Los prejuicios y estereotipos son la base sobre la que se ha construido un país que da acceso laboral y salarios dignos a las personas dependiendo de a qué grupo pertenecen, por lo que los indígenas, personas con discapacidad, jóvenes y mujeres están más expuestos a la discriminación dentro del mundo del trabajo, expuso la presidenta del Conapred, Alejandra Haas.
Ciudad de México, 26 de septiembre (SinEmbargo).- Las brechas salariales y de acceso a seguridad social se observan en grupos sociales particularmente discriminados como los hablantes de lenguas indígenas, los jóvenes, las personas con discapacidad y las mujeres, afirmó Alejandra Haas Paciuc, presidenta del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
«Tenemos que pasar de la sensación de estar haciendo un favor o un acto caritativo en términos de inclusión laboral a darnos cuenta que es una obligación por ley. No discriminar está prohibido (en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación)», dijo durante su participación en una mesa de diálogo coordinada por la Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
«Las empresas no están reclutando al mejor talento, están reclutando a las personas con las que quieren trabajar por sus prejuicios y estereotipos ya sea conscientes o inconscientes», expuso al ejemplificar que hay compañías que exigen certificados de no embarazo a mujeres o pruebas de VIH a los interesados en un empleo.
La titular del Conapred expuso cifras que ilustran la discriminación en el mundo laboral.
Solo uno de cada 10 personas hablantes de lengua indígena tiene acceso a un contrato por escrito y a prestaciones de seguridad social, documentó, «lo cual nos hace ver que el peso que tiene sobre ellas la informalidad laboral es mucho mayor que sobre el resto de la población (cinco de cada 10 personas), y no podemos pensar que está absolutamente desvinculada su pertenencia étnica».
«Las personas con discapacidad pueden ganar hasta 151 por ciento menos que las personas sin discapacidad», agregó Haas Paciuc.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017, realizada en conjunto con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), expone que un 24.5 por ciento encuestado considera que «las personas con discapacidad son de poca ayuda en el trabajo».
Otro sector afectado por discriminación al acceso al trabajo son las y los jóvenes, sector en el que hay una tasa de desempleo mayor y una serie de prejuicios y estereotipos: seis de cada 10 personas consideran que las y los jóvenes son irresponsables, muestra la ENADIS.
«Los jóvenes están entrando a un mercado laboral donde se les discrimina muchísimo, donde se les considera poco responsables, potencialmente criminales y una serie de cargas de prejuicios que no tienen que ver con su potencial», afirmó Haas.
«El mundo del trabajo tiene que ser un motor para cortar las brechas de desigualdad y no un factor para aumentarlas», reflexionó la presidenta del Conapred.
Sobre el género y el mercado laboral, documentó que México se ubica en el tercer peor lugar en América Latina por el acceso de mujeres al trabajo, «lo cual es una señal de alerta para la mitad de la población y para todo el país», ya que las pérdidas económicas se han calculado en 240 mil millones de pesos anuales.
Haas abundó en que el Conapred ha detectado la «acumulación de desventaja por pertenencias diversas», porque no es lo mismo el acceso de una mujer a una vida libre de discriminación que si es mujer, indígena y trabajadora del hogar, porque está mucho más expuesta.
«El problema de estos prejuicios y estereotipos es que son la base sobre la que hemos construido un país que discrimina, un país que les da acceso laboral y servicios a las personas dependiendo de a qué grupo pertenecen, y además se justifica esa brecha y precariedad laboral diciendo que la persona es responsable y no el entorno, la estructura y las políticas laborales del gobierno y sector privado», aseveró Haas.
Respecto a las acciones, la presidenta del Conapred Alejandra Haas explicó que en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 se incorporó un principio que dice «no dejar a nadie atrás y no dejar a nadie afuera», por lo que es la primera vez que una versión del principio de igualdad y no discriminación está expresado de manera transversal en este documento sexenal.
«En ese sentido estamos construyendo el Programa por la Igualdad y la No Discriminación que expresa la política nacional con un eje específico dedicado al mundo del trabajo en coordinación con la Secretaría del Trabajo», finalizó.