«Guerra, capitalismo y libertad» son los conceptos en torno a los que gira la exposición que, con ese título y sobre el artista urbano Banksy, se presentó el martes en Roma con casi 150 obras, la mayor exhibición del autor vista en un museo. Muchas de las piezas no habían sido expuestas nunca antes. Hay pinturas, esculturas y, sobre todo, plantillas, que son la técnica predilecta del artista, como si fueran los negativos de sus obras más populares, las que acostumbra a pintar en los muros de todo el mundo.
Ciudad de México, 26 mayo (SinEmbargo/eldiario.es).- La capital italiana acoge desde el 23 de mayo al 4 de septiembre una colección de uno de los artistas más polémicos de los últimos tiempos. Las obras obras han sido cedidas por coleccionistas privados. Es la más grande nunca hecha.
«Guerra, capitalismo y libertad» son los conceptos en torno a los que gira la exposición que, con ese título y sobre el artista urbano Banksy, se presentó el martes en Roma con casi 150 obras, la mayor exhibición del autor vista en un museo. Muchas de las piezas no habían sido expuestas nunca antes. Hay pinturas, esculturas y, sobre todo, plantillas, que son la técnica predilecta del artista, como si fueran los negativos de sus obras más populares, las que acostumbra a pintar en los muros de todo el mundo.
«Es la primera vez que tantas obras de este personaje, considerado el máximo exponente del arte urbano, se exponen en un museo» dicen los organizadores. La muestra, situada en la Fondazione Roma, estará en la capital italiana hasta el próximo 4 de septiembre.
Haciendo honor al título, la exposición se divide en tres materias: guerra, capitalismo y libertad. «Son los temas a los que hace referencia la mayor parte de la obra de Banksy», dijo el comisario de la muestra, Stefano Antonelli. «Son tres pilares de nuestra sociedad que han entrado en una fase muy contradictoria, nos hemos dado cuenta nosotros y antes se la dio el artista», añadió. «Nos hacemos llamar el mundo libre y es posible que seamos las personas más controladas de la historia de la Humanidad (…), repudiamos la guerra y nuestras tropas están en el campo desde hace años y el capitalismo ha adquirido una acepción negativa», continuó diciendo Antonelli.
A la muestra se accede desde la sala dedicada al capitalismo y a partir de ahí el público decide si visitar después «la guerra» o «la libertad». No hay un recorrido establecido. En la exhibición se pueden ver algunas de las obras más populares del artista urbano, desde la niña con el globo en forma de corazón a los retratos de la modelo británica Kate Moss, al estilo de la obra de Andy Warhol con Marilyn Monroe como protagonista.
También están sus obras más controvertidas y críticas, como la niña vietnamita quemada por napalm de una histórica fotografía de Nick Ut, acompañada por dos símbolos de la cultura estadounidense: Mickey Mouse y el payaso Ronald McDonald. Destaca también la plantilla de su conocido mural del manifestante lanzando un ramo de flores o la serigrafía del mono que dice «Laugh Now but one Day I’ll Be in Charge» («Reíd ahora, pero un día yo estaré al mando»).
Son muestras del sarcasmo y la ironía que desprenden las creaciones del controvertido Banksy; «lo que dice es extremadamente simple, pero extremadamente cierto», aseguró Antonelli. «La guerra es algo erróneo, el capitalismo sin árbitros crea daños y la libertad no es como la habíamos imaginado», añadió el comisario. Todas las piezas proceden de coleccionistas privados de todo el mundo y reunirlas ha necesitado un trabajo de preparación de dos años, ya que «no hay obras de Banksy en ningún museo ni tampoco un elenco de propietarios», explicó Antonelli.
La autenticidad de los trabajos está garantizada por un sistema llamado Pest Control (control de plagas, en español) que el propio Banksy ideó para verificar sus obras. Entre las piezas de la exposición no hay ninguna arrancada de los muros, como ha sucedido en otras ocasiones: «No había ninguna necesidad, cualquiera puede verlas, al museo hemos traído obras que ninguno habría podido ver», dijo el comisario.
COMPROMISO ANÓNIMO
Sus mensajes contundentes y el misterio en torno a la figura del pseudónimo Banksy, del que solo se conocen sus obras, a pesar de recientes estudios que afirman haber revelado su identidad, han convertido sus creaciones en piezas de colección. Ese anonimato y su inconformismo hacen que sea difícil catalogar a un artista como Banksy, que comenzó a darse a conocer en Bristol en la década de los ochenta del siglo XX y ahora goza de repercusión planetaria.
Para muchos también es un activista y para el comisario de la muestra, «la verdadera fuerza del artista» radica en haber alcanzado al gran público con temas cargados de crítica política y social a nivel internacional. «A través de sus imágenes ha buscado y conseguido impactar en el imaginario colectivo, con una capacidad de síntesis increíble ha llegado a las personas, algo que ha conseguido incluyendo su propia visión del mundo», estimó.
Banksy es conocido por su compromiso social. En septiembre del año pasado montó un parque de atracciones en Bristol, cerca de su localidad natal, que llevaba por título Dismaland. Allí denunciaba el trato que los refugiados sufrían en los campos de acogida, así como las lamentables condiciones sanitarias e higiénicas de los mismos. Dismaland duró apenas un mes. Después de ese tiempo llevó los restos del parque a Jungle, el campo de refugiados de Calais (Francia), que empleó en fabricar refugios.