Los especialistas investigan acerca de células progenitoras de riñón capaces de dividirse indefinidamente en el laboratorio, lo que abre la puerta a la posibilidad de crear riñones trasplantables. Ahora se ha logrando mantener con éxito las células al principio de su desarrollo mediante el uso de un cultivo en tres dimensiones y una nueva mezcla de moléculas.
Madrid, 25 agosto (EFE).- Científicos españoles han participado en una investigación que ha logrado obtener células progenitoras de riñón capaces de dividirse indefinidamente en el laboratorio, lo que abre la puerta a la posibilidad de crear riñones trasplantables y a aplicar la terapia celular a órganos cuya función está disminuida.
En el hallazgo han participado tres centros españoles (Clínica Cemtro de Madrid, Hospital Clínic de Barcelona y Universidad Católica San Antonio de Murcia), además del Salk Institute de San Diego (California) y la Universidad de Tokai (Japón).
Según los autores del estudio, publicado en Cell Stem Cell, los intentos anteriores para mantener cultivos de células progenitoras -precursoras de un órgano- de riñón habían resultado fallidos, «ya que las células morían gradualmente o perdían su potencial de desarrollo en lugar de permanecer en un estado precursor médicamente útil».
Ahora se ha logrando mantener con éxito las células al principio de su desarrollo mediante el uso de un cultivo en tres dimensiones y una nueva mezcla de moléculas (proteínas).
Tales células de riñón en fase inicial se podrían utilizar para hacer crecer tejido renal de sustitución con el fin de estudiar el órgano o para tratar enfermedades, según una nota de Cemtro.
El descubrimiento se ha basado en la utilización de un cultivo donde las células podían crecer en un entorno tridimensional y no en uno bidimensional, así como en una nueva combinación de moléculas de señalización, lo cual ha permitido conservar las CPN (células progenitoras de nefronas) durante más de quince meses, informa por su parte el Clínic.
Además, los científicos demostraron que las células cuando se trasladaban a nuevas condiciones, podían entonces ser inducidas a convertirse en estructuras similares a nefronas -unidad funcional del riñón- tanto en el laboratorio como al ser implantadas en animales.
En la publicación «mostramos cómo capturar y mantener un número ilimitado de células precursoras de riñón», señala Juan Carlos Izpisúa, profesor en el Laboratorio de Expresión Génica del Salk Institute.
«Tener un número ilimitado de estas células podría ser un punto de partida para hacer crecer órganos funcionales en el laboratorio, así como una forma de empezar a aplicar la terapia celular a riñones cuya función está disminuida».
Según el Clínic, es la primera vez que se consigue conservar un cultivo de CPN, lo que supone un gran espaldarazo a la investigación básica y traslacional sobre el desarrollo de las enfermedades renales y un paso más hacia la posibilidad de crear un riñón trasplantable.
Las CPN, al menos en seres humanos, solo existen durante una breve etapa de desarrollo embrionario, ya que posteriormente pasan a formar nefronas, las unidades funcionales del riñón, responsables de la filtración de la sangre y excreción de orina.
Los adultos por tanto no tienen CPN restantes para hacer crecer nuevo tejido renal después de un daño o enfermedad, por lo que la regeneración en el laboratorio, creen los científicos, ofrecerá una nueva forma de estudiar el desarrollo del riñón y permitirá, a largo plazo, el tratamiento de enfermedades renales.
Los autores quieren ahora investigar cómo cultivar los otros tipos de células progenitoras que se requieren para un riñón completo, además de las nefronas formadas a partir de CPN.
Existen células progenitoras que trabajan juntas para hacer un órgano completo, por lo que los autores consideran que si se pudieran cultivar estas células se estaría más cerca de poder construir riñones trasplantables.
Pedro Guillén, de Cemtro, indica además que tienen «resultados preliminares usando el mismo abordaje para obtener precursores de cartílago humano por primera vez». EFE