La responsable instó a los líderes del G-20 que respalden medidas del Fondo como doblar la capacidad financiera de emergencia, promover la liquidez global a través de una asignación considerable de Derechos Especiales de Giro (DEG) y el apoyo a la actuación de acreedores oficiales bilaterales para aliviar la carga de deuda entre los miembros más pobres del organismo.
Washington, 26 mar. (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró «crítico» el apoyo fiscal a los hogares más vulnerables y a las empresas, tanto grandes como pequeñas, para minimizar el impacto económico de la crisis de COVID-19, durante la videoconferencia de este jueves del G-20.
Así lo expresó la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, quien destacó que ese respaldo fiscal es necesario para que los hogares vulnerables y las compañías «puedan permanecer a flote y volver pronto al trabajo«.
«De lo contrario, tomará años superar los efectos de las quiebras y despidos generalizados», subrayó.
Reiteró que el FMI predice una contracción de la producción global en 2020 y una recuperación en 2021: «Cómo de profunda sea la contracción y cómo de rápida sea la recuperación dependen de la velocidad de contención de la pandemia y de lo fuertes y coordinadas que sean nuestras acciones de política monetaria y fiscal», dijo.
La responsable instó a los líderes del G-20 que respalden medidas del Fondo como doblar la capacidad financiera de emergencia, promover la liquidez global a través de una asignación considerable de Derechos Especiales de Giro (DEG) y el apoyo a la actuación de acreedores oficiales bilaterales para aliviar la carga de deuda entre los miembros más pobres del organismo.
El DEG es un activo de reserva internacional del FMI para complementar las reservas oficiales de los países integrantes.
Georgieva destacó, además, la importancia de respaldar los mercados emergentes y las economías en desarrollo durante esta crisis.
Por su parte, el presidente del Banco Mundial (BM), David Malpass, expresó su especial preocupación por las naciones pobres y con grandes poblaciones, como la India.
«Trabajamos duro para proporcionar apoyo a través de nuestras herramientas de sector público y privado», dijo Malpass, que subrayó que actualmente tienen proyectos en 56 países relacionados con el COVID-19 y que en 24 naciones han reestructurado los que ya tenían para dirigir todos los fondos a la emergencia sanitaria.
Los miembros del G20 se comprometieron a adoptar las medidas «que hagan falta» para minimizar el daño social y económico que está generando el coronavirus y afirmaron que están inyectando más de 5 billones de dólares en la economía global, según el comunicado final de la cita.
La reunión de los líderes del G20 se produjo por videoconferencia al igual que la que ya celebraron el pasado lunes los ministros de finanzas de los países de ese mecanismo en medio de la pandemia global.
El G20 está integrado por Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Alemania, el Reino Unido, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, la India, Indonesia, Italia, Japón, México, República de Corea, Sudáfrica y Turquía, así como por la Unión Europa; Arabia Saudí ocupa la presidencia del mecanismo y España es un país invitado permanente.
También participan otros países que asisten también por invitación, como Jordania, Singapur y Suiza.