China, a pesar de sus repetidas declaraciones de que espera resolver pacíficamente su disputa de soberanía con Taiwán, no deja de reforzar su capacidad de combate y tampoco abandona su amenaza del uso de la fuerza, dijo el informe.

El Ejército chino ha mejorado sensiblemente su capacidad de alerta temprana, mando y control, reconocimiento del campo de batalla, navegación de buques y aviones, cifrado de comunicaciones y precisión en los ataques con misiles.

Con sus aviones de alerta temprana, vehículos aéreos de reconocimiento no tripulados y la digitalización de su sistema de comunicaciones, China es ya capaz de vigilar Japón, Taiwán y el norte de Filipinas, aseguró el informe.

Pekín ha acelerado la mecanización de su Ejército de Tierra, mejorado su tecnología de información y la eficiencia de sus maniobras militares, fortalecido el transporte aéreo de tropas y la investigación y el desarrollo estratégicos.

China ya dispone de capacidad para tomar las islas taiwanesas de Kinmen y Matsu y, en los últimos años, ha desarrollado equipos de ataque anfibios, misiles de largo alcance antinavíos, aviones de la tercera generación y misiles antiaéreos de gran precisión.

El Segundo Cuerpo de Artillería de China sigue instalando misiles que pueden alcanzar objetivos en Taiwán, como preparativo para establecer una fuerza de combate capaz de un asalto militar a la isla.

Ante la amenaza bélica de China, el ejército taiwanés tiene que intensificar su transformación defensiva y mejorar sus capacidades de combate conjunto, agregó el informe.

Taiwán continuará consolidando su capacidad de defensa y vigilancia en las islas Pratas (Dongsha Island) y la isla Taiping, la mayor en el Mar de China Meridional, controladas por Taipei.