la presencia de Los Zetas en varias plazas disputadas, el CJNG se independizó y extendió a su presencia a nueve estados, plantando sus principales bastiones en Jalisco, Michoacán y Colima.
“El Cártel Jalisco Nueva Generación está tomando plazas importantes que antes eran controladas por el Cártel de Sinaloa. En realidad, es un poco la historia del Cártel del Golfo, que tenía un brazo armado [Los Zetas], y al final hay una división”, dijo Correa-Cabrera.
ALIANZAS ESTRATÉGICAS
Los especialistas consultados no descartaron que el CJNG busque alianzas con cárteles que han sido tradicionalmente antagonistas del Cártel de Sinaloa.
Recientemente, el diario estadounidense Los Ángeles Times apuntó que el CJNG podría estar operando junto con el Cártel de Tijuana, de los Arellano Félix, para ganar terreno en la plaza de la ciudad fronteriza.
Esto podría generar la violencia suscitada entre el 2008 y el 2010 en Tijuana. Un documento de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) asegura que el año pasado hubo un aumento de anuncios y mantas de los miembros de los cárteles de los Arellano Félix y el CJNG en contra del Cártel de Sinaloa.
“Creo que es un momento en la redefinición de las alianzas en México y vamos a ver muchos cambios. Vemos al CJNG fortaleciéndose y entonces, claro, harán alianzas con grupos que fueron debilitados por el Cártel de Sinaloa y que son antagónicos”, resaltó Correa-Cabrera como una hipótesis que no puede ser descartada.
LA FIGURA DEL CHAPO
La urgencia del Gobierno mexicano para extraditar a Estados Unidos a Joaquín “El Chapo” Guzmán denota la pérdida de poder que ha tenido este capo, dijo Garduño.
En julio del año pasado medios locales e internacionales daban a conocer que «El Chapo» se había fugado del penal de máxima seguridad del Altiplano a través de un túnel de mil 500 metros de largo. Y no fue sino hasta enero que el sinaloense volvió a caer.
Garduño explicó que el líder del narcotráfico lejos de huir del país se quedó en México para un posible intento de retomar las riendas de su organización.
“Cuando quiso volver a retomar la dirección de la organización, las posiciones ya estaban ocupadas tanto por ‘El Mayo’ Zambada como por Juan José Esparragoza”.
EL FRACASO DE UNA ESTRATEGIA
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La violencia en Sinaloa se ha vuelto a disparar y legisladores de la entidad, como el Senador Juan López Brito, han señalado que se debe al enfrentamiento entre grupos delictivos.
“Hay un enfrentamiento entre diversos cárteles. Nuevos líderes de cárteles como el Jalisco [Nueva Generación], dan como evidencia que sí hay una serie de confrontaciones”, dijo a principios de este mes el legislador a SinEmbargo.
En los primeros ocho meses del año hubo 720 averiguaciones previas por homicidios dolosos o intencionales en Sinaloa. Un incremento del 8 por respecto al mismo periodo del año pasado
Para la investigadora Guadalupe Correa la lucha frontal contra estos cárteles que emprendió Felipe Calderón Hinojosa en diciembre del 2006 se transformó en la convivencia de las autoridades y el crimen organizado en los mismos territorios.
“Para qué despliegas al Ejército en todo el territorio nacional. La guerra contra las drogas empezó en Michoacán, y ahora ahí continúan operando”, dijo y apostó por una estrategia que priorizara los servicios de inteligencia en contra de las fuerzas fácticas.
