De acuerdo con el artículo 26, fracción VIII de la Ley de Cultura Cívica de la CdMx la multa que deberán pagar será de 21 a 40 salarios mínimos: de mil quinientos a 2 mil 800 pesos; o ser privadas de su libertad de 25 a 36 horas.
Ciudad de México, 26 de marzo (SinEmbargo).– La Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México detuvo a 24 personas por desperdiciar agua este Sábado de Gloria y las remitió al juez cívico.
La mayoría de los detenidos fue en las delegaciones Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa.
De acuerdo con el artículo 26, fracción VIII de la Ley de Cultura Cívica de la CdMx la multa que deberán pagar será de 21 a 40 salarios mínimos: de mil quinientos a 2 mil 800 pesos; o ser privadas de su libertad de 25 a 36 horas.
Las denuncias por desperdicio de agua pueden ser presentadas por cualquier persona que observe el acto, sin embargo serán los elementos de la Policía Preventiva los encargados de presentar a quienes incumplan con dicha norma.
El pasado 15 de marzo, en el marco del foro “Construcción Ciudadana para el Buen Gobierno del Agua”, que se lleva a cabo en Mazatlán, Sinaloa, el director de la asociación civil Programa de Conservación de Bosques y Cuencas, Juan Manuel Frausto Leyva, alertó que la mayor parte de las mil 471 cuencas hidrográficas del país están deterioradas y ello reducirá la disponibilidad del agua en todo el territorio nacional.
De acuerdo con datos oficiales al menos 11 millones de mexicanos carecen de acceso al agua. Un asunto que contrasta con el consumo de las zonas de alto nivel económico del país que llegan a requerir un promedio de 600 litros por habitante al día.
También la Organización de las Naciones Unidas ha advertido esta semana sobre la escasez: prevé que para el año 2025, cerca de mil 800 personas enfrentarán una escasez total de agua y cerca de dos tercios de la población mundial podría vivir en condiciones de estrés por la falta de este líquido.
La tradición de mojarse en Sábado de Gloriase debe a que antiguamente aquel sábado era el día en el que las personas que querían convertirse a la fe católica eran bautizadas ese día: los sacerdotes arrojaban el agua bendita a los grupos de nuevos fieles para concluir, así, su conversión.
–Con información de Juan Luis García Hernández