Tal vez con el Cigala en sus primeros tiempos, tal vez hoy con El Niño de Elche, uno podría pensar que el flamenco vivirá otra revolución. Mientras tanto, están los discos, está su imagen y este documental que nos lleva a pensar como se decía en su funeral: ¿Por qué te moriste, Camarón?
Ciudad de México, 26 de julio (SinEmbargo).- Escuchas la percusión de la canción “La leyenda del tiempo” y te sientes volar. Como cuando escuchas a John Coltrane o a Luis Alberto Spinetta: la música es actualidad, no nostalgia.
Todo lo hizo Camarón de la Isla (1950-1992) para el flamenco. “La leyenda del tiempo” tiene el bajo –lo oyes-, guitarra –de Tomatito, su adorador-, la guitarra flamenca de Raimundo Amador, hay sitar, flautas, bongó…y esa voz maldita y bendita, como un agua de remanso que te llevara a un huracán.
Cuando salió ese disco fue un fracaso. Luego Camarón siguió viviendo, drogándose con heroína, saliendo de la heroína, revolucionando el flamenco, haciendo hogar con la familia y cuando Quincy Jones pensaba convertirlo en una estrella del mundo, el nacido en la isla de San Fernando, en Cádiz, murió víctima del cáncer de pulmón.
Tenía 41 años y en el funeral del príncipe gitano fueron miles de personas, muchas de las cuales le gritaban: ¿Por qué te has muerto, Camarón?
Hoy tendría 68 años y a su voz afectada por el cáncer de pulmón en sus últimos momentos, la hubiéramos oído en sus discos, entre ellos Potro de rabia y miel o en Como el agua, donde estaba invitado Tomatito pero la guitarra principal era del gran Paco de Lucía (1947-2014).
«Potro de rabia y miel» fue el último disco de Camarón –llamado así porque en su infancia era muy rubio, tenía ojos verdes, ¿cómo podía cantar así el flamenco si era un gitano rubio?, algunos se preguntaban- y luego de la muerte vendió 50 mil ejemplares.
“Camarón reconocía hace pocos días en este mismo diario que su voz ya se notaba enferma en ese disco. Esa cruda realidad queda reflejada en una sensibilidad a flor de piel, un dramatismo constante que provoca una vez tras otra el estremecimiento. Camarón era el hombre del cambio constante, todo le influía, para bien y para mal; el vuelo de una mosca, un grito en la lejanía o una respiración podían dar la vuelta a un concierto. Nada era nunca previsible y un frío estudio de grabación no era, por supuesto, el lugar idóneo para que una personalidad frágil como la suya pudiera alcanzar su cénit”, narra Miquel Jurado en una nota publicada en El País el 3 de julio de 1992.
Todo esto viene a cuento porque Netflix ha estrenado el documental Camarón: flamenco y revolución, dirigido por Alexis Morante, que trata la vida y trayectoria de Camarón de la Isla.
La película se adentra en una de las figuras más apasionantes que ha dado la música en el siglo XX, un homenaje en el 25 aniversario de la muerte de Camarón y una retrospectiva sobre su vida y su arte con una mirada renovada y llena de verdad.
Un retrato íntimo sin precedentes en el que sus creadores han tenido acceso al archivo inédito de la familia y donde veremos videos, fotografías y documentos del artista que nos aproximan al interior de la leyenda con la narración del actor Juan Diego.
En una de las escenas dice Paco de Lucía: “No fue una grabación fácil –por Potro de rabia y miel– pero para mí oírlo, aunque sea en un tercio de su voz, ya me ponía yo feliz y contento para aguantar cuatro o cinco o dos días más”.
“Paco y Camarón, la amistad que cambió la historia del flamenco para siempre”, dice la voz del actor Juan Diego.
“La gente no entiende como yo canto”, dice Camarón.
Hoy no se discute. Tal vez con el Cigala en sus primeros tiempos, tal vez hoy con El Niño de Elche, uno podría pensar que el flamenco vivirá otra revolución.
Mientras tanto, están los discos, está su imagen y este documental que nos lleva a pensar como se decía en su funeral: ¿Por qué te moriste, Camarón?