Con el público internacional retenido en casa ante sus dispositivos y con los aficionados locales sujetos a aforos limitados, las pantallas se transformarán en el gran estadio universal de seguimiento de los Juegos.
Madrid, 26 de junio (EFE).- En un discreto edificio a las afueras de Madrid, a orillas de la N-II, se ha cocinado para servirlo desde Tokio el menú estrella de los próximos Juegos: la producción de las imágenes televisivas de la competición olímpica.
Con el público internacional retenido en casa ante sus dispositivos y con los aficionados locales sujetos a aforos limitados, las pantallas se transformarán en el gran estadio universal de seguimiento de los Juegos. Y OBS (Olympic Brodcasting Services), la empresa del COI ubicada en Madrid que produce la cobertura, promete emociones fuertes.
Entre otras, «repeticiones al estilo Matrix de 360 grados», «realidad virtual en vivo», 9 mil 500 horas de contenido o la monitorización de la frecuencia cardíaca de algunos deportistas.
El contexto de la pandemia ha obligado a OBS a idear «un innovador ecosistema de producción de contenido» que, afirma, «marcará un precedente inédito para las futuras competiciones deportivas».
Los Juegos se inaugurarán el próximo 23 de julio sujetos a una rigurosa reglamentación para evitar la propagación del covid entre los deportistas y la población japonesa.
Desde la distancia, durante los 19 días de competición la audiencia «disfrutará de ángulos de cámara nunca antes vistos» y dispondrá de «más datos analíticos que en Juegos Olímpicos anteriores».
La tecnología del Alto Rango Dinámico (HDR) será la que marque la diferencia en la calidad de las imágenes: gracias a ella, la imagen se acerca más que nunca a la realidad, al añadir un mayor rango de luz y de colores. Los valores de luminosidad se ajustan fotograma por fotograma, las distintas zonas de la pantalla se iluminan individualmente, los blancos son más blanco y los negros más negros, se distingue entre diferentes tonalidades de sombra y los colores son más variados.
En las ceremonias de inauguración y clausura y en sesiones seleccionadas de atletismo, bádminton, futbol, judo, natación, tenis de mesa y voleibol, OBS y la cadena pública NHK echarán el resto con una cobertura en 8K Super High Vision.
Otra tecnología que se pondrá al servicio del disfrute de los telespectadores es el 3D Athlete Tracking (3DAT), desarrollada por Intel y Alibaba, que emplea la inteligencia artificial para mejorar la experiencia visual y tiene una capacidad masiva de procesamiento de datos. Gracias a ella, por ejemplo, los espectadores sabrán en qué momento exacto un corredor alcanza su velocidad máxima y podrán analizar las diferentes fases de la carrera con una visualización en color de los cambios de ritmo.
La cancha de baloncesto de Saitama estará rodeada por 35 cámaras 4K para capturar videos volumétricos que, una vez procesados, reproducirán repeticiones en 360 grados. Además, con la tecnología Intel True View, OBS ofrecerá repeticiones inmersivas de las mejores jugadas.
Otro deporte con una cobertura novedosa será el tiro con arco: en colaboración con Panasonic, la tecnología de detección de signos vitales a distancia permitirá monitorear la frecuencia cardíaca de los arqueros. Cuatro cámaras situadas a 12 metros de ellos hará posible el análisis de incluso los más leves cambios de color de piel generados por la contracción de los vasos sanguíneos.
«El público podrá conocer, a través de gráficos en las pantallas, las variaciones de los latidos del corazón y la adrenalina experimentada por el cuerpo de los arqueros», ha anticipado OBS.
En cuanto al sonido, en los Juegos se empleará un audio inmersivo de última generación, con 85 canales de audio 5.1.4 independientes.
La producción de imágenes no se limitará a lo que suceda en competición, sino que habrá equipos dedicados a revelar lo que ocurra entre bastidores en los estadios, en la Villa Olímpica y en la ciudad.
El personal de OBS, incide la empresa, se atendrá de manera estricta a las normas sanitarias establecidas por el comité organizador para no poner nunca en riesgo la salud de los participantes en los Juegos ni de la población local.
Gracias a una plataforma en la nube que permitirá digitalizar los flujos de trabajo, el impacto de las transmisiones se reducirá en un 24 por ciento respecto a Río 2016.
«Estamos introduciendo OBS Cloud en asociación con Alibaba como una forma de transferir a la nube muchas de las operaciones en las que las cadenas suelen utilizar equipamiento. Esto hará que sus operaciones sean mucho más eficientes, mucho más productivas, menos costosas y significará que necesitarán menos gente en Tokio. Es una gran innovación», ha afirmado Yiannis Exarchos, director ejecutivo de OBS.
La transmisión de los Juegos de Tokio será un banco de pruebas para un sinfín de innovaciones tecnológicas que, sin embargo, están pensadas con un único objetivo: ponerse «al servicio de la narración».
«Me encanta la tecnología, pero me gusta más contar historias», aseguró Exarchos.