#MetaDatos | Ricardo Anaya Cortés concluye su campaña rumbo a la Presidencia de México envuelto en el escándalo por su supuesta implicación en lavado de dinero y con una estrategia caracterizada por una respuesta enfocada a autonombrarse víctima de ataques orquestados en su contra.
Además, el panista finaliza estos 90 días de batalla con una imagen negativa en las redes sociales, particularmente por haber mentido en diversas ocasiones para atacar a sus contrincantes. El candidato por la coalición «Todos por México» mantuvo su campaña apoyado en una millonaria inversión en redes sociales, espacio donde no consiguió aumentar simpatías entre la generalidad de los usuarios, quienes aprovecharon las controversias generadas por el joven político para generar sátiras en torno a su imagen.
La Unidad de MetaDatos de este diario digital realizó una revisión de estrategias a Anaya, Meade y «El Bronco». Este miércoles 27 de junio cerraremos con la de AMLO. Se trata de una evaluación técnica de sus intentos –exitosos o fallidos– por trascender en las redes sociales, y cimentar en esos ya importantísimos foros sus mensajes de campaña.
TERCERA DE UNA SERIE
Ciudad de México, 26 de junio (SinEmbargo).– Al inicio de la contienda electoral rumbo a la elección del próximo 1 de julio, Ricardo Anaya Cortés fue nombrado precandidato a la Presidencia como única opción del Partido Acción Nacional (PAN). Lo mismo ocurrió en 1999 cuando Vicente Fox Quesada fue el único candidato presidencial del blanquiazul. Sin embargo, el político queretano tuvo un arranque accidentado en esta batalla, marcado por la confrontación con la ex primera dama Margarita Zavala Gómez del Campo y su esposo Felipe Calderón Hinojosa, ex Presidente de México. Tras renunciar al PAN –en octubre de 2017–, Zavala acusó a Anaya Cortés de dividir de manera interna a Acción Nacional y de ser el responsable de la derrota en el Estado de México, durante las elecciones para Gobernador realizadas el año pasado. Por su parte, Calderón Hinojosa se consolidó como uno de los principales críticos de Anaya y aprovechó el foro de las redes sociales para emitir duros señalamientos en su contra.
La fractura interna dio origen al nacimiento del grupo “Rebeldes del PAN”, integrado por panistas como Javier Lozano Alarcón, hoy vocero de la campaña de José Antonio Meade Kuribreña. A partir de ese momento, comenzaron a surgir diferentes acciones en la Red en contra de Ricardo Anaya, e incluso se llamó al “voto útil” a favor de Meade Kuribreña, del Lozano Alarcón dijo –en entrevista para Imagen Radio– que “muchos panistas que aunque no simpaticen con el PRI votarían por Meade”.
La rebeldía blanquiazul se organizó y comenzó a generar más acciones, como la que surgió en la plataforma Change.org; se trató de una petición para pedir la renuncia de Anaya a la presidencia nacional del PAN, misma que fue firmada por más de 6 mil 500 personas. La petición estuvo acompañada de una página de Twitter que hasta el corte de esta nota cuenta con más de 7 mil seguidores y otra de Facebook que tiene más de 21 mil, ambas cuentas continuaron activas durante la campaña presidencial.
A esto se sumó un videojuego “ElCohinitoDeAnaya”, en el que también se acusó al panista de desviar fondos de los damnificados del sismo del 19 de septiembre para su candidatura. El 18 de octubre pasado, la cuenta oficial de Twitter de Acción Nacional fue hackeada para publicar, a través de ella, un mensaje contra Ricardo Anaya. Se le acusó de ser el responsable del surgimiento de una crisis al interior del partido.
Tras el registro de su precandidatura, Anaya tomó impulso gracias al “Movimiento Naranja”, un spot del partido Movimiento Ciudadano (MC) que se volvió viral en redes, por contar con una melodía pegajosa e interpretada por un niño de origen Wixárika. Sin embargo, Anaya tampoco tuvo buen recibimiento en redes sociales.
#HazañasDeRicardoAnaya surgió tras la difusión de una fotografía del candidato al llevar a su hijo a la escuela. La tendencia se compuso de una ola de memes en la que destacó la burla por la simpleza de una acción tan cotidiana como llevar a un hijo a su escuela con la que buscó acercarse a la gente. El empleo de la imagen de un niño indígena y de su propio hijo para promoverse fue recibido con rechazo por los usuarios, y lejos de generarle simpatía le restó popularidad.
Luego, Ricardo Anaya recibió un golpe del que no pudo reponerse. Fue relacionado con una supuesta operación de lavado de dinero que le generó una buena ganancia y que involucró a los empresarios y hermanos Manuel y Juan Barreiro. El caso siguió agenda propia en redes sociales. Sin embargo, los integrantes del grupo “Rebeldes del PAN” mantuvieron las acusaciones hasta el final de la contienda. Entre ellos destacó Javier Lozano, quien ya en el cargo de vocero de José Antonio Meade, encabezó varios señalamientos en contra del panista a finales desde febrero, cuando estalló el escándalo. Meses más tarde, a unas horas de que iniciara el tercer debate presidencial, el Senador Ernesto Cordero Arroyo, quien también integró el grupo «Rebeldes del PAN», presentó una denuncia ante la Procuraduría General de la República (PGR) para pedir que se investigara al candidato por las supuestas operaciones ilícitas.
LA ESTRATEGIA EN REDES
En redes sociales Ricardo Anaya llevó una estrategia similar a la de José Antonio Meade, para la que invirtió 63 millones 808 mil 16 pesos, de acuerdo con el informe de campaña sobre el origen monto y destino de los recursos con corte al 17 de junio de este año. La de Anaya fue una campaña que trascendió por el intento fallido de interactuar con la militancia. Desde sus cuentas oficiales en Twitter y Facebook se respondió a cientos de comentarios de los seguidores, pero este canal se mantuvo cerrado en YouTube. Los estrategas de Anaya también apostaron por las transmisiones en vivo. Desde el discurso, Ricardo Anaya mantuvo la versión sobre el orquestamiento de una guerra sucia en su contra y sostuvo que se le involucró en el escándalo por supuesto lavado de dinero para sacarlo de la contienda, ataque que, afirmó, provenía desde el Gobierno federal.
Anaya acusó directamente al Presidente Enrique Peña Nieto de hacer un uso faccioso de las instituciones, como la PGR, para atacar su candidatura. A unos días de concluir la contienda extendió los señalamientos hacia Andrés Manuel López Obrador, al afirmar que habría realizado un supuesto pacto con el PRI y con el propio Peña Nieto para llegar a la Presidencia de México.
LAS MENTIRAS DE ANAYA
De manera simultánea a este conflicto, Anaya Cortés enfrentó a una comunidad de tuiteros poco condescendiente. A la vez que su imagen se desgastaba en los foros digitales por el escándalo en que se vio envuelto, los internautas no le perdonaron diversos episodios en que fue acusado de plagiar y mentir.
En diversas ocasiones se le señaló por presentar ideas muy similares de otros políticos, particularmente las de López Obrador. Al respecto, la coordinadora de campaña del tabasqueño, Tatiana Clouthier Carrillo, dijo que la similitud de su propuesta de reducir el IVA del 16 por ciento al 8 por ciento en la zona fronteriza no era casualidad.
Pero esa acusación no fue la única. Por ejemplo, el ex Presidente Felipe Calderón le acusó de plagiar una propuesta de su esposa Margarita Zavala. También trascendieron las acusaciones de la priista Claudia Ruíz Massieu de plagiar una ponencia; a esto se sumó que medios de comunicación encontraron similitudes entre varios de sus carteles con publicidades de varias marcas. El más reciente señalamiento fue por la similitud de las tarjetas con las que promete una mensualidad a cada mexicano en caso de ganar la elecciones, con la entrega de monederos electrónicos que realizó Enrique Peña Nieto durante la campaña de 2012, o la que realizara el priista Eruviel Ávila en el Estado de México e incluso su sucesor como Gobernador en tierras mexiquenses, el también priista Alfredo del Mazo Maza.
La accidentada campaña en redes sociales de Anaya concluye sin episodios en los que sus simpatizantes le mostraran un respaldo contundente ante las acusaciones de las que fue objeto. Por el contrario, fueron pocas las voces de líderes panistas que se manifestaron en su defensa. Entre éstas destacaron la de Diego Fernández de Cevallos, quien intervino en varias ocasiones para defenderlo, y la de su coordinador y asesor en la campaña, el ex canciller mexicano Jorge Castañeda Gutman.