Las organizaciones que conforman la Alianza por la Salud Alimentaria consideraron que la medida de la Organización Mundial de la Salud es un golpe directo a las cadenas de comida rápida, que de forma extendida venden productos que incluyen embutidos.
Ciudad de México, 26 de octubre (SinEmbargo).– La carne procesada, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló este día como cancerígena para el consumo humano, es uno de los alimentos preferidos por la población de menores ingresos de México.
Un informe de la Fundación Heinrich Böll refiere que los mexicanos agrupados en el decil I –que en 2012 representó a la población con un ingreso promedio trimestral de 6 mil 997 pesos– son quienes gastan más dinero en proporción a sus ingresos en carne procesada de precio y calidad más baja.
«Los deciles de menores ingresos no solo consumen más carne procesada, sino también de menor calidad debido a su bajo precio», dice el Atlas de la Carne de la organización alemana.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2014, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el ingreso corriente promedio por hogar del decil I correspondiente al año pasado fue de 7 mil 716 pesos trimestrales. El mismo sondeo refiere que el 10 por ciento de los hogares con menores ingresos dedican el 50.7 por ciento de su gasto a alimentos, bebidas y tabaco.
La Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) de la OMS difundió este lunes un estudio que alerta sobre las propiedades cancerígenas de la carne procesada para los humanos. El documento menciona además que la carne roja “probablemente” también lo es.
Las organizaciones que conforman la Alianza por la Salud Alimentaria consideraron que la medida de la Organización Mundial de la Salud es un golpe directo a las cadenas de comida rápida, que de forma extendida venden productos que incluyen embutidos.
“Afecta mucho a la comida rápida, todas las hamburguesas, hot dogs y pizzas, utilizan esta carne, esa es la presencia más fuerte en el mundo. En México tenemos alto consumo de esta comida, así como de los embutidos por separado. Entonces, sí es un golpe a la industria del ‘Fast Food’ [comida rápida]”, dijo Fiorella Espinosa De Candido, coordinadora de salud de El Poder del Consumidor (EPC).
La experta agregó que es común en la sociedad mexicana que el consumo de embutidos esté asociado a otros productos como el huevo, que se suele comer con salchicha o jamón.
En cuanto al consumo por separado de los embutidos, Espinosa dijo que está muy arraigado en las meriendas.
«Cuando pensamos en un sándwich, siempre se piensa en jamón y queso”, dijo.
La industria de la carne tiene fuerte presencia a nivel internacional, e incide directamente en las políticas públicas. Por ejemplo, en Estados Unidos la industria le carne ha puesto presión para no ser descartada en las guías dietarías, dijo la coordinadora.
Esta realidad no es ajena al contexto mexicano, Alejando Calvillo Unna, director de EPC, señaló que ha sido el propio Gobierno el que ha protegido a la industria de carne en numerosas ocasiones.
“Yo recuerdo claramente cuando el ex Secretario de Economía Bruno Ferrari sugirió consumir salchicha como reemplazo del huevo, cuando los precios subieron [en agosto del 2012]. Son alimentos que desde hace años la gente que tiene información no recomienda”, dijo.
El grupo de trabajo de 22 expertos de 10 países convocados por el Programa de Monografías de la IARC consideró que hay “evidencia suficiente” de que el consumo de carne procesada causa cáncer colorrectal. Clasificó además que el consumo de carne roja como “probablemente carcinógeno” para los humanos, basado en “evidencia limitada” de que este tipo de alimento puede causar cáncer colorrectal, pero también de páncreas y de próstata.
La IARC especifica en el comunicado que con carne roja se refiere a “todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra”. Por su parte, la carne procesada hace alusión a “la que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación”.
La mayoría de este tipo de alimentos contiene carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves o subproductos cárnicos como la sangre, y algunos ejemplos son las salchichas, el jamón, la carne en conserva, la cecina, la carne en lata, o las preparaciones y salsas a base de carne.
La Fundación Heinrich Böll refirió en su informe de agosto de 2014 que México es uno de los 10 mayores productores de carne bovina en el mundo pero también es fuerte produciendo carne de cerdo y pavo. Sin embargo, dice, ha tenido que pagar el costo en torno al uso de recursos naturales como tierras y agua.
El informe refiere que el 89 por ciento de la carne de bovino que se consume en México es nacional. En cuanto a la carne de cerdo, el reporte indica que el 69 por ciento se produce en México y 38 por ciento se compra a otros países.
Un sondeo realizado por la Procuraduría Federal del Consumidor, el cual es citado por la organización, menciona que las salchichas son el embutido preferido del 48 por ciento de los consumidores de nuestro país. El estudio de 2010 reveló que 36 por ciento de los mexicanos come salchichas hasta tres veces por semana, y que al 70 por ciento de los niños les gusta mucho este embutido.
En el informe de la OMS se precisa que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 por ciento. “Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”, dijo, según la nota, el doctor Kurt Straif, jefe del Programa de Monografías de la IARC.
Y añadió que “en vista del gran número de personas que consumen carne procesada, el impacto global sobre la incidencia del cáncer es de importancia para la salud pública”. El grupo de trabajo de la IARC consideró más de 800 estudios que investigaron asociaciones para más de una docena de tipos de cáncer con el consumo de carne roja y de carne procesada en muchos países y poblaciones con dietas diversas.
Para el director de la IARC, Christopher Wild, “estos hallazgos apoyan aún más las actuales recomendaciones de salud pública acerca de limitar el consumo de carne”.Pese a ello, recordó el “valor nutricional” de la carne roja, por lo que estimó que las conclusiones del estudio servirán a gobiernos y agencias reguladoras para emitir sus propias recomendaciones dietéticas.
Yatziri Zepeda Medina, fundadora del Proyecto AliMente, explicó que la industria de la carne no sólo tiene un efecto en el cuerpo, sino en el medio ambiente.
“Mucha de la producción de carne se basa en el engorde del ganado. Para que los ejemplares puedan hacerlo se deforestan grandes hectáreas, donde se siembran monocultivos que utilizan agro tóxicos, que sirven para alimentar al ganado, y se gastan grandes cantidades de agua”, dijo.
De esta cuenta Zepeda afirmó que las medidas de la Organización Mundial de la Salud tienen que ayudar para que la industria agropecuaria diseñe mejores políticas públicas, que vayan a favor de la salud y el medio ambiente.
Anteriormente la carne ya había sido señalada de afectar a la salud por los expertos, explicó Espinosa, ya que tiene altos contenidos de sal y de nitritos, conservantes asociados con cáncer y alteración de la presión sanguínea.
“Se señaló anteriormente, por ejemplo, la carne ahumada y el cáncer de estómago. Pero no estaba tan claro como ahora, que la OMS aporta una evidencia convincente”, dijo.
Un libro hecho en el 2005, titulado “The China Study”, detalló los hallazgos de una investigación exhaustiva. La carne, de acuerdo con el autor Colin Campbell, profesor de la Universidad de Cornell estuvo asociada con el desarrollo de cáncer.
“Hay muchos mitos alrededor de la carne, científicamente la proteína que proviene de los vegetales es también muy completa. Y menos intensiva en el uso de recursos, que se van al ganado”, dijo Zepeda.